Aitor es un trabajador
que, al igual que tantos otros, trabaja por un sueldo que ni siquiera le
alcanza para satisfacer sus necesidades básicas (alimentos, vivienda, etc.).
Por esta razón, Aitor
participa de forma solidaria en numerosas luchas y movilizaciones por los
derechos sociales y por los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Como consecuencia de su
participación en estas movilizaciones y protestas, Aitor es acusado de realizar
pintadas en Villaviciosa, denunciando la emigración económica a la que se ven
forzados miles de trabajadores y trabajadoras para encontrar un trabajo y una
forma de ganarse la vida.
Se le acusa de un delito
de daños, pero las pintadas que ahora se denuncian no constituyen un delito,
sino que encajan perfectamente en una infracción leve de deslucimiento,
recogida en el artículo 37.13 de la Ley de Seguridad Ciudadana.
Además, EL CORTE INGLÉS
se presenta como acusación particular, porque la pintada de la que se acusa a
Aitor, fue realizada en un edificio de su propiedad. En su escrito de
acusación, El Corte Inglés no se conforma con la indemnización para la
reparación de la pintada, sino que añade la petición de delito, aumentando,
así, la condena para quienes son acusados injustamente por protestar ante las
situaciones de injusticia social.
Por todo ello, a Aitor se
le quieren imponer sanciones e indemnizaciones que PODRÍAN LLEVARLE A PRISIÓN
si dichas sanciones e indemnizaciones superan su capacidad económica.
En este sentido, en lugar
de reparar las situaciones de injusticia que se dan en nuestra sociedad, el
sistema judicial prefiere castigar, incluso con la cárcel, a quienes protestan,
precisamente, contra las injusticias sociales que se producen.
El único delito de Aitor
es protestar contra estas injusticias y solidarizarse con las luchas sociales y
los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
Por ello exigimos su
absolución y la retirada de todas las acusaciones.