08 agosto 2018

Pucherazo en Servicios centrales y Oviedo O.P.: El sindicato amarillo (STC+Independientes) gana las elecciones sin necesidad de que los trabajadores voten


La justicia (con minúscula) avala el censo a la medida de los intereses de la patronal y sus cómplices sindicales
Pucherazo en Servicios centrales y Oviedo O.P.:
El sindicato amarillo (STC+Independientes) gana las elecciones sin necesidad de que los trabajadores voten

Se conocen como amarillos a aquellos sindicatos que responden a los intereses de la dirección de la empresa y de los dirigentes de dichos sindicatos antes que a los de los trabajadores. Como ejemplo práctico de amarillismo sindical, sirva la tocata y fuga de la secretaria general de STC aprovechando el ERE fraudulento que ella misma se encargó de firmar.

Una reciente sentencia de un Juzgado de lo Social de Oviedo ha dado por válida la exclusión de los trabajadores en excedencia pactada compensada del censo para las elecciones sindicales en Servicios Centrales y Oviedo O.P. que habrían de celebrarse el próximo 11 de septiembre.

Decimos que habrían de celebrarse porque, con dicho censo y teniendo en cuenta las renuncias registradas en diferentes candidaturas, sólo se mantiene la candidatura patrocinada por la dirección (STC+Independientes) por lo que, una vez más (ya lo hicieron en la firma del ERE fraudulento actualmente en vigor), evitarán que los trabajadores puedan decidir y se evitarán a ellos mismos el trabajo de pedir el voto y el sofoco de explicar la curiosa circunstancia de que quienes seguimos en la entidad estemos sufriendo recortes salariales injustificados gracias a la firma de ese ERE mediante el cual la secretaria general de STC (que lo firmó deprisa y corriendo, tal y como exigía la dirección y sin consultar a los afectados, por si acaso) abandonó la entidad para acogerse a la prejubilación que le estamos pagando entre todos (involuntariamente, por lo que a nosotros respecta).

Ante la posibilidad de que todas las extrañas circunstancias que rodean a este peculiar proceso electoral en el que no es necesario que se vote (el ideal de distopía totalitaria) sean fruto de la mera casualidad y no como algunos malintencionados (nosotros, sin ir más lejos) podrían pensar, fruto de un montaje directivosindical que busca evitar la presencia de candidaturas incómodas (la de la CSI, sin ir más lejos), planteamos unas cuestiones que consideramos pertinentes.

STC promueve las elecciones. El censo que la dirección (que es quien dispone la fecha de salida de los excedentes) presenta, excluyendo a los compañeros que se han acogido a la excedencia, consta, por casualidad seguramente, de 252 trabajadores. Según la legislación, a partir de 251 y hasta 500 trabajadores corresponde elegir un comité de 13 miembros. Entre 100 y 250, correspondería elegir un comité de 9 miembros, con lo que sería más factible presentar candidaturas alternativas al sindicato amarillo ¿Casualidad o maniobra conjunta directivosindical?

La mesa electoral dispone que los excedentes deben figurar en el censo. La dirección y STC impugnan dicha decisión. Mientras tanto, el proceso electoral sigue adelante con la presencia de cuatro listas distintas (tres de los firmantes de los ERES y la de la CSI). Desde STC se llama a personas que figuran en la candidatura de la CSI para que se den de baja (cosa que no consiguen) intentando que se anule nuestra lista y que los trabajadores no tengan la opción de votar a un sindicato que ni traiciona ni vende a los compañeros. ¿Iniciativa casual de STC o reparto de tareas en la maniobra conjunta directivosindical?

El laudo arbitral da la razón a la dirección y a sus cómplices sindicales, se suspenden las elecciones que iban a tener lugar el 12 de julio y se fija nueva fecha de elecciones, con el censo a la medida de la dirección y sus cómplices sindicales, para el 11 de septiembre. Con dicho censo, la CSI no consigue tener candidatura completa y teniendo en cuenta diversas renuncias de candidatos que anulan otras listas, sólo queda en vigor a día de hoy la presentada por el sindicato amarillo (STC+Independientes) por lo que, sin necesidad de que los trabajadores ejerzan su derecho al voto, los cómplices sindicales de la dirección se hacen con los 13 miembros del comité de empresa de Servicios Centrales de Asturias y Oviedo OP. ¿Casual coincidencia de un cúmulo de casuales casualidades o putrefacto resultado de las artimañas directivosindicales?

En México, durante decenios gobernó el PRI (Partido Revolucionario Institucional), especialista en ganar todas las elecciones mediante descarados pucherazos en lo que Octavio Paz definió como la Dictadura Perfecta. Para dar la sensación de pluralismo y para intentar disimular el fraude recurrente, el propio PRI se encargaba de promocionar partidos políticos de diverso pelaje que supuestamente competían con él, mientras liquidaba de las maneras más diversas (y eso en México tiene la lectura que se supone al verbo liquidar) a quienes planteaban una alternativa real a ese partido corrupto y despótico.

La dirección y sus sindicalistas amarillos en su prepotencia y en su falta de respeto a los trabajadores, ni siquiera disimulan como el PRI: nos toman por idiotas y quieren que se note.

Por nuestra parte, a pesar de todas estas zancadillas, seguimos en la pelea por los derechos de todos los trabajadores.

Por la cuenta que nos trae a todos.

8 de agosto de 2018