Miércoles,
14 de septiembre, juicio por las medidas unilaterales dictadas por la dirección
como paso previo al ERE fraudulento firmado con los sindicatos del Régimen
Otra vez en
la Audiencia Nacional defendiendo los derechos de todos
El
miércoles próximo tendrá lugar en la Audiencia Nacional la vista de las
demandas presentadas por diversos sindicatos de Liberbank (obviamente, la CSI
entre ellos) contra las medidas aplicadas unilateralmente por la dirección como
paso previo a la firma del ERE fraudulento que, a raíz de la demanda por
vulneración de la libertad sindical en lo relativo al derecho a la negociación
colectiva presentada por la CSI, fue anulado por la Audiencia Nacional y
confirmada dicha anulación por el Tribunal Supremo.
Como
siempre hemos hecho, sin prejuzgar el sentido de la sentencia que en su momento
dicte la AN y sin esperar al cómodo análisis de los resultados del partido del
día anterior que con tanta asiduidad practican algunos, desde la CSI queremos
manifestar lo siguiente:
Previamente al análisis de las múltiples
razones por las que, desde un primer momento, afirmamos que estas medidas eran,
además de absolutamente inmorales, ilegales, consideramos que, una vez anulado
el ERE que estuvo en vigor hasta finales del 2013, no procede retrotraerse a
las medidas previas a ese ERE, ya que éste sustituyó a dichas medidas (con
carácter retroactivo, además) y todos los recortes salariales, traslados y
pérdida de beneficios sociales se hicieron en base a dicho ERE, como así consta
en las comunicaciones y en las propias nóminas, sin que se haya producido una
convivencia o una complementariedad entre medidas unilaterales y ERE anulado.
Las medidas unilaterales aplicadas por
la dirección no fueron justificadas en ningún momento (como así reconocieron
los mismos sindicatos que posteriormente, sin que se subsanara dicha falta de
justificación, firmaron el ERE anulado, y el otro y los que hagan falta).
La CSI exigió por escrito, desde el
comienzo del supuesto proceso negociador, la documentación contable referida al
grupo Liberbank y a las decenas de empresas participadas que forman parte de
dicho grupo y la justificación de las medidas de recorte propuestas. Dicha
documentación jamás nos fue presentada.
Igualmente, denunciamos las múltiples
irregularidades cometidas por la dirección a lo largo de ese supuesto proceso
de negociación que demostraban que no había voluntad de negociar nada,
escenificando un paripé con el que se buscaba evitar la posibilidad de que,
como así sucedió finalmente, los sindicatos que no estábamos dispuestos a
avalar con nuestra firma este robo a los trabajadores, lográsemos demostrar su
ilegalidad.
Para no ser excesivamente reiterativos,
recomendamos la relectura de las circulares publicadas en esas fechas y
recogidas en este blog donde informamos
ampliamente de todo el proceso, de los motivos de nuestra oposición a este
teatrillo pactado entre la dirección y sus cómplices sindicales y de las
razones con las que acudimos a los tribunales buscando su anulación.
Para
CSI, la aplicación unilateral de los recortes por parte de la dirección formaba
parte de la estrategia diseñada por su carísimo (a nuestra costa, como todo lo
demás) gabinete desguazador: primero, susto a los trabajadores; después, firma
con el sindicalismo del Régimen lo que ya estaba previamente acordado.
Una
vez más, los trabajadores fuimos utilizados como cobayas de un nuevo
experimento en materia de utilización torticera de un falso proceso negociador que
sólo buscaba dar apariencia de legalidad a una colosal estafa que forma parte,
además, del mayor atraco perpetrado en los últimos años: la
privatización/liquidación de las cajas de ahorros.
La
dirección y sus comparsas sindicales, cegados por su creencia de que los
trabajadores somos idiotas, fracasaron en su intento de que nos creyésemos que
gracias a la voluntad compasiva de unos y la firmeza reivindicativa (¿?) de
otros, se había firmado un ERE que íbamos a aplaudir con las orejas.
Gracias
a que los trabajadores no nos quisimos creer ese cuento y a que nos negamos a
tirar la toalla, seguimos en la pelea contra los EREs fraudulentos (el primero,
anulado y el segundo, tan injustificable como el primero, convalidado por los
tribunales).
Como
dijimos anteriormente, si los trabajadores tenemos ahora una oportunidad
razonable de derrotar en los tribunales a quienes nos han hecho objeto de este
atropello, es porque en la mesa de negociación y en los tribunales, se hizo lo
que se tenía que hacer: defender con rigor y determinación los derechos de los
trabajadores a los que representamos, sin dejarnos impresionar por la
prepotencia de la dirección ni enredar por las maniobras de los abogados de la
dirección (especialistas en achatarramiento de empresas, desguaces de empresas
y voladura controlada de cajas de ahorro con la plantilla en su interior) ni
manipular por los sindicatos del régimen.
Por
nuestra parte, no cambiamos nada de lo dicho y hecho hasta ahora.
Seguimos
en la pelea por los derechos y la dignidad de los trabajadores.
El
miércoles próximo, en la Audiencia Nacional, también.
Seguiremos
informando.
12
de septiembre de 2016