08 noviembre 2012

COMPARTIENDO ESFUERZOS



Sobre la política presidencial de austeridad retributiva (ajena obviamente)

Compartiendo Esfuerzos

 
En estos tiempos de falta de liderazgo moral en el terreno político, económico y social es de agradecer que, en sus ratos libres, aquellos que dirigen con tanto acierto entidades cuya evolución  son  causa de pasmo y estupefacción en todos los foros financieros del mundo mundial, nos brinden, desde la altura de su reconocida capacidad intelectual y de su nunca suficientemente alabada superioridad espiritual, mensajes de renovación y cambio que iluminen nuestras vulgares existencias de simples mortales preocupados por cosas tan poco elevadas y tan egoístas como el mantenimiento de nuestros empleos, el futuro de nuestras familias y la posibilidad de, si la parca no nos visita antes, tener una pensión que nos permita, después de toda una vida de trabajo, vivir una vejez mínimamente digna. 

Por lo anteriormente reseñado nos parece particularmente emotivo el mensaje presidencial llamándonos a compartir esfuerzos, más aún cuando quien emite este llamamiento moral lleva años realizando esfuerzos sobrehumanos en el terreno de la acumulación de cargos y salarios sin que semejante labor sea reconocida en la amplitud que se merece.

Para subsanar aunque sea parcialmente esta falta de reconocimiento y para que quienes egoístamente nos negamos a aceptar los pequeños recortes salariales (hasta el 50%) y el ERE rotativo que nos permitirá pasar unos meses de ocio y austeridad forzada antes de pasar, mediante el despido barato, al ocio y la austeridad absoluta por siempre jamás, reflexionemos adecuadamente acerca de la injusticia que cometemos al no participar de forma entusiasta en esta nueva iniciativa presidencial, desde la CSI aportamos un nuevo dato que, nuevamente (y ahora sin ironía alguna), denota que quienes ahora pretenden liquidar a los trabajadores a precio de saldo después de liquidar las cajas, se han estado autoadjudicando unos salarios que, desde nuestro punto de vista, hacen que toda esa retórica barata acerca de compartir esfuerzos no sea más que un nuevo ejercicio de intolerable cinismo.

Según el Informe de Gobierno Corporativo de Banco CCM referido al año 2011 que puede consultarse en la web de la entidad 10 afortunados mortales (alta dirección) percibieron por su labor en Banco CCM (sin tener en cuenta lo que, en su caso, hayan podido recibir en otras entidades) un total de 1.227.000 euros. Como se ve, una media de 122.700 euros para cada uno de estos eminentes directivos, cuyo nombre no queremos que quede en el ingrato olvido y, para ello, reproducimos el siguiente cuadro


Nota. Algunos de estos hombres grises, con sus trajes grises, sus vidas grises y sus ideas grises, que no han tratado con un cliente de carne y hueso en toda su lamentable trayectoria profesional se permiten el lujo de pontificar sobre lo que podemos hacer o no podemos hacer los trabajadores en defensa de nuestros derechos para no perjudicar la imagen de la empresa. ¿Qué te parece? A nosotros, lo mismo.

Por otro lado, en la Memoria Anual de Banco CCM correspondiente al mismo año, se informa de las retribuciones percibidas globalmente por el personal clave durante 2011 que, según la misma memoria serían los anteriormente citados más el Presidente-Consejero Delegado, ascienden a 1.527.000 euros.
Incluso gente del común como nosotros, que no somos ni catedráticos de universidad ni niñatos venidos a más a base de genuflexiones y sumisiones varias, podemos, mediante una simple resta, llegar a la conclusión de que el Presidente-Consejero Delegado de Banco CCM, cuyo nombre resulta ocioso hacer constar, percibió durante el año 2011 unas retribuciones de 300.000 euros por su labor en Banco CCM, a sumar a las que percibe en el resto de sus numerosos cargos.

Ante tamaña generosidad retributiva nos preguntamos y te preguntamos:

¿Por qué no nos llamaría a los trabajadores para compartir el esfuerzo de cobrar estos suculentos salarios autoconcedidos, mientras nosotros sufríamos todo tipo de recortes y congelaciones?

¿Ese horrible esfuerzo puede hacerlo sólo, mientras que para despedirnos a bajo coste necesita nuestra colaboración?

¿Cinismo, caradura y/o intolerable descaro?

¿Tú que opinas?

Imagínate nosotros

08 Noviembre 2012