Juicio en la Audiencia Nacional contra el ERE
El lunes próximo 3 de marzo tendrá lugar
la vista de la demanda presentada por el Comité de Oficinas de Asturias de
Cajastur/Liberbank contra el ERE vigente en la entidad
Una vez anulado
por la Audiencia Nacional el anterior ERE y condenados los tres socios de esa
monumental estafa a los trabajadores (la dirección, CCOO y UGT) por violación
del derecho a la libertad sindical, los mismos personajes (con el estrambótico
añadido de CSIF, que se pasa al Lado Oscuro en una pirueta digna de asombro)
firmaron una reedición del atraco anterior, procurando, eso sí, darle un barniz
de legalidad que dificulte los recursos legales contra este atropello.
No hay que
olvidar que para todos los personajes implicados en este turbio asunto (el
apolítico, austero y profesional gestor que etc., etc., los sindicalistas
traidores a tanto el ERE y el gabinete de abogados que se está haciendo de oro
a base de la desgracia de decenas de miles de familias), la sentencia que
conseguimos anulando la anterior estafa ha supuesto un descalabro considerable:
67 millones de euros a devolver a los trabajadores y el honor (dudoso para
ellos, bien cierto para nosotros) de que el ERE de Liberbank ha sido el
único de todo el sistema bancario
español anulado por los tribunales. Si tuvieran vergüenza, sería tremendo.
Ahora, a pocas
fechas del nuevo juicio, desde la CSI consideramos pertinentes una serie de
aclaraciones acerca de la batalla judicial pasada y presente:
En el terreno judicial, la única manera de
defender los derechos de todos y cada uno de los trabajadores de Liberbank es
presentar una demanda contra el ERE, por lo que no presentar esa demanda
supondría, lisa y llanamente, renunciar a cualquier posibilidad de que todos
los trabajadores recuperemos los que nos están sustrayendo a mayor gloria del
equipo directivo y a beneficio de quienes se quieren quedar con lo que fueron
las cajas de todos a precio de saldo.
Teniendo en
cuenta que todos los sindicatos, incluso los que firmaron el ERE, reconocen que
la empresa no justificó las supuestas necesidades de este brutal plan de ajuste y que, además, estos
recortes no garantizan de ningún modo el mantenimiento de nuestros puestos de
trabajo, la única posibilidad de que se abra un periodo de negociación real en
que se aborde nuestro futuro con la información pertinente y con propuestas por
parte de la dirección que sean razonables y asumibles, consiste en intentar
anular este ERE al igual que se anuló el anterior.
Por otro lado,
es absolutamente incorrecto pretender que la presentación de una demanda
colectiva perjudica las posibilidades de quienes optan por presentar una
demanda individual al haberles aplicado las medidas más extremas con unos
criterios absolutamente arbitrarios. Renunciar a esta demanda colectiva no
incrementaría las posibilidades de éxito de las individuales, más bien al
contrario. Igualmente, consideramos que ningún argumento puede justificar la
renuncia a defender los derechos de más de 5.000 compañeros, más aún cuando
demandas colectivas e individuales no son antagónicas, sino complementarias.
Es obvio que ningún recurso a los
tribunales garantiza la victoria de los trabajadores por mucha razón que
tengamos. No en vano, los firmantes del ERE han intentado guardar las formas,
dando apariencia de negociación al paripé que les salió mal la vez anterior
para evitar otra derrota del estilo de la anterior. Lo que sí está garantizado
fuera de toda duda es la imposibilidad de tumbar el ERE si se renuncia a
presentar demanda. Pero tampoco en la ocasión anterior teníamos garantizada una
sentencia favorable a nuestros derechos. Las sentencias favorables no son
fáciles de conseguir. Hay que ganárselas, al igual que cualquier victoria de
los trabajadores.
Ni fue fácil la
vez pasada, ni resulta fácil esta vez. Desde la CSI, tanto antes como ahora, no
pretendemos generar expectativas triunfalistas. Teniendo en cuenta los medios y
las complicidades con que cuentan quienes nos aplican estos brutales planes de
ajuste, es necesario un trabajo extremadamente serio y riguroso, tanto en la
mesa de negociación como en la preparación y la defensa de la demanda una vez
que, sin justificación alguna, la mayoría sindical ha avalado con su firma este
nuevo atraco.
En la mesa de
negociación, el representante de la CSI siempre ha mantenido, aunque en algún
momento eso haya supuesto quedarse en solitario, la postura lógica de exigir la
documentación contable necesaria para analizar la situación real de la empresa,
sin entrar en la peligrosa dinámica de ofrecer importantes recortes salariales
a cambio de nada sin que la dirección tuviese que demostrar la necesidad de
esos recortes y sin que analizase el despilfarro existente en otros gastos no
laborales donde podrían (y deberían) aplicarse drásticos recortes.
En cuanto a los
recursos judiciales, la CSI siempre ha sido partidaria de que los distintos
sindicatos recurrentes nos pusiéramos de acuerdo para presentar demandas en las
que se atacase el ERE desde distintas perspectivas y dejamos claro desde el
primer momento que lo importante era tumbarlo, fuera cual fuera el sindicato
que lo consiguiese, ya que lo que se debe buscar es la victoria de todos y no
de unas siglas concretas y porque esa es la responsabilidad que asumimos cuando
somos elegidos como representantes de los trabajadores. En el caso anterior,
coordinamos las demandas con otro sindicato y en este, es el Comité de Oficinas
de Asturias el que la presenta, el que representa a mayor número de
trabajadores de todo Liberbank y donde los sindicatos que nos oponemos al ERE
tenemos la mayoría de los delegados.
En el anterior ERE, la demanda por Tutela
de Derechos Fundamentales que anuló dicho ERE fue preparada, junto con los
delegados sindicales de la Corriente Sindical de Izquierda en Cajastur, y
defendida (muy brillantemente, por cierto, cosa de la que fuimos testigos
directos durante el juicio) por Marta Rodil, abogada y compañera de la CSI. La
misma abogada que ha preparado con todo rigor, capacidad y entrega posible la
demanda que presenta el Comité de Oficinas de Asturias contra el ERE actual.
Para las
organizaciones que nos financiamos única y exclusivamente con las modestas
cuotas de nuestros afiliados y que no contamos con liberados, la preparación de
demandas de este tipo, que además hay que ir a defender a Madrid, con los
gastos que esto genera, y donde nos enfrentamos con carísimos bufetes de
abogados, con empresas consultoras dispuestas a firmar informes de todo tipo a
tanto el embuste y con la complicidad de los sindicatos firmantes, no es un
tema fácil. Más aún cuando desde la
dirección se intenta asfixiarnos económicamente, negándose a pagar los gastos
de desplazamiento derivados de las convocatorias de reunión durante el proceso
negociador. Solamente por ese concepto, nos deben a la CSI más de 5.000 euros
que deberemos reclamar en los juzgados.
Pero, por
complicado y trabajoso que resulte, consideramos que nuestra responsabilidad
como representantes de los trabajadores es pelear por nuestros derechos y por
el futuro de los puestos de trabajo en todos los terrenos: la denuncia, la
movilización y los tribunales.
Con ese ánimo
acudiremos el lunes próximo a Madrid, no a que la Audiencia Nacional nos diga
si el brutal ajuste que nos aplican la dirección y los sindicatos es justo. No
necesitamos que nadie nos diga lo que ya sabemos: que es una auténtica e
injustificable estafa. Esperamos que la Audiencia dictamine que esta estafa es
ilegal, al igual que lo era la anterior.
Por nuestra
parte, en ello estamos con todo nuestro empeño, porque pensamos que es nuestra obligación
como representantes de los trabajadores y que nuestros compañeros se lo
merecen.
Como siempre,
informaremos en tiempo y forma acerca de este juicio, de una evidente importancia
para nuestro futuro, en la que también se verá la demanda presentada por CSICA.
Ánimo, que
podría suceder que esta vez, como ocurrió anteriormente para asombro de los
atracadores, también ganáramos los buenos.
25 de febrero de
2014