04 septiembre 2012

MUTUALIDAD


 
La dirección no consigue reventar la Asamblea

 MUTUALIDAD

Ayer se celebró la Asamblea de la Mutualidad que tenía como objetivo fundamental la aprobación de una serie de propuestas que permitiesen su disolución y el reparto de sus fondos mediante una derrama para todos los mutualistas.

Como ya se había informado, la dirección pretende por todos los medios impedir que la Mutualidad se disuelva sin que, anteriormente a esta disolución, se transfiera a la entidad protectora (la Caja) la cantidad (1.300.000 euros) que en 1990 aportó a dicha Mutualidad para que pudiera actuar como entidad gestora de nuestros fondos de pensiones y que desde entonces forma parte de los fondos propios de esta.

Ante la masiva participación de los mutualistas, tanto en asistencia a la asamblea (184 personas) como en el voto por correo (840 votos) y la aplastante mayoría de los votos a favor de las modificaciones propuestas en el orden del día, que contravenía las intenciones de la dirección (circunstancia que dicha dirección conocía antes de la celebración de la asamblea, ya que los votos por correo se escrutaron previamente) la estrategia a seguir por su parte consistía en intentar por todos los medios reventar la asamblea o, en su caso, si no podía evitarse su celebración, poner las bases para futuras impugnaciones judiciales.

Lo más asombroso de esta estrategia es que el encargado de llevarla a cabo ha sido el presidente de la Mutualidad, representante de la entidad protectora y presidente de la propia asamblea que, siguiendo sin duda tanto órdenes previas como instrucciones que iba recibiendo por medio del móvil, hizo de todo para intentar que la asamblea degenerase en un pandemónium ingobernable, adoptando una actitud de intolerable provocación que pretendía sacar de sus casillas a los asistentes y conseguir que se generase una situación que hiciese imposible la normal celebración de dicha asamblea.

Aunque sería muy largo reseñar todas y cada una de las particularidades de una asamblea prolongada y muy movida, hacemos un pequeño resumen que consideramos ilustrativo:

·        El presidente de la asamblea no solamente se negó a permitir la entrada de los asesores de CPPS, que habían sido invitados a asistir para asesorar técnicamente a los asistentes, sino que también se negó a  que la asamblea pudiese votar y decidir si dichos asesores podían estar presentes en ella.

·        El presidente de la asamblea manifestó haber recibido tres  minutos antes del comienzo de la Junta rectora que tuvo lugar en la mañana del mismo lunes un correo electrónico en el que la entidad protectora se desvinculaba de la Mutualidad, dejando de ejercer ese papel de protectora (sic) y exigiendo la entrega de 1.300.000 euros del fondo mutual. Preguntado acerca de qué persona concreta en representación de qué órgano concreto de qué entidad concreta había remitido tan sumario mensaje, el presidente de la asamblea dijo que dicho mensaje procedía de Asesoría Jurídica (¿¿??) y, cosa absolutamente imposible esta, no había sido remitido por ninguna persona en concreto (¿¿??).

·        Invitado a abandonar la presidencia de la asamblea y de la Mutualidad al haber renunciado, según él mismo manifestaba, la entidad protectora a su papel como tal y teniendo en cuenta que había sido nombrado por dicha entidad protectora y en su representación, hizo caso omiso de tan lógica exigencia y pretendió, en una interpretación absolutamente psicodélica de la legalidad vigente, dar por no constituida la asamblea ya que, según su muy particular interpretación de los estatutos, los más de mil mutualistas que, tanto con el voto por correo como de forma presencial participábamos en ella, no reuníamos el forum suficiente.

·        Una vez fracasado su intento de anular la Asamblea, no le quedó más remedio que permitir que los puntos establecidos en el orden del día fueran sometidos a votación.

       El resultado de la votación en cada uno de los casos fue el siguiente: Votos presenciales a favor de las modificaciones propuestas en el orden del día: 183; votos en contra: 1 (el del presidente de la Mutualidad y de la asamblea); abstenciones: ninguna.

       En cuanto a los votos por correo, oscilaron entre 810 y 820 a favor según los diferentes puntos a votar, entre 10 y 15 votos en blanco y entre 10 y 17 votos en contra.

Resumiendo: Más de 1000 votos a favor de las modificaciones, menos de 20 en contra y en torno a 15 votos en blanco. Como se ve, quedó más que meridianamente claro la intención de los mutualistas acerca de las modificaciones propuestas.

Acerca de si la votación para disolver la Mutualidad contaba con el suficiente quórum, en ese punto concreto existen distintas interpretaciones que no dejan suficientemente claro si eran necesarios los 2/3 de los mutualistas participantes, de forma presencial o por correo, (una vez conseguida la participación del mucho más del 25% del total de dichos mutualistas) o es necesario el voto afirmativo de 2/3 del total de dichos mutualistas (cifra que, a pesar de la altísima participación, no se alcanzó). No cabe duda que esto va a ser motivo de polémica y de posibles reclamaciones por parte de la dirección.

·        Como decíamos, este es un mero resumen, ya que sería imposible relatar con detenimiento todas y cada una de las peripecias de esta asamblea tan movida y todas y cada una de las trapisondas con las que se pretendió, por parte del representante de la dirección, tanto torpedear  el normal devenir de la asamblea como provocar a quienes interveníamos defendiendo la postura de la mayoría de los mutualistas buscando generar una situación que permitiese suspender la asamblea. Afortunadamente, ninguno de los asistentes cayó en tan burda y evidente maniobra provocadora y, con las dificultades reseñadas, la asamblea pudo llevarse a cabo con el resultado anteriormente descrito. 

Una vez terminada la asamblea, se realizó una reunión informativa con los asesores de CPPS, a pesar de que, en cumplimiento de las directrices de ahorro y austeridad ajenas que se aplican en nuestra entidad,  dejaron de funcionar los micrófonos instalados en la sala. Dichos asesores contestaron a las preguntas y a las dudas que los mutualistas presentes les planteamos y, una vez resueltas dichas dudas, parece de sentido común que, como se comentó en dicha reunión, se inste a la Dirección General de Seguros a que, una vez que ya hace un año comunicó que la mutualidad debía estar disuelta, asuma su responsabilidad en esta situación, sancione a quienes están boicoteando la disolución y obligue a que esta se lleve a cabo en los términos apoyados por la mayoría de los mutualistas.

En todo caso, aún sabiendo que la dirección va a seguir poniendo todas las trabas posibles para impedir que este proceso llegue al fin que la inmensa mayoría pretendemos, consideramos que la alta participación en la asamblea de ayer y el resultado de las votaciones constituyen un avance significativo a favor de las aspiraciones de todos nosotros.

Seguiremos informando.

04 de Septiembre de 2012