Situación en las oficinas
¿Liquidación por Traspaso?
En los últimos meses, coincidiendo con la frenética actividad a la que están entregados nuestros directivos en las nuevas megaempresas resultantes de las absorciones, fusiones, preprivatizaciones y reconversiones cuyo resultado final dados los antecedentes (Banco de Agentes e Infocaja, sin ir más lejos) no auguran nada nuevo para los trabajadores ni para la propia Caja, se ha venido produciendo un alarmante deterioro en el funcionamiento de las herramientas que diariamente utilizamos en nuestra labor cotidiana. Algunos de los síntomas del abandono al que nos tiene sometido nuestro equipo directivo son los siguientes:
· Ordenadores lentísimos que no pueden ser puestos en funcionamiento en muchos casos antes de la hora de apertura al público.
· Aplicaciones que no “arrancan” obligando a permanentes reinicios del sistema.
· Frecuentes cortes de línea más propios del siglo pasado que de estos tiempos.
· Saturación del S.A.E. (muy a pesar de la profesionalidad y buena voluntad de sus trabajadores) que incluso llega en ocasiones a colapsar, quedando las oficinas sin posibilidad de recurrir a nadie para resolver problemas e incidencias, ya que el ingenioso sistema implantado por la dirección impide la comunicación directa con algunos departamentos a los que llamábamos directamente en ocasiones similares.
· Incremento del trabajo administrativo derivado de la obsesión por el control burocrático implantado por el equipo directivo: perdemos más tiempo explicándoles a ellos lo que hacemos (CRM, seguimiento de ventas, objetivos, bussines, etc., etc.) que atendiendo a nuestros clientes.
· Pésimo funcionamiento de las herramientas informativas que hace cada vez más difícil resolver de forma rápida las consultas de los clientes: tarifas, condiciones de un producto concreto (particularmente lamentable en el caso de los vencimientos y garantías de los fondos de inversión), operaciones con tarjeta ( es más rápida y completa la consulta que el cliente puede efectuar desde Cajastur Directo que la que nosotros podemos realizar desde la oficina).
· Problemas de funcionamiento de tarjetas en comercios, con la insatisfacción y las quejas que esto genera, a las que no podemos dar respuesta satisfactoria.
(AÑADE TÚ MISMO AQUELLAS INCIDENCIAS QUE TE PAREZCAN RESEÑABLES)
Muchos de estos problemas se los debemos a Infocaja, este maravilloso engendro de plataforma informática compartida con varias cajas (un antecedente en pequeño de lo que nos espera con el S.I.P.) de la que formamos parte, previo cierre del Centro de Proceso de Datos de nuestra Caja y posterior venta del edificio que lo albergaba (¿un guión a repetir en el S.I.P.?).
Como ya hemos informado en repetidas ocasiones, el retraso, de varios años en la actualidad, en el desarrollo de Infocaja (¿Por qué no se atreven a poner en marchar el módulo de préstamos que hace mucho tiempo debería estar funcionando según los plazos que manejaba la propia dirección?) y el incremento en el multimillonario coste para nuestra entidad de esa alianza informática (para alegría y regocijo de los socios de Accenture, multinacional agraciada con el contrato de gestión de dicha alianza) son un buen ejemplo del resultado final de la aplicación de ciertas teorías privatizadoras que actualmente parecen estar más de moda que nunca, para nuestra desgracia.
Mientras todo esto pasa en el mundo real, en el universo virtual generado por el aparato de propaganda presidencial, los supuestos éxitos y las supuestas victorias de nuestros directivos están generando un hartazgo de difícil digestión entre aquellos que aún conservan una mínima capacidad de análisis crítico de la realidad.
Ahora más que nunca es el momento de no dejarse intoxicar por la nube de incienso con la que se pretende camuflar una realidad cada día más preocupante.
En ello estamos
14 de Septiembre de 2010