Plan de ajuste: no habrá despidos, pero no se despejan las graves
inseguridades jurídicas de las bajas
No firmamos un cheque en blanco a la
dirección
Con las típicas
prisas de siempre, la dirección ha firmado con CCOO, UGT, CSIF y CSICA el plan de ajuste en el que, afortunadamente,
no figuran los despidos, ya que, a raíz del desgaste sufrido por quienes
firmaron los ERES fraudulentos, es difícil encontrar sindicatos y sindicalistas
dispuestos a cometer traiciones tan descaradas (para que luego digan que pelear
no arregla nada).
La oferta de baja voluntaria se amplía hasta
los nacidos en 1.964 e incluye a aquellos nacidos en 1.956, 1.957 y 1.958, con
lo que el total de candidatos será de 1.118.
El salario a percibir será el 60% del
bruto, con el límite mínimo del 75% del neto y con el máximo del 80% del neto y
con un máximo de 50.000 euros hasta los 63 años y la empresa se da hasta el 31
de marzo de 2018 para llevar a cabo el plan de bajas.
Desde
un primer momento, además de poner de manifiesto las graves irregularidades del
proceso negociador (no se entrega documentación acreditativa de los motivos y la
necesidad del plan de ajuste y se constituye una mesa con una mayoría sindical
que no corresponde a lo votado por los trabajadores de Liberbank), la CSI
manifestó que, a nuestro entender, para que se pudiera considerar la firma de
un acuerdo, la propuesta de la dirección debería contener la absoluta
voluntariedad de las bajas, retirando por tanto la amenaza de despidos que,
hasta hoy, seguía vigente y asegurar un futuro digno para los compañeros que,
una vez sopesados pros y contras, decidiesen acogerse a la oferta de baja
voluntaria, sin perjudicar, aún más, la situación de los trabajadores que quisieran
quedarse.
Una vez retirada la amenaza de los
despidos por parte de la dirección, para la CSI, la presencia de los sindicatos en un posible
acuerdo sobre bajas incentivadas tendría que contribuir a despejar las múltiples
lagunas legales que contenía el proceso llevado a cabo unilateralmente por la
dirección el año pasado.
Los
trabajadores tenemos derecho a exigir que los sindicatos no avalen con su firma
una oferta que contiene muchos puntos oscuros, sobre todo teniendo en cuenta
que estamos hablando de un plan que alcanzará, en muchos casos, más de diez
años de duración y cuya correcta ejecución queda en manos de una dirección que
se caracteriza por incumplir de manera reiterada todos y cada uno de los
acuerdos que firma y cuya única política de personal es la agresión permanente
a los trabajadores, utilizando todas las triquiñuelas legales e ilegales (como
los ERES fraudulentos) habidas y por haber.
En
base a esa idea, desde la CSI propusimos que los pagos a los trabajadores
acogidos a las bajas voluntarias se realizasen (como en otros procesos de este
tipo) mediante una póliza contratada con una compañía de seguros, para no dejar
en manos de la empresa la potestad de cumplir o no con dichos pagos.
Esta lógica garantía que pedíamos no fue
aceptada por la dirección, con lo que, una vez más, se nos pide a los
trabajadores que hagamos un acto de fe confiando todo nuestro futuro (incluida nuestra
jubilación) en quienes han demostrado sobradamente no ser dignos de esa
confianza, ni de ninguna otra.
Desde
el punto de vista sindical, esto es, lisa y llanamente, firmarle un cheque en
blanco a la dirección. Respetando, como es lógico, la voluntad de los
compañeros que quieran acogerse a estas bajas (al igual que hicimos en las
anteriores) y sin decirles lo que tienen que hacer, desde la CSI nos negamos a
avalar con nuestra firma un plan que nos ofrece muy escasas garantías.
Por otro lado, la dirección ha manifestado
que está dispuesta a pagar el importe de lo descontado con el primer ERE
fraudulento a todos los trabajadores (reclamen o no reclamen) en las condiciones
que dicten los tribunales. Quedamos a la espera de ver como se sustancia esta
oferta, no vaya a ser una maniobra para que se agote el plazo de reclamación.
Como nota curiosa, la dirección ha
recalcado que, para acogerse a esta oferta no hace falta una mínima antigüedad.
Al parecer, quiere dejar que se vayan algunos fichajes estrella que llevan en
la entidad cuatro días en mejores condiciones (ya que sus salarios son mucho
mayores) que los compañeros que llevan más de treinta años. Así son ellos.
Seguiremos informando.
1
de junio de 2016