25 febrero 2014

Juicio en la Audiencia Nacional contra el ERE



Juicio en la Audiencia Nacional contra el ERE

El lunes próximo 3 de marzo tendrá lugar la vista de la demanda presentada por el Comité de Oficinas de Asturias de Cajastur/Liberbank contra el ERE vigente en la entidad

Una vez anulado por la Audiencia Nacional el anterior ERE y condenados los tres socios de esa monumental estafa a los trabajadores (la dirección, CCOO y UGT) por violación del derecho a la libertad sindical, los mismos personajes (con el estrambótico añadido de CSIF, que se pasa al Lado Oscuro en una pirueta digna de asombro) firmaron una reedición del atraco anterior, procurando, eso sí, darle un barniz de legalidad que dificulte los recursos legales contra este atropello.

No hay que olvidar que para todos los personajes implicados en este turbio asunto (el apolítico, austero y profesional gestor que etc., etc., los sindicalistas traidores a tanto el ERE y el gabinete de abogados que se está haciendo de oro a base de la desgracia de decenas de miles de familias), la sentencia que conseguimos anulando la anterior estafa ha supuesto un descalabro considerable: 67 millones de euros a devolver a los trabajadores y el honor (dudoso para ellos, bien cierto para nosotros) de que el ERE de Liberbank ha sido el único  de todo el sistema bancario español anulado por los tribunales. Si tuvieran vergüenza, sería tremendo.

Ahora, a pocas fechas del nuevo juicio, desde la CSI consideramos pertinentes una serie de aclaraciones acerca de la batalla judicial pasada y presente:

En el terreno judicial, la única manera de defender los derechos de todos y cada uno de los trabajadores de Liberbank es presentar una demanda contra el ERE, por lo que no presentar esa demanda supondría, lisa y llanamente, renunciar a cualquier posibilidad de que todos los trabajadores recuperemos los que nos están sustrayendo a mayor gloria del equipo directivo y a beneficio de quienes se quieren quedar con lo que fueron las cajas de todos a precio de saldo.

Teniendo en cuenta que todos los sindicatos, incluso los que firmaron el ERE, reconocen que la empresa no justificó las supuestas necesidades de este  brutal plan de ajuste y que, además, estos recortes no garantizan de ningún modo el mantenimiento de nuestros puestos de trabajo, la única posibilidad de que se abra un periodo de negociación real en que se aborde nuestro futuro con la información pertinente y con propuestas por parte de la dirección que sean razonables y asumibles, consiste en intentar anular este ERE al igual que se anuló el anterior.

Por otro lado, es absolutamente incorrecto pretender que la presentación de una demanda colectiva perjudica las posibilidades de quienes optan por presentar una demanda individual al haberles aplicado las medidas más extremas con unos criterios absolutamente arbitrarios. Renunciar a esta demanda colectiva no incrementaría las posibilidades de éxito de las individuales, más bien al contrario. Igualmente, consideramos que ningún argumento puede justificar la renuncia a defender los derechos de más de 5.000 compañeros, más aún cuando demandas colectivas e individuales no son antagónicas, sino complementarias.

Es obvio que ningún recurso a los tribunales garantiza la victoria de los trabajadores por mucha razón que tengamos. No en vano, los firmantes del ERE han intentado guardar las formas, dando apariencia de negociación al paripé que les salió mal la vez anterior para evitar otra derrota del estilo de la anterior. Lo que sí está garantizado fuera de toda duda es la imposibilidad de tumbar el ERE si se renuncia a presentar demanda. Pero tampoco en la ocasión anterior teníamos garantizada una sentencia favorable a nuestros derechos. Las sentencias favorables no son fáciles de conseguir. Hay que ganárselas, al igual que cualquier victoria de los trabajadores.

Ni fue fácil la vez pasada, ni resulta fácil esta vez. Desde la CSI, tanto antes como ahora, no pretendemos generar expectativas triunfalistas. Teniendo en cuenta los medios y las complicidades con que cuentan quienes nos aplican estos brutales planes de ajuste, es necesario un trabajo extremadamente serio y riguroso, tanto en la mesa de negociación como en la preparación y la defensa de la demanda una vez que, sin justificación alguna, la mayoría sindical ha avalado con su firma este nuevo atraco.

En la mesa de negociación, el representante de la CSI siempre ha mantenido, aunque en algún momento eso haya supuesto quedarse en solitario, la postura lógica de exigir la documentación contable necesaria para analizar la situación real de la empresa, sin entrar en la peligrosa dinámica de ofrecer importantes recortes salariales a cambio de nada sin que la dirección tuviese que demostrar la necesidad de esos recortes y sin que analizase el despilfarro existente en otros gastos no laborales donde podrían (y deberían) aplicarse drásticos recortes.

En cuanto a los recursos judiciales, la CSI siempre ha sido partidaria de que los distintos sindicatos recurrentes nos pusiéramos de acuerdo para presentar demandas en las que se atacase el ERE desde distintas perspectivas y dejamos claro desde el primer momento que lo importante era tumbarlo, fuera cual fuera el sindicato que lo consiguiese, ya que lo que se debe buscar es la victoria de todos y no de unas siglas concretas y porque esa es la responsabilidad que asumimos cuando somos elegidos como representantes de los trabajadores. En el caso anterior, coordinamos las demandas con otro sindicato y en este, es el Comité de Oficinas de Asturias el que la presenta, el que representa a mayor número de trabajadores de todo Liberbank y donde los sindicatos que nos oponemos al ERE tenemos la mayoría de los delegados.  

En el anterior ERE, la demanda por Tutela de Derechos Fundamentales que anuló dicho ERE fue preparada, junto con los delegados sindicales de la Corriente Sindical de Izquierda en Cajastur, y defendida (muy brillantemente, por cierto, cosa de la que fuimos testigos directos durante el juicio) por Marta Rodil, abogada y compañera de la CSI. La misma abogada que ha preparado con todo rigor, capacidad y entrega posible la demanda que presenta el Comité de Oficinas de Asturias contra el ERE actual.

Para las organizaciones que nos financiamos única y exclusivamente con las modestas cuotas de nuestros afiliados y que no contamos con liberados, la preparación de demandas de este tipo, que además hay que ir a defender a Madrid, con los gastos que esto genera, y donde nos enfrentamos con carísimos bufetes de abogados, con empresas consultoras dispuestas a firmar informes de todo tipo a tanto el embuste y con la complicidad de los sindicatos firmantes, no es un tema  fácil. Más aún cuando desde la dirección se intenta asfixiarnos económicamente, negándose a pagar los gastos de desplazamiento derivados de las convocatorias de reunión durante el proceso negociador. Solamente por ese concepto, nos deben a la CSI más de 5.000 euros que deberemos reclamar en los juzgados.

Pero, por complicado y trabajoso que resulte, consideramos que nuestra responsabilidad como representantes de los trabajadores es pelear por nuestros derechos y por el futuro de los puestos de trabajo en todos los terrenos: la denuncia, la movilización y los tribunales.

Con ese ánimo acudiremos el lunes próximo a Madrid, no a que la Audiencia Nacional nos diga si el brutal ajuste que nos aplican la dirección y los sindicatos es justo. No necesitamos que nadie nos diga lo que ya sabemos: que es una auténtica e injustificable estafa. Esperamos que la Audiencia dictamine que esta estafa es ilegal, al igual que lo era la anterior.

Por nuestra parte, en ello estamos con todo nuestro empeño, porque pensamos que es nuestra obligación como representantes de los trabajadores y que nuestros compañeros se lo merecen.

Como siempre, informaremos en tiempo y forma acerca de este juicio, de una evidente importancia para nuestro futuro, en la que también se verá la demanda presentada por CSICA.

Ánimo, que podría suceder que esta vez, como ocurrió anteriormente para asombro de los atracadores, también ganáramos los buenos.

25 de febrero de 2014