24 septiembre 2019

Los Once Solidarios del Reconquista, condenados sin ninguna prueba en base a falsas denuncias y falsos testimonios, seguimos en la pelea





Los Once Solidarios del Reconquista, condenados sin ninguna prueba en base a falsas denuncias y falsos testimonios, seguimos en la pelea

La jueza que nos condena no buscó en ningún momento esclarecer lo sucedido en la presentación de Fitur en el Reconquista en enero de 2018. 

Su intención era condenarnos, al margen de las pruebas que presentamos y de los testimonios de los testigos y así lo ha hecho.

Con una sentencia que busca criminalizar la protesta obrera y social y que huele a la vieja naftalina del franquismo.

Mientras que el Fiscal, una vez vistas las pruebas (los videos aportados por nosotros) y escuchado los testimonios de los acusados, denunciantes en falso, testigos en falso, y los testigos propuestos por nosotros, retiró todas las acusaciones, la juez nos condena a cuatro meses de prisión a 10 de nosotros por el delito de Desórdenes Públicos y a un mes de multa a 8 euros diarios por un delito leve de maltrato a uno de nosotros, además del pago de una parte proporcional de las costas.

Absuelve de todo a uno de los compañeros que ni siquiera llegó a acceder al salón donde se efectuaba la presentación de Fitur.

Nos absuelve a todos del delito leve de amenazas. 

No le concede los 6.000 euros de indemnización por daños a la exdirectora del Hotel.

A pesar de que el cambio de postura del Ministerio Fiscal dejaba claro que nada de lo falsamente denunciado era cierto como así se acreditó en el transcurso del juicio, la actitud, en absoluto imparcial, sino más bien al contrario, de la jueza nos hacía temer una sentencia de este tipo, basada en la acreditada doctrina anitobrera que se resume en “al obrero y al gorrión, perdigón”.

Nada más entrar en la Sala, la jueza nos preguntó qué significaba el clavel rojo que todos llevábamos. Cuando le dijimos que era un símbolo de la solidaridad y de la lucha de la clase obrera, nos obligó a quitárnoslo.

A partir de ahí, se nos aplicó en todo momento el principio de presunción de culpabilidad: son trabajadores que protestan, a ver qué se nos ocurre para condenarlos.

A pesar de que los denunciantes en falso sólo contaban con sus falsos testimonios, cambiantes y contradictorios para sustentar el guion de sus acusaciones y a pesar de que nosotros presentamos videos (tanto los grabados por nosotros como los grabados por las cámaras de seguridad del hotel) y citamos a varios testigos sin ninguna relación con nosotros que no vieron nada de lo que las acusaciones decían, la jueza eligió creer las mentiras de la acusación frente a las verdades de los acusados.

Como dijimos a la entrada del juicio, ya León Felipe decía que hay veces que la justicia vale menos que el orín de los perros.

Este es uno de ellos.

Pero diga lo que diga esta sentencia, que obviamente, recurriremos, vamos a seguir en la pelea.

Poniéndole el cuerpo a esas hermosas palabras que alumbran el camino de la clase obrera: apoyo mutuo y solidaridad.

Ni nos amedrentan, ni nos hacen callar ni nos ponen de rodillas.

Para valorar esta sentencia y para anunciar los pasos a seguir contra lo que significa de persecución a los trabajadores que lucha por sus derechos, convocamos rueda de prensa y concentración, el viernes próximo, 27 de septiembre, delante del Reconquista, a las 11 de la mañana.

La protesta y la solidaridad no son delito.

Las denuncias falsas, sí.

¡Que viva la lucha de la clase obrera!