Prejubilación
del Director General
SIN VERGÜENZA
(se lo
siguen llevando calentito)
"Cada vez que nos encontramos con un idiota sofisticado o
adulterado, nos abate cierta especie de melancolía y pesar. ¡Ay, qué hermosos
los tontos de antaño! Genuinos, naturales. Como el pan casero" Leonardo
Sciascia
Según
informa la prensa, el Director General de Cajastur y Director de Empresas
Participadas de Liberbank, Felipe Fernández va a prejubilarse para “evitar
incurrir en incompatibilidades recogidas en la futura ley de cajas de ahorros y
fundaciones bancarias”.
También según la prensa, el susodicho continuará como Consejero de
Liberbank, puesto que hasta ahora compatibilizaba con otras canonjías, todas
ellas conseguidas gracias a Cajastur, en los Consejos de Administración de HC
Energía, Ahorro Corporación, Indra, Afianza y Cementos Tudela Veguin.
Preguntas que, viendo este sindiós de Consejos y prebendas varias,
consideramos bastante pertinentes: ¿Cuánto
supone, expresado en cientos de miles de euros al año, esta acumulación de
chollos? Conociendo (o mejor dicho, desconociendo absolutamente por motivos
obvios) cual es el fruto de su “trabajo” (¿?) en nuestra Caja, ¿Qué se supone que está haciendo en todos
esos Consejos de Administración? ¿Tú
qué opinas? Nosotros lo mismo.
Resulta particularmente insultante que todos estos cambios que se
están dando en el seno de los Consejos de Administración de Cajastur y
Liberbank se presenten como una apuesta por la profesionalización
y de la despolitización de los órganos de gobierno de ambas
entidades, cuando tanto este Director General como el Bipresidente son el
ejemplo más evidente de una increíble escalada social y económica a lomos de la
política (en el sentido más bajo y rastrero de la palabra), por lo que resulta
un sarcasmo insufrible que la prensa del régimen pretenda presentar a ambos
como paladines de una supuesta profesionalización de la Caja, cuando aquí han
trabajado y seguimos trabajando miles de profesionales a los que estos
paracaidistas no han dejado de maltratar desde el primer día de su llegada a
nuestra entidad.
Por otro lado, teniendo en cuenta que el Exdirector General de
Caja Cantabria se llevó una bonita cifra, que según la dirección sería de
1.200.000 euros y según la UGT de dicha Caja se acercaría a 6.000.000 euros,
cuando dejó su puesto a finales de 2011, nos preguntamos y te preguntamos, con
la malsana curiosidad que nos caracteriza, lo siguiente:
¿Cuánto se lleva Felipe Fernández como
premio a su esforzada labor durante tantos años (nueve para ser exactos)
rigiendo los destinos de la Caja a la que, con la complicidad de otros, llevó a
su situación actual, que nos abstenemos de definir porque es de sobra conocida?
¿Tenemos derecho a conocer este dato tanto
los trabajadores de la Caja como los clientes y los ciudadanos de Asturias o es
material sensible para la seguridad nacional como, al parecer, su salario y el
del Presidente?
Con la que está cayendo,
¿Es moralmente admisible que un individuo
se prejubile llevándose un pastón con cargo a una empresa en la que sólo ha
¿trabajado? nueve años, más aún cuando dicha empresa está liquidando su Obra
Social y Cultural y está gastando una cantidad ingente de dinero en preparar un
brutal plan de ajuste que incluye, en un primer momento, ERES temporales y
rebajas salariales de hasta el 50% y, a medio plazo, cientos de despidos a precio
de saldo?
¿No debería pagársele, en todo caso, una
parte proporcional de lo que le pudiera corresponder y que el resto fuera
abonado por las empresas en las que anteriormente hubiera trabajado o lo que se
supone que se haga en la política y la universidad (esos maravillosos lugares
de donde provienen estas gentes y que, como es sabido, son ejemplo de honradez,
ética, profesionalidad eficiencia y
otras virtudes teologales) para justificar el sueldo?
¿No se les cae la cara de vergüenza cuando
se reparten este tipo de prebendas con dinero ajeno mientras que a personas que
llevan, en muchos casos, bastantes más años que ellos trabajando de verdad en
esta entidad y por esta entidad se les pretende recortar los salarios de forma
brutal y se les prepara, no un retiro dorado como el que nos referimos, sino un
despido puro y duro con las consecuencias personales y familiares que todos
conocemos? (Pregunta
retórica esta, cuya respuesta conocemos de antemano: no, no se les cae la cara
de vergüenza).
Como vemos, en nuestra empresa, al igual que pasa en nuestro país,
la desfachatez de los poderosos, su falta de respeto a la gente del común y la
soberbia de creerse con derecho a cualquier cosa y con impunidad absoluta para
hacer cualquier cosa, están alentando una ira y un cabreo que, esperemos, más
temprano que tarde ha de pasarles la factura que se merecen.
Por el bien de todos, que así sea.
Por nuestra parte, en la medida de nuestras posibilidades, en ello
estamos.
25 de enero de 2013