14 septiembre 2015

La dirección de Liberbank pretende pasarse por el orto las sentencias del Tribunal Supremo y de la Audiencia Nacional: ¿Qué opina el Ciudadano Luis Garicano?



La dirección de Liberbank pretende pasarse por el orto las sentencias del Tribunal Supremo y de la Audiencia Nacional

¿Qué opinará de esto el Ciudadano Luis Garicano, eminente teórico del “capitalismo de amiguetes” que se lleva 100.000 euros al año por formar parte del Consejo de Administración de la entidad bancaria que bate records de condenas judiciales por todo tipo de trapisondas, fraudes y atropellos contra trabajadores y clientes?

A más de un mes de conocido el fallo del Tribunal Supremo que rechaza el recurso de Liberbank contra la sentencia de la Audiencia Nacional que anulaba el primer ERE fraudulento y condenaba a Liberbank, CCOO y UGT por atentar contra el derecho a la libertad sindical, la dirección sigue haciendo caso omiso de dicha sentencia, dejando claro que, en tanto en cuanto estos atropellos no tengan consecuencias penales y patrimoniales directas sobre quienes las perpetran, seguirán instalados en esa vomitiva impunidad que les garantizan las aceitadas relaciones (financiadas con nuestro dinero) que mantienen con los poderes políticos y mediáticos.

A pesar de haber anunciado en su momento que cumpliría la sentencia pero exclusivamente en su particular interpretación (o sea, que nos devolvería 6 millones de euros, en vez de los 70 que nos descontaron ilegalmente en el periodo en que el primer ERE fraudulento estuvo en vigor), la dirección de Liberbank no ha tomado ninguna iniciativa en este sentido.

Puestos en contacto con Relaciones Laborales, nos comunican que dicha ejecución lleva aparejado “un ingente trabajo”(sic), por lo que no están en condiciones de dar una fecha aproximada para su reflejo en las nóminas de los trabajadores.

Resulta llamativo que, con lo ágiles que estuvieron a la hora de pergeñar este atropello y con la prisa que se dieron en aplicarnos los brutales recortes salariales tanto en un ERE como en el otro, tengan ahora tantas dificultades técnicas para calcular lo que, según ellos, nos tienen que devolver.

Mientras la dirección se toma con una calma insultante el cumplimiento de las sentencias de los más altos tribunales del país en una muestra evidente de su falta de voluntad de cumplirlas, sus cómplices del sindicalismo del Régimen siguen empeñados en tender una cortina de detritus para ocultar la magnitud de su traición.

Podríamos decir que la estrategia de CCOO, defendiendo con un ardor digno de mejor causa los argumentos y los intereses económicos de la patronal no tiene nombre, pero esta afirmación no pasaría de una mera figura retórica: tiene muchos nombres, pero nuestra esmerada educación (y la existencia de un código penal recientemente reformado) nos impiden reproducirlos por escrito.

Suponemos que sus afiliados y votantes, a los que se les deja sin posibilidad de reclamación económica por la vía de su sindicato, traicionándolos una vez más, sabrán definir con exactitud el concepto que les merece esta reiterada actitud de servilismo sindical.

En relación con esa máquina de generar noticias entre lamentables y estrafalarias en que se ha convertido nuestra entidad, pudimos leer hace unos días, en el suplemento dominical de Economía del diario El País, un patético artículo firmado por Luis Garicano, miembro muy bien remunerado del consejo de administración de Liberbank (circunstancia que en su modestia, se olvida de hacer constar cuando despliega el listado de sus muchos títulos, carreras, estudios y publicaciones) que llevaba por título “¿Se puede desmontar el capitalismo de amiguetes?”.

En dicho artículo, cuya lectura recomendamos previa ingesta de un litro de tila, este postulante al cargo de Ministro de Economía en un posible gobierno de su partido, de su partido coaligado con el PP, de su partido coaligado con el PSOE o de su partido coaligado con quien sea menester, desarrolla una curiosa teoría según la cual existirían dos capitalismos: un capitalismo de amiguetes corrupto e inmoral y un capitalismo ético, pleno de virtudes morales e igualdad de oportunidades, del que él mismo (modestia aparte) formaría parte destacada desde la atalaya de sus abundantes conocimientos.

Para los trabajadores de Cajastur, llueve sobre mojado. Llevamos años soportando este tipo de desfachateces. Estamos hartos de ver a quienes llegaron a la cúspide de nuestra entidad por los más corruptos caminos de la política asturiana dando lecciones de honestidad, austeridad y profesionalidad. Si ya hace mucho tiempo, cuando muchos callaban, denunciábamos esta falta de escrúpulos, no vamos a callar ahora, cuando lo que denunciábamos acerca del saqueo y la liquidación de nuestra Caja se ha confirmado con creces, para desgracia nuestra y de todos los asturianos.

Por esto mismo, seguimos recordándole al Ciudadano Luis Garicano las preguntas que, en su momento, le remitimos mediante una Carta Abierta y que, tal vez por aquello de que es muy difícil hablar con la boca llena, siguen sin responder. Y, a estas preguntas pendientes, les añadimos las siguientes:

¿Qué opina el Ciudadano Luis Garicano acerca de que el banco de cuyo consejo de administración forma parte haya sido condenado en firme por violar el derecho constitucional a la libertad sindical?

¿Qué opina el Ciudadano Luis Garicano acerca de que, de momento, el banco de cuyo consejo de administración forma parte, haya hecho caso omiso a las sentencias de la Audiencia Nacional y de Tribunal Supremo?

¿Qué opina el Ciudadano Luis Garicano acerca de que el banco de cuyo consejo de administración forma parte haya sido sancionado por la CNMV por la comercialización de las preferentes?

¿Qué opina el Ciudadano Luis Garicano acerca del ridículo montante de las sanciones citadas en comparación con el inmenso daño causado a los ahorradores, a los trabajadores y a la entidad por la intolerable gestión de las participaciones preferentes y la deuda subordinada?

¿Qué opina el Ciudadano Luis Garicano de que los directivos y los miembros del consejo de administración del que forma parte, responsables de las múltiples trapacerías denunciadas por trabajadores y clientes, sigan blindados en sus puestos sin que recaiga sobre ellos la lógica responsabilidad penal y económica?


¿Qué opina el Ciudadano Luis Garicano del viejo adagio “lecciones vendo, pero para mí no tengo”?

¿No son estas situaciones de impunidad una muestra clara de ese “capitalismo de amiguetes”que el Ciudadano Luis Garicano critica en El País?

¿Seremos merecedores de respuesta por parte del Ciudadano Luis Garicano los trabajadores de Liberbank con cuyos recortes salariales se financian las suculentas dietas que percibe o tal vez considera que, al no haber estudiado en la London School of  Economics and Political Science y tal y tal o algún chiringuito neoliberal del estilo, no tendríamos la capacidad suficiente para entender sus elevados razonamientos?

En todo caso, conteste o no conteste, seguiremos insistiendo, tanto en las preguntas como en la denuncia de los abusos y atropellos que, día sí, día también, lleva a cabo la dirección de Liberbank.

Por la cuenta que nos trae a todos.

14 de septiembre 2015