07 abril 2011

Traumático (y suponemos que muy costoso) divorcio entre directivos
¿Devuélveme el rosario de mi madre (y los informes de Boston Consulting) y quédate con todo lo demás?
La guerra es una masacre entre gente que no se conoce y no tiene motivos para matarse en beneficio de gente que si se conoce y prefiere que se maten otros en defensa de sus intereses personales
Una vez consumada la ruptura del Banco Base, la prensa del régimen ha efectuado una tremebunda operación de bombardeo masivo con múltiples noticias acerca del inconmensurable acierto de quienes, a última hora, decidieron dar por finiquitado este proyecto y de la cantidad de nuevas y beneficiosas posibilidades que, para nuestra Caja, se abren una vez decidida la ruptura con la CAM.
Curiosamente (o no tanto) esa misma prensa del régimen era la que, hasta hace escasas fechas, alababa de forma absolutamente ridícula y sin recato alguno las virtudes financieras y humanas de quienes nos habían embarcado en esta fracasada operación cuyo fin último, como la CSI afirmó desde un primer momento, suponía la privatización de nuestra Caja, con todas las nefastas consecuencias que, también desde un primer momento, advertimos y denunciamos.
Por mucho que se empeñen los propagandistas a sueldo, dos cosas contrarias no pueden ser ciertas a la vez, por lo que, o se equivocaron antes o se equivocan ahora quienes metieron a nuestras cajas en todo este berenjenal. Al margen de cualquier otra consideración, parece claro que la situación a la que nos han llevado no beneficia en nada a las cajas, sino al contrario, es la mejor campaña a favor de nuestra competencia y de los intereses de quienes, desde hace muchos años, quieren liquidar el modelo social de las cajas.
En todo caso, vista la ingente cantidad de caspa que inunda el debate sobre la ruptura del Banco Base y el patético intento de agitar un enfrentamiento entre asturianos y levantinos a cuenta del divorcio entre la cúpula de Cajastur y la cúpula de la CAM, se hacen necesarias algunas precisiones:
· Tanto la cúpula directiva de Cajastur como la de la CAM apostaban (y siguen apostando) por la privatización de las respectivas cajas, lo que supone de hecho la desaparición a corto plazo del modelo social de nuestras cajas. En eso estaban absolutamente de acuerdo.
· Tanto la cúpula directiva de Cajastur como la de la CAM se pusieron de acuerdo, después de algunos rifirrafes, en el reparto de puestos, sillones, blindajes y salarios en la cúspide del Banco Base. En eso estaban absolutamente de acuerdo.
· Tanto la cúpula directiva de Cajastur como la de la CAM no encontraban ningún inconveniente en el recorte de empleo (ajeno) directo e indirecto que traía consigo el desarrollo del Banco Base. Ambas dos cúpulas directivas se cuidaron muy mucho de explicar con claridad como iba a ejecutarse este recorte de empleo y de dónde iban a salir la cantidad de bajas que pretendían llevar a cabo si una vez llevadas a cabo las prejubilaciones y las bajas incentivadas no se alcanzaba la cifra requerida. Tampoco explicaron claramente como afectaría a los servicios centrales, a la red de expansión, a la red de oficinas de nuestras regiones de origen y los trabajadores de empresas auxiliares que llevan años realizando trabajos para las Cajas este recorte de personal ni aclararon (aunque tampoco hacía mucha falta, ya que los trabajadores lo podemos deducir fácilmente) para qué necesitaban lderogar el límite de traslado de 25 kms y ampliarlo hasta el infinito y más allá. En esto también estaban absolutamente de acuerdo.
Teniendo en cuenta lo anterior, para la CSI resulta bastante obvio que lo que se nos quiere presentar como una batalla en defensa de los intereses de las respectivas cajas resulta ser una pelea (bastante barriobajera por cierto) entre grupos directivos por el reparto de poder en el conglomerado resultante de la privatización, sin que el Banco de España, en su lamentable papel de Don Tancredo, tome las medidas pertinentes y aclare quiénes, según sus datos, son los responsables de esta monumental pifia.
Por otro lado, resulta inevitable preguntarse por el coste de este divorcio entre cúpulas directivas, ya que suponemos que, en estos casos, no bastará con mandar un SMS para descolgarse de un proyecto de esta envergadura que llevaba meses en marcha. También, aunque sea de una forma meramente retórica, cabe preguntarse quién pagará todos estos costes y quién asumirá las responsabilidades de este fracaso.
A la espera de respuestas para estas lógicas preguntas y a la espera de que la dirección nos haga llegar a los trabajadores la información pertinente acerca de la situación derivada de la ruptura del Banco Base, seguiremos informando.
6 de Abril de 2011
El sindicalismo del régimen, que en su momento votó con el entusiasmo habitual tanto en el Consejo de Administración como en la Asamblea General a favor de esta fracasada iniciativa (y a favor de la privatización de nuestra Caja) nos informa ahora, con la soltura de cuerpo y el desparpajo habitual, de lo mucho y muy combativamente que se opusieron a ella. Otro nuevo insulto a la memoria y a la inteligencia de los trabajadores por parte de quienes están desarrollando una frenética actividad en defensa de sus sillones en los órganos de gobierno de la Caja que contrasta vivamente con la pereza que demuestran a la hora de participar en cualquier iniciativa unitaria en defensa de los derechos y los intereses de los trabajadores y del modelo social de las Cajas. Maravillas del sindicalismo de cogestión y congestión.