La
dirección de Unicaja pretende amedrentarnos y dividirnos
"Con
amenazas de despido, se negocia mejor"
(Palabras
textuales de la representante de la dirección de Unicaja en la
actual negociación vertidas en un anterior proceso negociador donde
representaba a la dirección de la extinta Liberbank. Toda una
definición moral)
Después
de 5 reuniones, la empresa ha presentado su propuesta acerca del ERE
que pretende llevar a cabo, una vez realizada la absorción de
Liberbank y una vez realizada la autohomologación del consejero
delegado, que pasa de cobrar 1.200 euros diarios a cobrar 1.500 más
una aportación anual a su plan de pensiones de 170.000 euros.
Recordamos
que, para este ERE no hay justificación alguna más allá de
aligerar plantilla, cerrar más oficinas y subcontratar las
actividades que realizan los departamentos para generar cuantiosos
dividendos basados en el sacrificio de los trabajadores.
La
propuesta inicial es tan patética que ni siquiera puede tomarse como
punto de partida razonable para un proceso de negociación.
La
pregunta que debemos hacernos los trabajadores es: qué busca la
dirección con una propuesta tan disparatada?
Muy
sencillo y muy obvio:
Busca
amedrentarnos con el anuncio de posibles despidos puros y duros, con
el añadido (de nulo respaldo legal y de imposible aceptación por
ninguna mayoría sindical) de la utilización de las amañadas
valoraciones del desempeño como posible criterio para dichos
despidos.
Busca
dividirnos para que los compañeros más jóvenes acepten cualquier
propuesta que limite dichos despidos, para que los compañeros más
veteranos acepten cualquier propuesta que mejore la raquítica oferta
inicial, para que los compañeros entre 50 y 56 años acepten
cualquier propuesta que, si se llegan a unas condiciones dignas de
salida, los incluya.
En
cuanto a la movilidad geográfica, la experiencia de su utilización
por parte de Liberbank como herramienta de despido y como estrategia
represiva por parte de los jefecillos de medio pelo que tenemos que
soportar, hace muy díficil aceptar nada que se parezca a esta oferta
de partida.
Ya
sabemos que, en su momento, presentarán la consabida contabilidad
falseada y los típicos informes a medida para intentar justificar lo
injustificable.
De
algo nos tendría que servir la experiencia de atropellos que hemos
sufrido los que procedemos de Liberbank y, más años aún, los que
procedemos de Cajastur.
Y
de algo nos debe de servir la experiencia de pelea contra dichos
atropellos.
Por
eso, consideramos que la manera de enfrentar esta estrategia
intolerable por parte de la dirección es simple y clara:
Exigir
condiciones dignas para quienes quieran desvincularse de la entidad
de forma voluntaria.
No
aceptar ni un solo despido, de forma que el único criterio para las
desvinculaciones (voluntarias) sea la edad, sin discriminar a quienes
se encuentran en la franja de edad de 50 a 56 años.
En
todo caso, recordar que, sin una mayoría sindical que convalide sus
atropellos y, sobre todo, teniendo enfrente la movilización y la
unidad de los trabajadores, la empresa no lo tiene nada fácil, a
pesar de esa genocida reforma laboral que no acaba de ser derogada.
Como
siempre decimos: calma, serenidad y cartuchos al cañón.
A
seguir en la pelea.
26 de octubre de 2021