03 septiembre 2013

Escuela de Verano UGT

  Escuela de Verano de UGT
El Gestor Austero, Apolítico, Profesional y tal y tal que, según él, ahora sólo cobra algo más de 500 euros al día (porca miseria), no acudió ya que, al parecer, lleva desde primeras horas de la mañana encerrado en el excusado leyendo El Mundo

A pesar de la ausencia del banquero del PSOE, quienes protestábamos contra la privatización/liquidación de Cajastur, contra el brutal plan de ajuste aplicado a los trabajadores por dicho individuo y contra la estafa de las subordinadas y preferentes pudimos contemplar muy de cerca (mucho más de cerca de lo que ellos hubieran deseado, según podía leerse en sus caras) a otras luminarias del panorama político, sindical y del bajo mundo en general.

Encapsulados entre dos cordones de policías, personajes como Cándido Méndez (el eterno secretario general de UGT que ya no recuerda donde trabajó la última vez que lo hizo), Justo Bragas (el burócrata vendeobreros que, según sus propias palabras, se limpia el culo con el dinero de las indemnizaciones de los trabajadores que despide y opina que las madres de los trabajadores de Liberbank que protestamos por sus múltiples traiciones se dedican al oficio más antiguo del mundo) y Javier Fernández (el individuo eternamente cansado y amargado al que sólo Menéndez y sus simpáticas y ocurrentes privatizaciones son capaces de arrancar una franca carcajada) hicieron el paseillo hasta la puerta del local entre los vítores y aclamaciones (“No hay pan para tanto chorizo” fue la más coreada) de quienes queríamos trasladarles nuestras opiniones, más bien contrarias, sobre su manera de ejercer las obligaciones de sus cargos espléndidamente retribuidos.
 

Mientras Cándido Méndez no articulaba palabra alguna, el Presidente del Principado elevó por una vez los ojos del suelo para dedicarnos, en vano, una de sus conocidas miradas desintegradoras, con lo cual suponemos que permanecerá de baja laboral durante varios días a raíz de tan descontrolado esfuerzo físico, y Justo Bragas volvió a insistir (siempre cerca de la policía) acerca de su conocida teoría sobre el desempeño laboral de nuestras progenitoras.
 

Que este Trío Calaveras, acompañados de un selecto grupo de mariachis paniaguados de la política y el sindicalismo del régimen, se atrevan a dar lecciones de valores y honestidades varias con la que está cayendo y teniendo en cuenta sus trayectorias pasadas y presentes explica mejor que cualquier ensayo el nivel de deterioro de la vida política y el creciente desprestigio de esta casta de vividores que son cómplices de todo lo que nos está pasando.
 

Que cada día más gente salgamos a la calle a decirles lo que opinamos de ellos y a pelear por nuestro presente y nuestro futuro tiene que ser motivo de ánimo y de esperanza.
 

A por ellos, que son pocos y muy cobardes.