15 febrero 2024

Las huelgas de teatrillo son un buen negocio…para la patronal

 

Las huelgas de teatrillo son un buen negocio…para la patronal

Es entendible que, en estos tiempos de flojera ideológica y olvido de la lucha de clases, en los que, a veces, parece que los derechos que tenemos nos llovieron del cielo, haya muchas palabras que ya no tengan todo el significado de antes.

Lo que no es tan entendible es que, por parte de algunos sindicatos, se utilicen no sólo palabras sino herramientas fundamentales de la pelea de los trabajadores en el sentido absolutamente contrario al que siempre tuvieron.

En el caso de las huelgas de teatrillo a las que nos han convocado reiteradamente, antes de cada ERE fraudulento de Liberbank (para luego firmar exactamente lo que la empresa quería), antes del ERE de Unicaja (para luego firmar exactamente lo que la empresa quería) y, ahora, después de la reciente traición del Acuerdo de No Homologación Salarial, con estas huelgas que están convocando por Internet, sin molestarse en convocarnos a asambleas por territorios ni en convocar movilizaciones en horario de tarde donde los trabajadores y no sólo los delegados sindicales puedan participar, se incumple un principio básico de la huelga: que le haga algún tipo de daño a la patronal.

Muy al contrario, cada jornada de huelga significa para la patronal bancaria un ahorro en salarios y cotizaciones a la Seguridad Social que, teniendo en cuenta las decenas de miles de trabajadores del sector, supone un monto de varios millones de euros adicional al ahorro de costes de personal que ya se ocupan ellos de imponernos con convenios como el pasado (2019-2023) que ha supuesto una brutal pérdida de poder adquisitivo sin que los sindicatos que lo firmaron (los mismos que ahora nos convocan a la huelga) hayan realizado la más mínima autocrítica.

Para más abundamiento, esta convocatoria de huelga no trae consigo el compromiso de los convocantes de establecer unos objetivos por debajo de los cuales no van a firmar, con lo que, en realidad, esta huelga (al igual que las que recordábamos anteriormente) supone darles un cheque en blanco a los sindicatos convocantes para que hagan lo que les parezca, cosa que, vistos los amargos antecedentes que hemos padecido, no parece una propuesta demasiado atractiva para los trabajadores de Unicaja en general y en Asturias en particular.

Como se puede deducir de lo anterior, la CSI no se adhiere a la convocatoria de huelga en las condiciones actuales, aunque, si los sindicatos que la promueven convocan asamblea de trabajadores en Asturias, allí estaremos y si, una vez escuchadas las razones de los convocantes, los compañeros apoyan la convocatoria, acataríamos, como siempre hemos hecho, la decisión de la asamblea.

Una sugerencia sin coste adicional alguno: pueden aprovechar esa hipotética convocatoria de asamblea de trabajadores para explicarnos su apoyo al Acuerdo de No Homologación Salarial, su opinión sobre la injusta situación en la que continúan los trabajadores procedentes de Cajastur y comentarnos en qué parte de su tabla reivindicativa figura la Homologación Salarial y por qué, en sus comunicados en Unicaja ya no aparece ninguna referencia a ella.

A seguir en la pelea.

15 de febrero de 2024

Unos datos necesarios para aportar contexto:

Las dos jornadas de huelga previas a la firma del ERE de Unicaja (diciembre 2021) se comieron la mayor parte de la raquítica subida salarial anual del año siguiente (en 2021, al igual que en 2020 y en 2019, la subida firmada por los sindicatos convocantes de esta huelga fue del 0%).

Durante los 5 años de vigencia del anterior convenio, la diferencia entre la subida del IPC oficial y la subida de salarios recogida en el convenio supuso un recorte del poder adquisitivo del 16%.

Aunque seamos de letras, consideramos que estos datos obligarían, como mínimo, a una serie de explicaciones y a un compromiso de no repetir lo mismo una vez más.

Permanecemos a la espera (sin mucho optimismo, la verdad sea dicha)