Como era de esperar: días terribles
(y a la dirección todavía le parece poco)
El día de hoy ha supuesto una acumulación de trabajo como hace años no recordábamos.
Por pura lógica, los días venideros serán algo parecido.
Era lo esperable ante el cambio total que ha supuesto la integración informática en Unicaja.
El apoyo entre compañeros y la permanente disponibilidad de los formadores y de quienes están en las oficinas espejo, nos ha permitido, mal que bien, intentar resolver la inmensa cantidad de incidencias con las que hemos tenido que lidiar.
Lo que resulta absolutamente intolerable es que, a esta situación de desborde en las oficinas, la dirección siga sumando su chantaje para obligarnos a acumular más horas de formación en horario de tarde.
En una circular anterior sobre este mismo tema, nos preguntábamos (retóricamente, claro está) si este tipo de decisiones directivas respondían a ignorancia o a mala fe por parte de quienes las toman.
A estas alturas, no puede haber ninguna duda: no es ignorancia, es sólo mala fe.
Una demostración más de que el actual Consejero Delegado de Unicaja sigue desarrollando su tradicional método del mucho palo y la inexistente zanahoria y su filosofía empresarial resumida en “al obrero y al gorrión, perdigón”.
Más motivos para seguir en la pelea.
23 de mayo de 2022