Anulada multa a un compañero
por las protestas contra los ERES
Como
informamos en su momento, el pasado 13 de julio tuvo lugar, en el Juzgado de lo
Contencioso-Administrativo nº4 de Oviedo, la vista por la demanda de un
compañero de Cajastur, militante de la CSI, que había sido multado por la
Delegación de Gobierno de Asturias por su participación en la protesta contra
el primer ERE fraudulento que tuvo lugar el 24 de octubre de 2013, frente al
Auditorio de Oviedo, coincidiendo con la presencia de los príncipes de Asturias
en un concierto patrocinado (con el dinero que nos quitaron de nuestro sueldo)
por Cajastur.
La sentencia de dicho juzgado, que
hemos conocido hoy, nos da la razón en nuestra demanda y anula dicha multa,
haciendo, además, expresa imposición de costas a la Administración demandada.
Esta sanción,
injusta y arbitraria, forma parte de la estrategia represiva del gobierno y de
su delegado en Asturias para acallar la protesta laboral y social ante los
recortes, los despidos, los cierres de empresas y las privatizaciones.
Su anulación
demuestra la intencionalidad política de las sanciones de la Delegación del
Gobierno en Asturias, que pretende con ellas disuadir a los ciudadanos de
participar en protestas legítimas con la amenaza de sanciones económicas que
actualmente, una vez promulgada la Ley Mordaza, han incrementado su importe de
una manera brutal.
Para la CSI, los trabajadores
debemos continuar ejerciendo el derecho a la libertad de manifestación y a la
libertad de expresión sin dejarnos amedrentar por este gobierno hambreador, corrupto
y represivo y por su representante en Asturias.
Por nuestra parte, seguimos en la pelea.
27 de julio de 2015
P.D.: recordamos también que, en el caso de las denuncias a los
trabajadores que protestamos contra los ERES fraudulentos de
Cajastur/Liberbank, la Delegación del Gobierno en Asturias ha contado con la
complicidad directa y activa del sindicalismo del Régimen.
En su momento, CCOO presentó en comisaría una denuncia imputando falsamente
a un representante de los trabajadores de Cajastur, militante de la CSI, por,
según ellos, efectuar pintadas con textos como “Vendidos” “Judas” “Traidores” (afirmaciones
absolutamente verídicas, haya hecho las pintadas quien las haya hecho) en las
paredes de su local de Oviedo, coincidiendo con la protesta de decenas de
compañeros ante la presencia del máximo directivo de CCOO en Liberbank, recién firmado
el ERE.
En su denuncia, entre otras insensateces, alegaban que los cuatro brochazos
que dieron para tapar dichas pintadas les costaron 900 euros y presentaban una
de esas facturas creativas que acostumbran a redactar para acreditar tal
dispendio. Ver para creer.
Ante la falsedad evidente de dicha denuncia, y una vez recabados los
informes policiales correspondientes y las declaraciones pertinentes, el
juzgado la archivó sin más.
Los responsables de la franquicia de CCOO en Cajastur dedicaron una serie
de malolientes circulares a justificar la denuncia falsa y a difamar, con los
argumentos más cutres de las tertulias del TDT party, a quienes nos movilizamos
contra sus permanentes traiciones y su actitud lacayuna y servil frente a la
dirección.
Una vez archivada la denuncia, estos personajes pasaron a su habitual
estado de hibernación, hasta que vuelvan a necesitarlos para alguna componenda o
hasta que se acerquen las elecciones sindicales (lo que primero suceda).
Lo recordamos para que quede claro que, en esto tampoco, no todos los sindicatos
ni todos los sindicalistas son iguales.
Que nuestro trabajo nos cuesta.