05 octubre 2020

Anulación de los recortes fraudulentos: Y, ahora, ¿qué?

 Anulación de los recortes fraudulentos:

Y, ahora, ¿qué?

 “Estas son mis cuentas, si no le gustan tengo otras”

Versión de la dirección de Liberbank (con mucha menos gracia, obviamente)

de la famosa frase de Groucho Marx acerca de los principios.

Como excepción a la larga retahíla de noticias acerca de Liberbank, negativas la inmensa mayoría de ellas (como es público y notorio, la noticia acerca de la gestión de la dirección de Liberbank que nos gustaría leer vendría en las páginas de sucesos, subsección detenciones, a pesar de la sentencia sobre Bankia) recibíamos la semana pasada la buena nueva de que la Audiencia Nacional dictaba sentencia anulando los recortes fraudulentos implantados unilateralmente por la dirección desde principios de este año para prolongar las estafas consecutivas mediante EREs firmados por la mayoría sindical que llevamos sufriendo desde 2013.  

Como siempre hemos mantenido, que estos recortes (al igual que los anteriores) son inmorales, injustificados e injustificables lo sabemos de sobra los trabajadores y no necesitamos que ningún tribunal nos lo aclare.

A los tribunales, en esta y en otras ocasiones, vamos solos (como en el caso de la congelación de las bandas salariales de los trabajadores que entraron en Cajastur después del 25 de enero de 1.999) o en compañía de otros, para que se dictamine, si incluso con una legislación radicalmente antiobrera como la Reforma Laboral, estas estafas son ilegales y, por lo tanto, nulas.

El descaro con el que la dirección de Liberbank presenta diferentes tipos de contabilidades, contradictorias incluso, para disfrazar de razonables sus muy discutibles planes de palos al trabajador y al cliente y dinero contante y sonante para los fondos buitres y los especuladores (ya sean a cara descubierta o mediante testaferros) que controlan la entidad, ha llevado de nuevo (ya había pasado algo similar cuando tumbamos, después de haber conseguido la anulación del primer ERE fraudulento, las medidas unilaterales previas a dicho ERE) a que la Audiencia Nacional anule los recortes fraudulentos actualmente en vigor.

Se supone que incluso dentro de las reglas del capitalismo (en el caso de que las tuviera más allá del saqueo a las grandes mayorías en beneficio de los grupos depredadores), esta situación tendría que tener consecuencias penales para quienes practican este tipo de tejemanejes contables.

Una vez conocida la sentencia, una pregunta que muchos compañeros nos plantean, lógicamente, es: Y, ahora, ¿qué?

¿Qué va a hacer la dirección?

Tiene dos opciones; comportarse honestamente, (por una vez y que sirva de precedente), devolviendo inmediatamente el dinero ilegalmente sustraído de nuestros salarios o continuar en su tradicional estrategia de retrasar el pago hasta que le sea materialmente imposible seguir haciéndolo.

Sin dar nada por hecho, y en base a las experiencias anteriores, cabe suponer que seguirán mintiendo acerca de la magnitud del nuevo bofetón que les ha sacudido la Audiencia Nacional y utilizarán todas las triquiñuelas jurídicas posibles, a desarrollar por esos carísimos abogados (¿será por dinero? Los pagamos nosotros con los recortes. Si, como sería justo, lo pagasen el Consejero Delegado y los miembros del Consejo de Administración de su abultado patrimonio personal, las cosas serían distintas) expertos en ERES, despidos y desgracias de los trabajadores en general (hay maneras muy lamentables de ganarse la vida, esta es una).

En todo caso, lo que vaya o no vaya a hacer la dirección ante este nuevo revés a su política de garrotazo y tentetieso, no es algo que nosotros podamos pronosticar con certeza.

Lo que sí podemos y debemos asegurar, sin el menor atisbo de duda, es lo que haremos nosotros: seguir en la pelea contra este atropello, exigiendo la devolución a todos los trabajadores (incluso a esos directivillos de medio pelo que tanto se indignan cuando criticamos a la dirección y nos enfrentamos a sus inmorales medidas pero están prestos a extender la mano para agarrar el dinero cuando, de una forma u otra, se lo devuelven gracias a nuestro trabajo) de lo ilegalmente sustraído.

Como anécdota acerca del resultado final de las triquiñuelas de la dirección en torno a la devolución de lo estafado a los trabajadores en ocasiones anteriores, señalar que, en el caso de las devoluciones que estamos percibiendo en estos días por orden de los respectivos juzgados de lo social de los salarios ilegalmente sustraídos en base al ERE fraudulento del 2013, Liberbank está siendo obligado a abonar hasta un 40% de intereses de demora, a un 10% de interés anual desde la última sentencia que confiere firmeza a la anulación de dicho ERE, además de tener que pagar decenas de miles de euros (muchas decenas de miles para ser exactos) en concepto de costas procesales impuestas por los juzgados, donde, como nos consta, la fama de Liberbank no puede ser más nefasta.

Otro éxito más para apuntar en la gestión del Consejero Delegado de Liberbank: el Depósito Progresivo de Devolución de ERES y Recortes Fraudulentos al 10% (un interés fijo imbatible, más aún en estos tiempos).

Sea como sea, y haga lo que haga la dirección, Calma, serenidad y cartuchos al cañón.

Que, de momento, contra todo pronóstico, vamos ganando los buenos. 

Seguiremos informando.

5 de octubre de 2020

P.D.:  Varios directivos de Liberbank están colgando en Linkedink sus currículums.

Leyéndolos, aparte de reflexionar acerca del famoso dicho de los roedores que escapan del barco, nos preguntamos, dado el patético nivel de redacción y expresión escrita, en que tómbola les habrán tocado esos títulos y esos masters de los que alardean y dónde piensan encontrar un lugar donde la mediocridad directiva esté más valorada que aquí (por aquello de no hacerle sombra a quien todos sabemos).

P.P.D.: A las cansinas noticias acerca de las fusiones en las que podría participar Liberbank, se suma, este fin de semana, la filtración interesada (como siempre) a la prensa de unas supuestas conversaciones “informales” entre las cúpulas de Liberbank y Unicaja.

Consideramos que, estando de por medio la alta dirección de Liberbank, hablar de informalidad es una redundancia innecesaria.

Que nos lo pregunten a los trabajadores.

P.P.P.D.: Hablar del éxito de la unidad sindical en esta pelea judicial contra los recortes fraudulentos, sin entrar a analizar la actuación de los Sindicatos Amarillos y Parasitarios como topos de la dirección en todo el proceso de negociación, significaría reducir la situación sindical en Liberbank a un relato de cuento de hadas y unicornios azules muy alejado de la realidad e ignorar la estrategia de la dirección para incrementar el nivel de representatividad de dichos sindicatos cara a incrementar su presencia en las mesas de negociación que permita conseguir una mayoría de dicha representación dispuesta a legitimar con su firma todos los atropellos que sufrimos los trabajadores.

Como ejemplo de las intenciones de la empresa en este terreno, recordamos el pucherazo electoral que tuvo lugar en el Comité de Servicios Centrales de Asturias y Oviedo O.P., mediante el cual, el Sindicato Amarillo y Parasitario STC se hizo con la totalidad de los delegados de dicho comité gracias a un censo electoral fraudulento elaborado por la dirección en base a sus intereses.

De momento, los Sindicatos Amarillos y Parasitarios no suman la mayoría que la dirección necesita para dar firmeza a sus recortes y su firma no serviría para nada, más allá de dejarlos en más evidencia aún, teniendo que limitarse, en el proceso de negociación de los recortes ahora anulados, a desarrollar estrategias para intentar desestabilizar la decisión sindical mayoritaria de no firmar lo que la empresa pretendía, como denunciamos en su momento y como seguimos denunciando.

Estamos esperando que, como en anteriores ocasiones y con el desparpajo y la soltura de cuerpo habitual, quienes no fueron capaces a conseguir una mayoría sindical cómplice de la dirección, comiencen a colgarse medallas por la anulación de estas medidas.

Y, sobre todo, estamos esperando a ver la gracia con que lo cuentan.

Por nuestra parte, a seguir en la pelea por los derechos de todos.