10 abril 2023

Unicaja prolonga la Semana Santa: Vía Crucis en las oficinas de Asturias

En el día de hoy, al habitual descontento de los clientes y a la tradicional recarga de trabajo derivada del mal funcionamiento de los cajeros automáticos que se está convirtiendo en estructural a casi un año de la unificación informática, se ha sumado una avería generalizada que nos ha dejado sin posibilidad de realizar nuestro trabajo durante buena parte de la jornada laboral.

Por si había alguna duda del abandono al que nos tienen sometidos desde la absorción de Liberbank (ese lamentable chiringuito bancario del que usted me habla), los trabajadores no fuimos informados en ningún momento de la situación de esta incidencia generalizada, ni de su posible duración, ni del tiempo previsto para su resolución.

Al parecer, a la dirección de Banca Comercial, para estos asuntos, ni está ni se le espera.

Y los altos directivos de Banca Comercial, que ya brillaron por su ausencia durante su nefasta trayectoria en Liberbank excepto para ejercer presiones desmesuradas y proferir amenazas intolerables por aquello de que los objetivos que conseguimos en las oficinas son los que justifican sus salarios, no dan señales de vida cuando se trata de exigir que las cosas funcionen como es debido.

Lamentable situación, que refuerza nuestra idea de que el actual Consejero Delegado (que sigue maniobrando para perpetuarse en el cargo por motivos que, creemos, no es necesario explicar) pretende seguir con su política de liquidar lo que era Caja de Ahorros de Asturias hasta que fue nombrado Presidente de dicha entidad con el encargo de liquidarla y privatizarla.

En tanto en cuanto sigue en su puesto (para desgracia de Unicaja) cobrando 2.075 euros al día, lo mínimo que cabe exigirle es que cumpla con sus obligaciones.

Una de ellas es exigir a los directivos que trajo de Liberbank, los de Banca Comercial en este caso, a ganarse su salario haciendo lo que deben de hacer.

Y, sobre todo, dejando de hacer lo que están haciendo: ponernos una y otra vez a los pies de los caballos a los trabajadores.

10 de abril de 2023

(Otro nefasto día gracias a estos nefastos directivos)