01 mayo 2018

Nadie se salva solo: manifestación del Primero de Mayo


  

 Nadie se salva solo: manifestación del Primero de Mayo

Reproducimos la intervención de la compañera Laila en defensa de la Casa Sindical de Gijón, que, como sabéis, quieren derribar porque afea el panorama urbano para el turista de crucero, es un buen bocado para la especulación urbanística y los pelotazos correspondientes y sobre todo, por lo que es y por lo que representa, tanto con respecto al pasado de lucha obrera del pueblo de Gijón, como en la actualidad como lugar de referencia para trabajadores, parados y precarios.

Aclarar que, actualmente, en la Casa Sindical de Gijón están los locales de CNT, CSI, CGT y CCOO. Curiosamente (o no tanto) es CCOO el principal ariete en la exigencia de demolición de la Casa Sindical (no aclara si con nosotros dentro, pero por falta de ganas no debe de quedar), porque, al parecer, no le gustan las malas compañías y prefiere unos locales como los que comparte con sus socios de la Patronal en Oviedo, con quienes tantas ideas comunes y tantos oscuros negocios comparte (la firma de los EREs, la concertación, las subvenciones a troche y moche....)

 
Frente a las mentiras de estos personajes del inframundo político y sindical, las verdades rigurosas, documentadas y apasionadas de la compañera Laila:



Queridos compañeros, queridas compañeras, me han pedido unas palabras en defensa de la pervivencia de esta Casa Sindical.

Sabéis que nos la quieren derribar, que nos quieren echar del lugar donde se han reunido nuestros abuelos para luchar por su dignidad y por nuestros derechos, en el que han encontrado solidaridad y ayuda nuestras madres, nuestros padres, nuestra familia gijonesa trabajadora.

Y yo me pregunto, ¿qué tendrá esta casa que tanto conmueve a quienes tan poco saben de ella?

Como todos habréis oído, recientemente, se ha reabierto en el Ayuntamiento de Gijón un debate sobre el futuro de este edificio. Bueno, vamos a aclarar que no ha sido un debate: ha sido directamente la solicitud de su derribo propuesta por el grupo municipal de Ciudadanos y secundada por sus corifeos a la derecha y a la izquierda (es lo que tiene estar en el centro, que a todos les caes bien y enseguida te secundan). Y también vamos a aclarar que es un debate al que no han sido invitados ni sus propietarios, ni sus legítimos usuarios, nosotros, los trabajadores y nuestros sindicatos de clase.

Aquí enfrente, en el Solarón, está prevista una gran inversión urbanística que se concretará, entre otros equipamientos, en edificios gran lujo para viviendas y oficinas.

Despejar la incógnita es muy fácil; es una sencilla regla de tres: políticos al servicio de su amo es a especulación inmobiliaria, como iniciativas municipales es a X. Y la X parece que es esta Casa, y su actividad sindical, que cuanto más lejos esté de los políticos y de la especulación inmobiliaria, más tajada sacan y mejor para todos ellos.

Su pensamiento es éste: ¡Lo bien que quedaría en este solar un nuevo edificio de ésos polivalentes y lleno de franquicias y lo mal que queda todo este desfile de trabajadores y precarios…!

En este intento de barrernos de su vista se han usado tres tipos de argumentos contra los que debemos combatir: argumentos IGNORANTES, argumentos FALSOS y argumentos MEZQUINOS.

Los argumentos IGNORANTES: en palabras de quienes quieren atentar contra nuestra casa “la sindical es un edificio feo, y sin ningún valor arquitectónico”. Esto, además de ser un argumento demasiado subjetivo para utilizarlo en algo tan serio como un derribo de un edificio histórico, es una opinión que confirma la desinformación absoluta de la mayoría de nuestra clase política.

Si consultasen a quien sabe, al Colegio de Arquitectos, a los historiadores, a la Universidad, que para eso están, les dirían que este edificio fue planeado por los hermanos Somolinos, unos arquitectos asturianos formados en la República. Francisco y Federico Somolinos, planearon el edificio de la Sindical siguiendo

las premisas del llamado Movimiento Moderno, un estilo internacional, heredero de las ideas de Le Corbusier y de la Bauhaus, que lo que pretendía era dotar a los edificios de la máxima funcionalidad, al servicio de los usos que se fuera a dar a cada construcción. Al exterior, son edificios de volúmenes marcados y arriesgados, pero austeros, con poca decoración. Este tipo de edificios es objeto de cuidado y de protección internacional. Pero aquí en muchas de nuestras ciudades, la ignorancia necia de los que toman decisiones, ha hecho desaparecer muchos de ellos, enterrando así una parte de nuestra historia reciente. Y convirtiendo buena parte de nuestras ciudades en falsos decorados neobarrocos, o falsamente modernos, que empiezan a imitarse demasiado unos a otros.

Los argumentos FALSOS son los pretenden asustarnos en el sentido de una mala construcción y el grave deterioro del edificio con fatales consecuencias... El edificio no tiene a día de hoy problema estructurales de construcción: así lo afirman los expertos que lo han visitado. El aspecto de la Casa Sindical responde únicamente a la falta de un adecuado mantenimiento. Una serie de intervenciones nefastas y diversos parches de muy baja calidad a lo largo de los años, han ido deteriorando su aspecto.

La Casa Sindical, efectivamente, necesita unos arreglos, una buena intervención de conservación. Y eso es lo que deberíamos exigir a las autoridades competentes. Y que no nos quieran engañar con argumentos económicos especulativos: en este caso, como en la mayoría de casos, un derribo y una nueva edificación sería, económicamente, mucho, mucho más costosa.

Y por último, los argumentos MEZQUINOS. Los argumentos mezquinos son aquellos con los que nos quieren robar nuestra historia, con los que nos quieren hacer desaparecer de la vista de la ciudad. A nosotros, a la clase obrera, a los parados, a los precarios, al asociacionismo, a la Casa del Pueblo, al espíritu reivindicativo de la clase trabajadora de Gijón que es, en sí, el espíritu de esta ciudad hecha de una gran mayoría de obreros fabriles, también de pequeños profesionales y comerciantes, de emigrantes e inmigrantes, y sobre todo, de gente solidaria que lucha y vela por su dignidad y por los derechos de todos.

Creo que eso es exactamente lo que molesta de este edificio, que es un símbolo.

Se olvidan en sus argumentos de lo más importante, de la MEMORIA HISTÓRICA del edificio:

Recordemos que en su origen este solar lo compraron las (30) sociedades obreras de Gijón en 1913 al Ayuntamiento. Que aquellos trabajadores se organizaron para edificar la primera Casa del Pueblo. Y esta Casa del Pueblo fue incautada en el año 37 y derribada en el 64 para construir este nuevo edificio en 1966.

Este edificio se construyó con la llamada “cuota sindical obligatoria” que se detrajo del sueldo de todos los trabajadores durante los cuarenta años de la dictadura.

¡Ojo! No se construyó con el dinero del Ayuntamiento, ni con dinero del Ministerio, sino con el dinero de los trabajadores…, y por esto, forma parte del llamado PATRIMONIO SINDICAL ACUMULADO.

La titularidad del edificio puede ser ahora del Ministerio (el de Fátima Báñez), pero la realidad es que PERTENECE (con mayúsculas) a los trabajadores.

Los que nos representan en las instituciones, en este caso, en el Ayuntamiento, deben conocer la diferencia entre:
     Propiedad
     Posesión
      Pertenencia
Este ha sido lugar de reunión del trabajador durante bastante más de un siglo. De reunión, de reivindicación y de solidaridad. En torno a la Sindical, los gijoneses tenemos memoria viva de acontecimientos que nos han marcado en nuestra historia social.

Y lo sigue siendo, porque la lucha obrera sigue vigente. Y desgraciadamente, a fuerza de políticas que destruyen empleo y leyes genocidas contra el trabajador es una necesidad vital en nuestros días.

Esos representantes ciudadanos que piensan que nuestra lucha es motivo de vergüenza, que los parados son una lacra que hay que ocultar, que hay que esconder a los precarios, que lo único importante en Gijón son las franquicias y el cachopo, NO nos representan. NO han entendido a esta ciudad ni a su espíritu.

Pero tenemos TODOS los argumentos para defender nuestra casa: LA CASA SINDICAL se QUEDA AQUÍ.

¡LA SINDICAL NO SE CIERRA!
¡ VIVA LA LUCHA DE LA CLASE OBRERA!
¡VIVA EL PRIMERO DE MAYO!