¿Habrá acampada en el Reconquista o en el Palace?
Sobre
Agencias de Calificación
y otros buitres carroñeros
(y de, cómo,
ligeramente asombrados, contemplamos el extraño fenómeno mediante el que la
misma dirección que antes se autoimponía medallas y condecoraciones varias a
cuenta de las mentiras de los ratings, ahora se nos haya vuelto antisistema,
perroflaútica y un tanto 15M)
La última andanada de Moody´s contra varias entidades españolas, entre ellas
Liberbank, es solamente una muestra más de que, una vez que huelen sangre, los
zopilotes financieros no sueltan la presa hasta que le han sacado todo el
beneficio posible a costa de lo que sea.
Grecia es el ejemplo y el modelo a seguir para
quienes, una vez que nos llevaron a la actual situación por su codicia y su
falta de escrúpulos, pretenden ahora estrujarnos hasta conseguir todas las
ganancias posibles sin importar las consecuencias sociales.
Aparte del
necesario debate social acerca de todo lo que nos está pasando y de la
responsabilidad de quienes, desde el mundo de la política, aprobaron las
reformas legales que hacen que los especuladores (eso que eufemísticamente
llaman los mercados) sean quienes deciden nuestro futuro votemos lo que
votemos, es necesario que como trabajadores de las cajas sigamos insistiendo en
analizar el proceso de privatización/liquidación de nuestras entidades y las
complicidades políticas y sindicales que allanaron el camino para tan
escandaloso expolio.
Ante la interesada falta de memoria de algunos,
debemos recordar que nuestra Caja fue utilizada como punta de lanza para las
privatizaciones del sector mediante la compra de CCM que, como desde la
Corriente denunciamos en su momento, ni resolvía ningún problema a la Caja
castellano manchega ni aportaba nada bueno a nuestra Caja, más bien al
contrario (y a los hechos nos remitimos). Curiosamente, esta operación que
inauguraba el proceso de liquidación de las Cajas, contó con el aplauso
entusiasta de sectores tan supuestamente dispares como los consejeros delegados
de varios bancos privados y los representantes de los trabajadores en el
Consejo de Administración de nuestra Caja que no solamente no se opusieron a
este desafuero, sino que alardearon de su participación en ella (“Un Buen
Negocio” se titulaba la lamentable circular que CSICA publicó el 11 de
noviembre de 2009 acerca de este lamentable asunto. ¿Seguirán diciendo lo mismo
ahora unos y otros? Esperamos respuesta).
Es necesario
traer a colación nuevamente todo este proceso privatizador ya que es ahora
cuando la calificación de las Agencias de Rating cobra una especial
importancia, más aún cuando, en nuestro caso, se sigue insistiendo con la pelma
de que “no se descarta la entrada de capital privado en el accionariado de
Liberbank”. Una vez conocida la calificación que nos otorga Moody´s, es fácil
suponer a qué precio estarían dispuestos a entrar en el accionariado de
Liberbank esos hipotéticos inversores privados y qué supondría para nuestro
futuro como entidad la aplicación de esta chiripitiflaútica estrategia de
vender el coche para pagar la gasolina.
Hace ya bastante tiempo, desde la Corriente expusimos
lo que pensábamos acerca de estas Agencias (con las limitaciones que impone el
Código Penal, obviamente) y en qué oquedad corporal opinábamos que podían
meterse sus calificaciones. Curiosamente, o no tanto, en aquella época la
prensa del régimen publicaba reiteradamente a toda página las altísimas notas
que estos organismos adjudicaban a nuestra entidad, acompañadas de la foto
correspondiente para que no quedara ninguna duda acerca de a quién le
correspondía el mérito de tan excelsa gestión.
Ahora la
dirección nos hace llegar un argumentario poniendo en entredicho la
calificación que Moody,s adjudica a Liberbank. Como es obvio, los trabajadores
no necesitamos de dichos argumentos para tener nuestra propia opinión acerca de
lo que son y de a dónde nos llevan estas Agencias de Calificación que, sin
ningún tipo de dudas, no merecen el menor crédito. Ni antes ni ahora. Sólo cabe
preguntarse si alguien va a explicarnos cómo, según la dirección, lo que antes
era un aval para su inconmensurable gestión ahora resulta ser poco menos que un
papelucho sin importancia alguna.
En todo
caso, por aquello de la tradición judeocristiana del perdón de los pecados, nos
alegramos de que la Altísima Dirección de Cajastur, de Liberbank y de LoQueVenga
haya tomado la bandera de los indignados y estamos a la espera de la acampada
contra la dictadura de los mercados que, en consecuencia, esperamos que
protagonicen. Cómo todavía hay clases,
suponemos que en vez del duro suelo de la Escandalera o de Sol, tan novedosa
movilización tendrá lugar en la cómoda moqueta del Reconquista o el Palace. Sea
donde sea, lo que cuenta es la intención reivindicativa.
¿Qué te
parece todo esto?
¿Patético?
¿Lamentable?
¿Patético y
lamentable?
¿Lamentable
y patético?
A nosotros,
lo mismo
Seguiremos informando
21 de mayo de 2012