Renovaciones, cuentas, “nuevos” talantes y otras canciones de moda
LA CRISIS QUE (CASI)TODO LO TAPA
Coincidiendo con la nueva renovación (válgase la obvia redundancia) del mandato presidencial, hemos asistido a una serie de pronunciamientos internos, externos y mediopensionistas acerca de las múltiples bondades dela gestión del actual presidente en los que, como nota novedosa, se aportaba la chiripitiflaútica idea de que, en tiempos de crisis, la eternización en el cargo de la misma persona aporta una estabilidad y un equilibrio al presente y al futuro de la Caja que podrían verse comprometidos en el caso de que se hubiese procedido a la necesaria renovación tanto del Presidente como de un Equipo Directivo cuya labor es, como mínimo, muy discutible.
Consideramos un insulto a la inteligencia de los trabajadores de la Caja, e incluso a la historia de la entidad, esta absurda estrategia de pretender que nuestro futuro está indefectiblemente ligado a un directivo concreto, aún en el caso de que su gestión hubiese sido tan maravillosa como la que los propagandistas a sueldo se encargan de publicitar.(Por si fuera necesario, recordamos que, en nuestra modesta opinión de trabajadores de la Caja, en dicha gestión hay muchas más sombras que luces).
Consideramos un insulto a la inteligencia de los trabajadores de la Caja, e incluso a la historia de la entidad, esta absurda estrategia de pretender que nuestro futuro está indefectiblemente ligado a un directivo concreto, aún en el caso de que su gestión hubiese sido tan maravillosa como la que los propagandistas a sueldo se encargan de publicitar.(Por si fuera necesario, recordamos que, en nuestra modesta opinión de trabajadores de la Caja, en dicha gestión hay muchas más sombras que luces).
Nos parece especialmente preocupante la teoría sindical de que, a pesar de todo, hay que apoyar la continuidad de Menéndez y hay que aprobar las cuentas del ejercicio pasado debido a la situación de crisis por la que atraviesa el sistema económico en todo el mundo mundial. A este respecto, las preguntas que nos hacemos son las siguientes:
- Los recortes en materia salarial, la falta de perspectivas profesionales y personales, la política de personal basada en el garrotazo y tentetieso, el deterioro de nuestras condiciones de trabajo, ¿Han sido motivados por la crisis o son parte de un plan deliberado y consciente, aplicado desde su llegada a la presidencia porMenéndez, con las complicidades de todos conocidas?
- Teniendo en cuenta esta curiosa teoría acerca de la imprescindibilidad del actual presidente, no nos podemos explicar del todo como es posible que la Caja acumule más de 125 años de historia y, peor aún, no podemos imaginarnos cuál será nuestro futuro cuando, más temprano que tarde esperamos, ya no podamos contar con su esfuerzo. ¿Qué haremos entonces? ¿Cerraremos la Caja? ¿La venderemos a algún banco portugués?
- Si, debido a la crisis, resulta que para algunos la gestión del actual presidente es digna de aprobación e incluso de elogio, haciendo borrón y cuenta nueva acerca de todo lo sucedido en estos años, ¿Quiere decir esto que debemos olvidar la diferencia de lo que suponía trabajar en nuestra Caja antes de que llegase Menéndez y lo que supone ahora? ¿Partimos de cero o de bajo cero?. La media paga de beneficios de marzo que la dirección nos quitó y que vuelve a pagar después de un entretenido vodevil directivo-sindical, ¿Demuestra el “buen talante” de quienes llevan años recortando salarios y perspectivas de promoción?
- Los compañeros represaliados, antes, durante y después del conflicto ¿Sufrieron estas represalias debido a la crisis o debido a las decisiones del equipo directivo?
- Los compañeros a los que se obliga a firmar la cláusula de renuncia al derecho de opción en caso de despido declarado improcedente ¿Pueden consolarse pensando que esta situación se debe, no a las intenciones del equipo directivo de revertir un derecho conseguido mediante acuerdo con los trabajadores, sino a la crisis de las hipotecas basura que obliga a este equipo directivo de tan buen talante a tomar estas medidas con harto dolor de su corazón?. Más aún, ¿No resulta un poco chocante que quienes se aferran a un puesto magníficamente remunerado mediante continuas renovaciones y ampliaciones de su periodo de mandato, sean los mismos que se encargan de hacer más fácil un hipotético despido de quienes no tienen la suerte de contar con esas remuneraciones tan fabulosas? ¿Crisis mundial o desparpajo intolerable?
- Dado que la actual situación de crisis hace, al parecer, más factible la aprobación de cuentas y gestiones varias, ¿Van a revisarse, con el nuevo talante, los resultados de aquellas oficinas o departamentos que no han cumplido objetivos? ¿Van a revisarse, también aplicando dicho talante, el cumplimiento de objetivos de los gestores? ¿Se aplicará la circunstancia atenuante de crisis mundial a los trabajadores de la Caja o sólo es válido para el Presidente y su equipo directivo?