Los
Once Solidarios del Reconquista, condenados sin ninguna prueba en base a falsas
denuncias y falsos testimonios, seguimos en la pelea
La jueza que nos condena no
buscó en ningún momento esclarecer lo sucedido en la presentación de Fitur en
el Reconquista en enero de 2018.
Su intención era
condenarnos, al margen de las pruebas que presentamos y de los testimonios de
los testigos y así lo ha hecho.
Con una sentencia que
busca criminalizar la protesta obrera y social y que huele a la vieja naftalina
del franquismo.
Mientras que el Fiscal,
una vez vistas las pruebas (los videos aportados por nosotros) y escuchado los
testimonios de los acusados, denunciantes en falso, testigos en falso, y los
testigos propuestos por nosotros, retiró todas las acusaciones, la juez nos
condena a cuatro meses de prisión a 10 de nosotros por el delito de Desórdenes
Públicos y a un mes de multa a 8 euros diarios por un delito leve de maltrato a
uno de nosotros, además del pago de una parte proporcional de las costas.
Absuelve de todo a uno de
los compañeros que ni siquiera llegó a acceder al salón donde se efectuaba la
presentación de Fitur.
Nos absuelve a todos del
delito leve de amenazas.
No le concede los 6.000
euros de indemnización por daños a la exdirectora del Hotel.
A pesar de que el cambio
de postura del Ministerio Fiscal dejaba claro que nada de lo falsamente
denunciado era cierto como así se acreditó en el transcurso del juicio, la
actitud, en absoluto imparcial, sino más bien al contrario, de la jueza nos
hacía temer una sentencia de este tipo, basada en la acreditada doctrina
anitobrera que se resume en “al obrero y al gorrión, perdigón”.
Nada más entrar en la
Sala, la jueza nos preguntó qué significaba el clavel rojo que todos
llevábamos. Cuando le dijimos que era un símbolo de la solidaridad y de la
lucha de la clase obrera, nos obligó a quitárnoslo.
A partir de ahí, se nos
aplicó en todo momento el principio de presunción de culpabilidad: son
trabajadores que protestan, a ver qué se nos ocurre para condenarlos.
A pesar de que los
denunciantes en falso sólo contaban con sus falsos testimonios, cambiantes y
contradictorios para sustentar el guion de sus acusaciones y a pesar de que
nosotros presentamos videos (tanto los grabados por nosotros como los grabados
por las cámaras de seguridad del hotel) y citamos a varios testigos sin ninguna
relación con nosotros que no vieron nada de lo que las acusaciones decían, la
jueza eligió creer las mentiras de la acusación frente a las verdades de los
acusados.
Como dijimos a la entrada
del juicio, ya León Felipe decía que hay veces que la justicia vale menos que
el orín de los perros.
Este es uno de ellos.
Pero diga lo que diga
esta sentencia, que obviamente, recurriremos, vamos a seguir en la pelea.
Poniéndole el cuerpo a
esas hermosas palabras que alumbran el camino de la clase obrera: apoyo mutuo y
solidaridad.
Ni nos amedrentan, ni nos
hacen callar ni nos ponen de rodillas.
Para valorar esta
sentencia y para anunciar los pasos a seguir contra lo que significa de persecución
a los trabajadores que lucha por sus derechos, convocamos rueda de prensa y
concentración, el viernes próximo, 27 de septiembre, delante del Reconquista, a
las 11 de la mañana.
La protesta y la
solidaridad no son delito.
Las denuncias falsas, sí.
¡Que viva la lucha de la
clase obrera!