Con el 60% de abstención, se consuma el pucherazo
Los sindicalistas amarillos se hacen con el 100% de los delegados de Servicios
Centrales de Asturias y Oviedo OP
Hoy han tenido lugar las peculiares
elecciones en Servicios Centrales de Asturias y Oviedo OP, de las que ya hace
más de un mes se sabía el resultado: el sindicato amarillo patrocinado por la
dirección y resultado de la fusión entre STC y los “independientes” (del rojo
al amarillo) ha conseguido el 100% de los componentes del Comité que representa
a ese centro de trabajo.
Confirmado, obviamente, el resultado final,
hay una serie de datos y cifras que es conveniente resaltar.
La
abstención ha sumado el 60,70% del censo electoral. Un record en la historia de
este tipo de elecciones.
Del 39,30 de los votantes, los
sindicalistas amarillos han conseguido 86 votos (86,86%), registrándose 7 votos
en blanco y 6 nulos.
Con el censo a la medida elaborado por la
dirección para beneficiar a sus palmeros sindicales, cada delegado del
sindicato amarillo sale a 7,61 votos.
En
oficinas, la CSI tiene 7 delegados con 210 votos. Cada delegado nos sale a 30
votos. Con la proporción de estas elecciones, tendríamos que tener entre 27 y
28 delegados.
Evidentemente, que 86 personas hayan votado
a quienes firman los ERES, boicotean cualquier actividad reivindicativa y están
a disposición de la dirección para cualquiera de las traiciones que sean
necesarias, no deja de merecer una reflexión sobre la condición humana y sus
múltiples contradicciones, pero entendemos que cada cual es libre para votar y
debería ser consecuente con sus actos (si se vota a quienes son cómplices de
los recortes, sería lógico apuntarse los primeros a los próximos recortes si
los hubiera o hubiese).
Como es lógico, no felicitamos a quienes
son cómplices de este pucherazo por esta vomitiva victoria.
Por nuestra parte, seguimos en la pelea por
los derechos de todos.
11 de septiembre de 2018
A pesar de sus esfuerzos, los sindicalistas
amarillos no han conseguido llegar al porcentaje de Huesca en el referéndum de
los 25 años de paz del franquismo.
Qué mala suerte!
Otra vez será!