Elecciones Sindicales Servicios Centrales y Oviedo
OP
Cuatro
candidaturas distintas, pero sólo dos opciones: votar a cualquiera de las tres
listas de las traiciones a los trabajadores, el acuerdo del 25 de enero del 99,
los ERES fraudulentos y la complicidad con los atropellos de la dirección o
votar a la CSI
El 12 de junio vota CSI, el voto que vale
El próximo día 12 de junio se elegirán a
los 13 miembros del comité de Servicios Centrales y Oviedo OP que representarán
a los trabajadores de estos centros durante los cuatro próximos años, tanto en
las negociaciones con la dirección como en la atención a los problemas
concretos colectivos e individuales.
Lo ocurrido en los últimos años en nuestra
entidad ha definido con claridad las diferencias entre el sindicalismo
comprometido que pelea por los derechos de todos los compañeros y los sindicalistas
que, con unas u otras siglas, traicionan de manera constante a los trabajadores
siendo cómplices de todos y cada uno de los atropellos de la dirección.
En
las próximas elecciones de Servicios Centrales y Oviedo OP, el sindicalismo
amarillo se presenta bajo tres siglas distintas que tienen en común la pesada
carga de haber vendido a los compañeros a los que representan en todas las
ocasiones en las que la dirección necesitó de su firma para avalar recortes
injustificados e injustificables que se prolongan en el tiempo de una manera
excepcional incluso para un sector en reconversión como es el de las entidades
financieras.
Para nadie es un secreto que los compañeros
que accedieron a nuestra entidad después del acuerdo del 25 de enero de 1999
están sufriendo desde su mismo ingreso un ERE eterno con brutales recortes
salariales, a los que hay que sumar los tres ERES fraudulentos que venimos
padeciendo desde 2013.
El
acuerdo del 25 de enero de 1999 y sus brutales recortes no tenían ni siquiera
la patética disculpa de la crisis de las cajas (la misma crisis que originaron
con su nefasta gestión quienes después la utilizaron como disculpa para saquear
y privatizar las cajas). A pesar de todo, UGT y USO firmaron esa barbaridad que
justificaron textualmente con el conocido y vomitivo argumento (por llamarlo de
alguna manera) “el que venga detrás, que se joda”.
De quienes firmaron este brutal ajuste, además
de la propia UGT, se presentan a estas elecciones otras dos listas herederas
tanto de aquella UGT que era a la vez sindicato y empresa (STC-CIC) como de la
fenecida USO (la lista de CSIF) que, casi veinte años después, han mudado de
siglas pero siguen manteniendo, y a las pruebas de los tres ERES fraudulentos
nos remitimos, la misma estrategia de pedir el voto para supuestamente defender
los derechos de los trabajadores y acabar haciendo justamente lo contrario.
El
12 de junio, frente a ese batiburrillo de siglas enfangadas en la traición y la
mentira, la única alternativa es la Corriente Sindical de Izquierda (CSI), el
voto que vale para reforzar la defensa de los derechos de todos y la lucha por
nuestro futuro y nuestra dignidad profesional y personal.
Desde la CSI consideramos que el
sindicalismo es una herramienta cada día más necesaria para los trabajadores y
reivindicamos con orgullo nuestra condición de militantes sindicales, con la
responsabilidad y las obligaciones que eso conlleva.
Aunque no es fácil en estos tiempos de
ofensiva generalizada contra nuestros derechos intentar (con nuestras lógicas
limitaciones) practicar una acción sindical honesta y coherente, en la CSI nos
comprometimos desde un principio a estar siempre y en todo momento a
disposición de nuestros compañeros, sin dejarnos amedrentar por las posibles
represalias y sin sucumbir al encanto de los despachos directivos.
Un
buen ejemplo del modelo de acción sindical que la CSI reivindica lo representa
la compañera que encabeza la lista de nuestro sindicato para las elecciones de
Servicios Centrales y Oviedo OP, Adelaida Bermúdez (Laila).
Laila, trabajadora de la Obra Cultural de
Cajastur (durante más de 23 años), luchó contra el ERE de dicha Obra Cultural,
consiguiendo que los tribunales lo declarasen nulo. Meses después fue despedida
aprovechando la liquidación de Cajastur y, lejos de entrar en la subasta de su
puesto de trabajo como pretendían quienes la despidieron, reivindicó su derecho
a volver a la entidad y, gracias a su entereza y a su constancia y a la
solidaridad de muchos trabajadores (de Liberbank y de otras empresas en lucha)
fue readmitida.
Frente
al pesimismo interesado de quienes dicen que no hay nada que hacer contra los
abusos de los poderosos e intentan justificar así su inacción cómplice o su
traición descarada, la compañera Laila representa el optimismo lúcido y
organizado de quienes pensamos que la única lucha que se pierde es la que se
abandona y, además, intentamos predicar con el ejemplo.
Sin necesidad de comparaciones que, en esta
ocasión, además de odiosas serían excesivamente crueles, es obvio la gente de
la CSI no venimos al sindicalismo a atecharnos mientras pasa la tormenta de la
crisis, sino que venimos a estar en la primera línea de esta dura y hermosa
pelea por los derechos de todos.
Para tener más fuerza en esa pelea te
pedimos el voto para la candidatura de la CSI en las elecciones del 12 de junio
próximo.
Vota CSI, el voto que vale
30 de mayo de 2018