Cuando
al ruin hacen señor, no hay cuchillo de peor dolor
¿Quién se cree que es el director territorial de Asturias?(2)
En una circular anterior, habíamos
efectuado una serie de reflexiones sobre la actitud de ciertos personajes
tóxicos muy extendidos últimamente en nuestro sector que, aprovechando la
situación que estamos padeciendo, pretenden progresar en sus mediocres
trayectorias utilizando sin ningún escrúpulo estrategias inaceptables que pasan
por las amenazas, la intimidación y el chantaje.
Como es obvio, ante la magnitud de estas
cobardes agresiones, la respuesta de los trabajadores ha de ser clara y
contundente. Bastante estamos pasando por causa de la codicia de unos cuantos indeseables
como para tener que soportar que algún chusquero venga a descargar sus
complejos de inferioridad (absolutamente justificados, por otra parte) en
nosotros.
Una vez efectuadas estas consideraciones
generales pasamos al caso concreto que nos ocupa.
Como ya dijimos, el nuevo Director
Territorial de Asturias pretende, por su cuenta y riesgo, enrarecer aún más el
clima que respiramos en las oficinas y, muy suelto de cuerpo, establece una
nueva política de personal que pasa por exigir el cumplimiento de objetivos
personales y el establecimiento de un ranking de trabajadores buenos y malos
(en base a sus particulares criterios).
Tal vez, en sus
vanas ensoñaciones, este directivo imagine que vamos a pelearnos entre nosotros
por aparecer en la parte buena de su clasificación y, sobre todo, por no
aparecer en la parte mala, ya que esto, según parece acarrearía nefastas
consecuencias (“Cada trabajador tendrá unos objetivos semanales
individuales y habrá “una foto” todas las semanas con los empleados que los
cumplieron y quienes no los cumplieron. Aquellos que no cumplan el objetivo
semanal recibirán un correo del director, a la segunda semana de incumplimiento,
un correo del director con conocimiento del director de zona y, a la tercera
semana, correo con conocimiento del Director Territorial”)
En su momento nos preguntábamos qué iba a
hacer el Director Territorial una vez llegada a su poder la copia de la tercera
carta fatídica.
Ya lo sabemos: al parecer, el propio DT
visitará al desafortunado trabajador para decirle, en vivo y en directo, lo que
podría ocurrir con él y con su puesto de trabajo si continúa sin estar a la
altura de las exigencias de tan eximio líder corporativo.
Una vez repuestos de los temblores de
piernas ante tan atroz perspectiva (no nos asustábamos tanto desde los tiempos
del Tren de la Bruja), recordamos a los compañeros lo que puede y debe hacerse
en caso de que esta visita amenazadora se materialice:
Manifiesta
tu intención de que esté presente en la entrevista un representante de los
trabajadores. Ponte en contacto
con la CSI y ahí estaremos sin falta.
Pide
que te den por escrito y firmado aquello que quieran comunicarte a este
respecto.
Graba
la conversación. Es absolutamente legal y es una prueba admitida para cualquier
demanda en el ámbito laboral. En caso de amenaza, procura que se explayen lo
más posible.
En todo caso, repetimos lo ya dicho: a estos
patéticos personajes que nos quieren tratar como animales asustados, ni miedo
ni respeto alguno.
Por la cuenta que nos trae.
Seguiremos informando.
08 de octubre de 2016