Algo huele a
podrido en la Fundación Bancaria Cajastur
Roma
no paga traidores
Liberbank,
sí
(con
el dinero que nos quita a los trabajadores)
Hace escasas fechas se hacía público el
informe de gobierno corporativo de la Fundación Bancaria Cajastur
correspondiente al año 2017.
En dicho informe se refleja, entre otras
curiosidades, la dimisión (en noviembre del año pasado) de un miembro del
patronato de la Fundación (el presidente de Alimerka).
Esta dimisión, que ha sido cuidadosamente
ocultada por la misma prensa que tanto bombo suele dar a las magníficas cualidades
profesionales y humanas que adornan a los miembros de dicho patronato (cuestión
ésta que no discutimos pero que no disculpa su silencio cómplice ante el
desguace de lo que fue Cajastur) como si esto fuera aval suficiente para obviar
las barbaridades que por acción u omisión están permitiendo, coincide en el
tiempo con el proceso de ampliación de capital de Liberbank que restó gran
parte del poder accionarial de la Fundación Bancaria Cajastur para cedérselo a
los fondos buitre que han tomado significativas posiciones en la entidad para
especular con lo que fue la Caja de todos los asturianos.
¿Casualidad o causalidad?
A saber, pero, por si acaso, ahí queda
apuntado el dato.
En todo caso, en dicho informe corporativo
se hacen constar (por imperativo legal, obviamente y porque, a la fuerza,
ahorcan) los salarios percibidos de Liberbank en 2017 por aquellos empleados
del banco que realizan funciones ligadas a la Fundación Bancaria Cajastur. El
informe recoge, textualmente, lo que transcribimos a continuación.
En
el ejercicio 2017:
El
Secretario del Patronato ha percibido por el desempeño de su cargo como
director del Área de Secretaría de Liberbank, la cantidad de 102,2 miles de
euros concepto de “sueldo fijo”, 11,9 miles de euros en concepto de
“retribución variable” correspondiente al ejercicio de 2016 pero abonada en el
ejercicio de 2017 y 2,6 miles de euros por “otros conceptos”. En total: 116,7
miles de euros.
El
Director General de la Fundación ha percibido de Liberbank, en concepto de “excedencia
pactada compensada”, la cantidad de 50,4 miles de euros.
Seguro que te preguntarás quiénes son y qué
méritos atesoran esos profesionales de apabullante trayectoria a los que el
mismo consejero delegado que nos daba la matraca una y otra vez con el cuento
de la buena pipa de la austeridad retributiva (ajena, naturalmente) y la
tontuna discursiva de “premiar el talento” ha recompensado con salarios de
estas dimensiones un tanto disparatadas en relación con la de los trabajadores
de a pie de nuestra entidad (aclaramos que el máximo que se puede percibir por
la excedencia pactada compensada son 50.000 euros anuales y que, en activo, el
ínclito cobraba bastante más del doble).
Para despejar esta duda, te resumimos el
currículum (la parte que se puede decir en público) de estos dos directivos: en
1.999, como jefazos de la UGT de Cajastur, firmaron el acuerdo del 25 de enero
que supuso un brutal recorte salarial para los compañeros que entraron en la
Caja después de esta fecha (cuando, recordamos, no había la disculpa de la
crisis y los beneficios anuales aumentaban sin parar). Además, ambos
sindicalistas traidores, formaron parte del Consejo de Administración y de la
Comisión de Control de Cajastur donde, obviamente, fueron cómplices absolutos
de la nefasta gestión del entonces presidente de Cajastur y hoy Consejero
Delegado de Liberbank que nos ha llevado a donde estamos actualmente (y,
por estas obscenas paradojas del
capitalismo de amiguetes, ha llevado a este trío a estar donde están a pesar de
que, según nuestra modesta opinión, tendrían que estar en otro lugar).
En esa época, ser jefazo de UGT y ser
jefazo en Cajastur, con el salario consolidado correspondiente, era una
situación absolutamente normal, por lo que la firma del acuerdo del 25 de enero
no produjo ningún problema interno en la dirección del sindicato, La consigna
era “el que llegue después, que se joda”. Así, textualmente.
En los últimos años, algunos de quienes en
aquel tiempo se estaban beneficiando de esta situación de connivencia directivosindical
abandonaron UGT cuando ya era una ruina apolillada que no garantizaba ningún
beneficio y, por si acaso, se refugiaron en nuevas siglas sindicales por
aquello de tener un paraguas bajo el que atecharse mientras llegaba el momento
de abandonar la entidad con el riñón lo mejor forrado posible. El caso de la
secretaria general de STC y su Tocata y Fuga en base al ERE con recortes para
los que nos quedamos que se encargó de negociar y de firmar es un buen ejemplo
de ese sindicalismo del beneficio propio y los recortes ajenos que ahora ha
mudado su consigna por “el que se quede, que se joda”.
Una
vez consumada la privatización/liquidación de las Cajas y, en el caso de
Liberbank, ante el abrumador exceso de oferta, el precio del kilo de
sindicalista traidor ha bajado drásticamente.
Pactados
los ERES con las cúpulas estatales de los sindicatos del régimen, al resto les
tocan unas pequeñas migajas como pago de sus agachadas y de su labor de
desprestigio del sindicalismo: puestos de medio pelo en alguna empresa
participada, la seguridad de un trabajo sin muchos agobios cerca de casa y
sobre todo, la tranquilidad de que no van a ser molestados, perseguidos ni
represaliados.
En el caso de las elecciones de servicios
centrales de Asturias y Oviedo OP, la lista amarilla STC+Independientes
patrocinada por la dirección es un buen ejemplo del descaro de quienes ni
siquiera se molestan en explicar lo que han hecho (y lo que no han hecho) estos
cuatro últimos años y lo que, en teoría, tienen pensado hacer los cuatro años
que vienen.
Con
el pucherazo legal que han preparado entre ellos y la dirección, no tiene
necesidad de ningún esfuerzo (menos mal): como única lista, van a ganar el
partido por goleada, sin bajarse del autobús (después de que a nosotros nos
hayan quebrado las piernas en el vestuario para evitar sustos) y van a tener el
100% de los delegados de ese comité.
A ver qué hacen y a ver qué nuevas
traiciones nos deparan.
Lo que no hacen ya lo sabemos de sobra:
representar con un mínimo de coraje a los trabajadores.
Por nuestra parte, a seguir en la pelea,
por la cuenta que nos trae a todos.
03 de septiembre de 2018