01 junio 2016

No firmamos un cheque en blanco a la dirección



Plan de ajuste: no habrá despidos, pero no se despejan las graves inseguridades jurídicas de las bajas

No firmamos un cheque en blanco a la dirección

Con las típicas prisas de siempre, la dirección ha firmado con CCOO, UGT, CSIF y CSICA  el plan de ajuste en el que, afortunadamente, no figuran los despidos, ya que, a raíz del desgaste sufrido por quienes firmaron los ERES fraudulentos, es difícil encontrar sindicatos y sindicalistas dispuestos a cometer traiciones tan descaradas (para que luego digan que pelear no arregla nada).

La oferta de baja voluntaria se amplía hasta los nacidos en 1.964 e incluye a aquellos nacidos en 1.956, 1.957 y 1.958, con lo que el total de candidatos será de 1.118.

El salario a percibir será el 60% del bruto, con el límite mínimo del 75% del neto y con el máximo del 80% del neto y con un máximo de 50.000 euros hasta los 63 años y la empresa se da hasta el 31 de marzo de 2018 para llevar a cabo el plan de bajas.

Desde un primer momento, además de poner de manifiesto las graves irregularidades del proceso negociador (no se entrega documentación acreditativa de los motivos y la necesidad del plan de ajuste y se constituye una mesa con una mayoría sindical que no corresponde a lo votado por los trabajadores de Liberbank), la CSI manifestó que, a nuestro entender, para que se pudiera considerar la firma de un acuerdo, la propuesta de la dirección debería contener la absoluta voluntariedad de las bajas, retirando por tanto la amenaza de despidos que, hasta hoy, seguía vigente y asegurar un futuro digno para los compañeros que, una vez sopesados pros y contras, decidiesen acogerse a la oferta de baja voluntaria, sin perjudicar, aún más, la situación de los trabajadores que quisieran quedarse.

Una vez retirada la amenaza de los despidos por parte de la dirección, para la CSI,  la presencia de los sindicatos en un posible acuerdo sobre bajas incentivadas tendría que contribuir a despejar las múltiples lagunas legales que contenía el proceso llevado a cabo unilateralmente por la dirección el año pasado.  

Los trabajadores tenemos derecho a exigir que los sindicatos no avalen con su firma una oferta que contiene muchos puntos oscuros, sobre todo teniendo en cuenta que estamos hablando de un plan que alcanzará, en muchos casos, más de diez años de duración y cuya correcta ejecución queda en manos de una dirección que se caracteriza por incumplir de manera reiterada todos y cada uno de los acuerdos que firma y cuya única política de personal es la agresión permanente a los trabajadores, utilizando todas las triquiñuelas legales e ilegales (como los ERES fraudulentos) habidas y por haber.

En base a esa idea, desde la CSI propusimos que los pagos a los trabajadores acogidos a las bajas voluntarias se realizasen (como en otros procesos de este tipo) mediante una póliza contratada con una compañía de seguros, para no dejar en manos de la empresa la potestad de cumplir o no con dichos pagos.

Esta lógica garantía que pedíamos no fue aceptada por la dirección, con lo que, una vez más, se nos pide a los trabajadores que hagamos un acto de fe confiando todo nuestro futuro (incluida nuestra jubilación) en quienes han demostrado sobradamente no ser dignos de esa confianza, ni de ninguna otra.

Desde el punto de vista sindical, esto es, lisa y llanamente, firmarle un cheque en blanco a la dirección. Respetando, como es lógico, la voluntad de los compañeros que quieran acogerse a estas bajas (al igual que hicimos en las anteriores) y sin decirles lo que tienen que hacer, desde la CSI nos negamos a avalar con nuestra firma un plan que nos ofrece muy escasas garantías.

Por otro lado, la dirección ha manifestado que está dispuesta a pagar el importe de lo descontado con el primer ERE fraudulento a todos los trabajadores (reclamen o no reclamen) en las condiciones que dicten los tribunales. Quedamos a la espera de ver como se sustancia esta oferta, no vaya a ser una maniobra para que se agote el plazo de reclamación.

Como nota curiosa, la dirección ha recalcado que, para acogerse a esta oferta no hace falta una mínima antigüedad. Al parecer, quiere dejar que se vayan algunos fichajes estrella que llevan en la entidad cuatro días en mejores condiciones (ya que sus salarios son mucho mayores) que los compañeros que llevan más de treinta años. Así son ellos.

Seguiremos informando.

1 de junio de 2016