Continúa el caos en las oficinas
El Consejero Delegado, inepto e incompetente para otra cosa que no sea mantener sus privilegios, nos sigue dejando a los pies de los caballos
Más de un mes desde la integración informática, las cosas no mejoran.
Muy
al contrario.
Seguimos yendo a trabajar con la sensación de estar en un barco que se hunde, sin que por parte de la dirección se tome ninguna medida ni se asuma ninguna responsabilidad por una situación que amenaza con colapsar las oficinas y reventar a los trabajadores.
Como es obvio, el responsable directo de todo esto tiene nombre y apellidos: Manuel Menéndez Menéndez, consejero delegado de Unicaja, cuya nefasta trayectoria al frente de Cajastur (RIP) y de Liberbank (RIP) ha dejado muy claro que, como directivo bancario, es un desastre absoluto y que su modelo de dirección, basado en la ruina ajena y el beneficio propio, es todo lo contrario de lo que requiere una entidad que pretenda tener un futuro.
En Unicaja, aparte de subirse el sueldo un 25% (porque él lo vale, según él) nada más llegar, no se le conoce ninguna actividad positiva, como no se le conoció en sus largos años de mandato despótico en Cajastur y Liberbank.
En un mundo razonable, esta trayectoria y la situación a la que nos está abocando actualmente serían más que suficientes motivos para que fuera cesado fulminantemente.
En esta realidad intolerable en la que vivimos, sigue maniobrando para amarrarse al sillón y a los 1.500 euros diarios (incluidos domingos y fiestas de guardar) que se fijó como sueldo (porque él lo vale, según él), sin que le preocupe lo más mínimo lo que pase o deje de pasar con los trabajadores.
Para que quede claro que no todos pensamos como él sobre sus supuestos méritos y su supuesta valía, desde la CSI lo señalamos como culpable directo de lo que nos está pasando y de lo que nos pueda suceder a los trabajadores.
Y, obviamente, exigimos su inmediata dimisión.
A seguir en la pelea.
28 de junio de 2022