30 abril 2020

Coronavirus: reunión con la dirección


Coronavirus: reunión con la dirección


¿Cerrar o no cerrar el chiringuito? He ahí el dilema


Duda existencial del Director de Relaciones Laborales ante el atrevimiento de la CSI al solicitar que se corresponda al compromiso de los trabajadores, en vez de con videos supuestamente motivacionales y palabras grandilocuentes que, a estas alturas, nada significan, con la retirada de los recortes fraudulentos actualmente en vigor y con el cumplimiento inmediato de las sentencias relativas tanto a la devolución de lo ilegalmente descontado en base al ERE fraudulento de 2013, anulado en base a la demanda de la CSI  como a la descongelación de las bandas salariales de los compañeros ingresados en Cajastur a partir de 1.999 en base a la demanda presentada también por la CSI. 


Para ser sinceros, no nos extraña que tanto la dirección como sus cómplices sindicales no nos quieran nada de nada.  


Tienen motivos.


Y van a seguir teniéndolos.


Hoy, respondiendo a la convocatoria de la dirección, todos los sindicatos hemos mantenido una reunión telemática con representantes de la empresa.


Según la convocatoria, el objeto de la reunión era trasladarnos las actuaciones que se han llevado a cabo y está previsto aplicar, en relación con la incidencia que está teniendo la pandemia del COVID-19 en nuestra Entidad”


Los representantes de la dirección relataron las actuaciones que está llevando a cabo la entidad para enfrentarse a esta situación, reproduciendo lo que ya han comentado en la intranet.


Cara al futuro, al igual que el resto del sector y también al igual que otros sectores productivos, existe una gran incertidumbre en las actuaciones concretas a llevar a cabo derivada de la falta de experiencias previas y de la dimensión hasta ahora desconocida de los efectos de esta pandemia.


Hay dudas sobre la capacidad de los proveedores de materiales de protección y prevención y sobre asuntos cruciales como posibles redimensionamientos de los espacios físicos en oficinas, medidas como la realización de test ante una futura afluencia generalizada de clientes, teniendo en cuenta además que, si el teletrabajo parece una opción a más largo plazo en lo relativo a servicios centrales, el servicio presencial en oficinas es imprescindible.


Por parte de los sindicatos, hubo una coincidencia general en criticar la falta de material de protección para los trabajadores y la permanente improvisación en las medidas adoptadas para enfrentar la pandemia.


Por parte de la CSI, denunciamos entre otras cosas, la falta de sustitución de elementos como las mascarillas (usando en muchos casos durante más de 8 días mascarillas desechables que no deben usarse más de 8 horas), la falta de limpieza de los conductos de ventilación y el cambio de filtros en dichos conductos, el retraso injustificable de medios de protección al principio de cada turno de trabajo en oficinas con incorporación de nuevos compañeros, exigimos un incremento de elementos de protección pasivos como las pantallas para cada puesto de trabajo (incluidos puestos de atención personalizada) y la instalación de máquinas de ozono para desinfección de las oficinas, un aumento de los trabajadores asignados al Servicio de Prevención, que se encuentra saturado de trabajo, lo que se traduce en múltiples retrasos ante las consultas y los requerimientos de los delegados de prevención en representación de los trabajadores, un estudio de los riesgos psicosociales derivados del teletrabajo  (más aún, teniendo en cuenta que, con la disculpa de la urgencia del momento, más de mes y medio después, Liberbank sigue incumpliendo su obligación de dotar de los medios necesarios a los trabajadores en esta modalidad de trabajo) y también hicimos hincapié en la necesidad de extremar las medidas de desinfección de las oficinas donde se hayan dado casos de Coronavirus, incluyendo los conductos de aire acondicionado que pueden constituir un peligroso foco de contagio.


Además, manifestamos que, en cumplimiento de nuestra obligación de velar por la salud de nuestros compañeros, presentaremos las pertinentes denuncias a la Inspección de Trabajo cuando estimemos que son necesarias para este fin.


Para finalizar nuestra intervención, trasladamos a los representantes de la dirección las siguientes cuestiones:


Teniendo en cuenta las manifestaciones de la dirección en el sentido de reconocer el esfuerzo de la plantilla en estos difíciles momentos que, según dichas manifestaciones, formamos literalmente “un equipo formidable”, ¿va a tomarse alguna decisión para reconocer dicho esfuerzo, más allá de invitarnos a grabar videos supuestamente motivacionales y distintas versiones de Resistiré?


Más concretamente,


¿Van a anularse inmediatamente los recortes fraudulentos aplicados unilateralmente por la dirección en vigor actualmente, que iban a ser juzgados en la Audiencia Nacional este pasado 14 de abril y que, de momento, tiene nueva fecha de juicio para el próximo 14 de julio?


¿Va a procederse al pago inmediato de las cantidades pendientes de abonar a resultas de la anulación (en base a la demanda de la CSI) del ERE fraudulento del 2013, retirando los recursos de nula utilidad que ha presentado con la única intención de retrasar unos pagos que va a tener que efectuar de todas las maneras?


¿Va a darse cumplimento inmediato a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias en base a la demanda de la CSI que anula la congelación de las bandas salariales de los trabajadores que ingresaron en Cajastur después del 25 de enero 1.999, mediante el abono de las subidas de convenio estatal y la retirada del recurso al Tribunal Supremo respecto al cual la Fiscalía del dicho tribunal ya se ha pronunciado, dando la razón a la CSI y avalando la sentencia del TJSA?


Confirmando nuestra teoría de que las felicitaciones a la plantilla, las invocaciones a un supuesto espíritu de equipo que la dirección ha descubierto repentinamente y el agradecimiento al esfuerzo que estamos haciendo los trabajadores solo son parte de una campaña (que les sale gratis, además) de blanqueo de imagen por parte de una dirección que lleva años tratándonos a palos y que, al parecer, pretende seguir por esta senda oscura del abuso y del atropello, el Director de Relaciones Laborales (lo que viene siendo el jefe de personal de toda la vida de dios) de Liberbank respondió a nuestras razonables propuestas con un colérico monólogo contra nuestro desagradecimiento, llegando a afirmar (textualmente) que “ante estos planteamientos, dan ganas de cerrar el chiringuito” (sic).
 
Una vez finalizada esta extemporánea e inmotivada perfomance directiva, procedieron a explicar las medidas que están tomando para combinar el trabajo presencial en oficinas con las medidas de conciliación y de protección a los grupos de mayor riesgo y anunciaron que a partir del martes se recibirá más material de protección e higiene y cuantificaron en un número de 600 los trabajadores que se incorporarán a las oficinas la semana que viene, lo que, sumado a las 880 que ya estaban trabajando presencialmente, elevaría a un 61% de la plantilla habitual la dotación de las oficinas, de las cuales, de momento, seguirán abiertas exclusivamente las que lo estaban hasta hoy.


Eso fue todo lo que dio de sí la reunión de hoy.


Seguiremos informando.


Y seguiremos resistiendo.


Como llevamos años resistiendo al virus de la privatización, a la peste bubónica de los recortes y al cólera morbo de los abusos de la dirección de Liberbank.


Por la cuenta que nos trae a todos.


Más aún en la víspera de este extraño Primero de Mayo en el que no estaremos en la calle.


Aunque volveremos a estarlo en cuanto la situación lo permita.


Sin ninguna duda.


30 de abril del año de la pandemia.


P.D.: estamos, como todos, un poco hartos de tanto Resistiré (el Despacito de esta época), pero, ante esta iniciativa por parte de la dirección para sustituirla por El Chiringuito de Georgie Dann, casi tendremos que resignarnos a seguir con el mantra actual.


Así de dura es la vida….


20 abril 2020

Coronavirus: sobre nuestra salud, el teletrabajo y propuestas para el día después


Coronavirus: sobre nuestra salud,
el  teletrabajo y propuestas para el día después

“Cuando vuelvan los defensores de la anorexia del Estado y este sea de nuevo el reino de los que encalan sus capitales en paraísos fiscales nos arrepentiremos de todo lo que pudimos hacer y no hicimos. Pongámonos manos a la obra cuanto antes.”  El neoliberalismo resucitará. (Artículo de Juan Carlos Escudier en el diario Público que, por su interés, reproducimos íntegramente al final de la circular)

Ante la situación inédita originada por la pandemia la prioridad absoluta de los representantes de los trabajadores ha de ser, obviamente, la exigencia de medidas de protección de la salud y de la vida de nuestros compañeros que, además, incluyen como consecuencia la protección a nuestros clientes y constituyen una necesaria aportación a la salud colectiva al evitar contagiarnos y convertirnos, a su vez, en focos de expansión del contagio.

En ese sentido, nuestro nivel de exigencia ante los problemas de los trabajadores y la agilidad en el tratamiento de sus problemas y denuncias, ya sea mediante nuestros delegados en el Comité de Seguridad y Salud o, en su caso, con las denuncias pertinentes ante Inspección de Trabajo son cada día más necesarias porque el asunto al que nos enfrentamos es muy serio y, ahora más que nunca, una actuación negligente por parte de los sindicatos sería una traición imperdonable a los compañeros que representamos, por mucho que haya quienes pretendan presentar la actitud y las actuaciones de la CSI cara a la defensa de los trabajadores como una muestra de irresponsabilidad y/o de falta de compromiso ante la actual situación.

En nuestro caso, recordamos que, al contrario que otros, nosotros somos representantes de los trabajadores ante la empresa y no representantes de la empresa y sus designios ante los trabajadores. 

Por eso, continuamos en nuestra línea de rigor y compromiso con nuestros compañeros, le pese a quien le pese.

Rebuznan, luego cabalgamos.

Una vez aclarados estos extremos, hay situaciones generadas por la pandemia que también requieren una actuación coherente por parte de la empresa y, sobre todo, requieren que, una vez pasada esta situación (sea cuando sea) se aprenda de lo sucedido en estos días para futuras actuaciones.

La conciliación de la vida laboral y familiar tiene que ser un objetivo real que no sólo se quede en bonitas palabras y en el mismo párrafo que se añade una y otra vez en los acuerdos colectivos.

La empresa ha de mostrar una voluntad real de que esta conciliación se lleve a cabo mediante la flexibilidad horaria y no, como pretendía en su momento, mediante la reducción de horario y salario para añadir a los recortes que llevamos sufriendo desde hace años.

Respecto a cuestiones que, más allá de la coyuntura urgente e inaplazable de estos días, deben ser analizadas cara al futuro más inmediato, destaca el teletrabajo, una modalidad laboral con muchas sombras y que, en todo caso, parte de una serie de consideraciones que no son las que se están teniendo en cuenta por parte de la dirección de Liberbank.

Entre otras cuestiones de mínimos que es conveniente aclarar están las siguientes:

En el teletrabajo, es la empresa la que debe proporcionar todos los medios para que el trabajador pueda realizar su trabajo.

Tanto el equipo informático como la conexión a la red, como la conexión telefónica y el teléfono a utilizar, en su caso, deben ser proporcionados por la entidad.

El horario ha de estar claramente tasado y ha de respetarse escrupulosamente el derecho a la desconexión, sin que, como está pasando en algunos casos, se pretenda que el trabajador debe estar “pendiente y disponible” en horario fuera del establecido.

Obviamente, lo inesperado de la situación ha hecho que los trabajadores que están en esta modalidad laboral utilicen su ordenador, su conexión a la red (lo que genera problemas con quienes no tienen estos elementos o los tienen limitados, por convivir con personas que también deben utilizarlos para trabajar o para tareas escolares) e incluso, su teléfono personal para realizar su trabajo.

Una muestra más de que, al igual que  siempre y más cuando estamos atendiendo a los clientes en las oficinas en estos difíciles momentos, no es la falta de compromiso de los trabajadores (más bien al contrario) sino la nefasta política de personal de la dirección de Liberbank la que nos ha llevado a la situación laboral tóxica que llevamos padeciendo desde hace años.  

Ahora y cara al día después de la pandemia, al igual que el sector bancario tiene una oportunidad única de ser parte de la solución y no del problema en base a su actuación ante la brutal crisis económica y social que tenemos encima (con posibilidades de nacionalización del sector o de algunas entidades) la dirección de Liberbank tiene ahora la oportunidad de responder al compromiso de los trabajadores con una serie de medidas que tienen una lógica absoluta y que tendrá que tomar tarde o temprano como paso previo a la necesaria normalización de las relaciones laborales en la entidad:

Anulación inmediata de los recortes fraudulentos aplicados unilateralmente por la dirección en vigor actualmente, que iban a ser juzgados en la Audiencia Nacional este pasado 14 de abril y que, de momento, tiene nueva fecha de juicio para el próximo 14 de julio.

Pago inmediato de las cantidades pendientes de abonar a resultas de la anulación (en base a la demanda de la CSI) del ERE fraudulento del 2013, retirando los recursos de nula utilidad que ha presentado con la única intención de retrasar unos pagos que va a tener que efectuar de todas las maneras.

Cumplimiento de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Asturias en base a la demanda de la CSI que anula la congelación de las bandas salariales de los trabajadores que ingresaron en Cajastur después del 25 de enero 1.999, mediante el abono de las subidas de convenio estatal y la retirada del recurso al Tribunal Supremo respecto al cual la Fiscalía del dicho tribunal ya se ha pronunciado, dando la razón a la CSI y avalando la sentencia del TSJA.

Una vez más, la pelota está en el tejado de la dirección de Liberbank.

Puede aprovechar la coyuntura actual para enderezar su nefasto rumbo o empecinarse en continuar en su errada trayectoria de agresión permanente a los trabajadores.

Hagan lo que hagan, desde la CSI seguimos en la pelea.

Por la cuenta que nos trae a todos.

Para cualquier incidencia o consulta, poneros en contacto con los delegados del sindicato.

Seguiremos informando.

20 de abril de 2020

El neoliberalismo resucitará

Juan Carlos Escudier

Diario Público17/04/2020 

La gran víctima del coronavirus ha sido el neoliberalismo y sus afligidos deudos están llevando el luto muy malamente. Se preguntan perplejos cómo es posible que estando en la flor de la vida, con una salud de hierro forjado y con un esplendoroso futuro de recortes y reformas estructurales por delante nos haya dejado así, de sopetón, sin siquiera haber tenido tiempo de exponer ante notario sus últimas voluntades. La vida es así de dura: hoy doctrina económica imbatible y mañana ‘estauta’. Siempre se van los mejores. Tanta paz lleve como descanso deja.

Los seguidores del difunto están muy desconcertados porque el mundo en el que creían se viene abajo. Ahora que el Estado estaba acorralado y la única duda era conocer el momento exacto de su rendición, el leviatán ha resurgido y ha empezado a zamparse dogmas y a hacer avioncitos de papel con la deuda y el déficit público, animado además por algunos conversos que se han pasado al enemigo sin derramar una sola lágrima y recomiendan gastar como si no hubiera un mañana. Es el fin de los días, el del libre mercado, de los cinturones apretaditos, el de los impuestos bajos que tanto bien hacían a los que ignoraban lo que era la Sanidad pública porque hasta para extirparse un grano en el culo viajaban a Houston en jet privado y el de esa salvífica austeridad que propugnaban los que en una hora ganaban más que todos sus empleados juntos en un mes.

El primer signo del Apocalipsis, la primera de sus trompetas, ha sonado al ritmo del ingreso mínimo vital que se dispone a aprobar el Gobierno para que los muertos de hambre o, mejor dicho, los que no tienen dónde caerse muertos, disfruten de una pequeña porción de la sopa boba que ingerían algunos parados y esos pensionistas que por el simple hecho de haber cotizado durante cuarenta años se creían con derecho a seguir cobrando hasta hacerse nonagenarios sin dar un palo al agua. ¿Dónde quedó aquello de que para contratar más había que despedir barato? ¿Qué fue de lo de trabajar más por menos dinero? ¿Por qué se han olvidado tan pronto las nefastas consecuencias de vivir por encima de nuestras posibilidades, con lo que costó inculcarlo mientras se refundaba el capitalismo? ¿Nadie es consciente de que en una sociedad moderna, aunque con guantes y mascarillas, no hay lugar para tanto ocioso?

Viendo que era imposible luchar contra los elementos porque la tormenta tiene muy desguazado el velamen, los que aún guardan la llama neoliberal como si se tratara de la antorcha olímpica se han aplicado a desacreditar la iniciativa por el único flanco en el que veían posible arañar el muro: la división en el Ejecutivo sobre el momento de poner en práctica esta renta mínima. Así han concluido que habiéndose impuesto los partidarios de acelerar su aprobación, es decir Iglesias y los suyos, o, lo que es lo mismo, los populistas bolivarianos, estamos necesariamente ante una medida totalitaria y comunista que, para colmo, no se asienta sobre una caridad temporal sino que aspira a institucionalizarse como un derecho. Así de perverso es este tipo de comunismo.

Desolados como están por la terrible pérdida, los neoliberales mantienen todavía alguna esperanza en la resurrección de su pensamiento, sino es al tercer día quizás al tercer año, y el ingreso mínimo les subleva. ¿Cómo vamos a bajar los impuestos en el futuro si hay que mantener a la actual pandilla de indigentes y los que se vayan sumando a ella? Y lo que es más grave aún: ¿quién se atrevería, si no es el mismísimo Aznar con su pelazo sin canas, a quitar el caramelo al niño una vez que lo tenga en la boca?

Como todo en la vida tiene su némesis y el comunismo es altamente infeccioso, hay quienes opinan que la renta mínima no puede demorarse, y que mayo, como parece estar previsto en el BOE, pero que será junio o julio en la vida real, queda demasiado lejos por eso de que las neveras no se rellenan por arte de magia y solemos tener la mala costumbre, incluso estos contemplativos vividores, de hacer alguna comida al día. Y aunque ya sea una costumbre que el ministro Escrivá se entere por la prensa de determinadas cosas, una que tendría que grabarse a fuego es que no hay paciencia que contenga los retortijones de estómago. No es este un capítulo más de la emergencia sanitaria; es una urgencia vital que siempre ha estado ahí pese a que miráramos hacia otro lado.

Es el momento de apuntalar a toda prisa el nuevo Estado del Bienestar porque no es descabellado que cuando la barra libre del gasto se acabe, que lo hará más temprano que tarde, el neoliberalismo apartará la tierra que ahora le cubre y echará a correr como Lázaro en busca de algo que llevarse a la boca. Embestirá sin piedad contra todo aquello que no esté suficientemente cimentado porque el dinero es el lobo feroz del cuento que derriba las casas de paja y madera de todos los cerditos que malviven de la protección oficial. 

Cuando vuelvan los defensores de la anorexia del Estado y este sea de nuevo el reino de los que encalan sus capitales en paraísos fiscales nos arrepentiremos de todo lo que pudimos hacer y no hicimos. Pongámonos manos a la obra cuanto antes.