01 junio 2016

Negociación plan de ajuste: ante la reunión del próximo 1 de junio



Negociación plan de ajuste:
ante la reunión del próximo 1 de junio

Teniendo en cuenta el proceso de publicación de circulares habilitado por la empresa (con un retraso de dos días en la mayoría de los casos) seguimos recomendando la lectura de nuestro blog, donde, como siempre, informamos en tiempo y forma.

Teniendo en cuenta el barullo y la confusión interesada que se está generando en torno a las reuniones convocadas por la dirección  en Madrid, desde la CSI queremos manifestar una serie de cuestiones que, desde nuestro punto de vista, resultan fundamentales teniendo n cuenta la situación que estamos viviendo:

Mucho más que un plan de bajas, lo que Liberbank necesita de manera urgente es un plan de futuro razonable y creíble. Estamos asistiendo, de manera acelerada y sin explicación alguna, a una reconversión brutal de nuestra entidad, con el cierre de oficinas y la externalización de Servicios Centrales que, lejos de garantizarnos nada, no hace más que sembrar dudas sobre el futuro de la entidad y, obviamente, sobre el de nuestros puestos de trabajo.

Ante este proceso de reconversión, las preguntas que nos hacemos muchos trabajadores son las siguientes:

¿Para quién trabaja la dirección de Liberbank (aparte de para sus propios intereses, obviamente)?

¿Con quién ha pactado la brutal reconversión que está llevando a cabo?

¿Qué entidad se va a quedar con Liberbank?

¿A qué acuerdos han llegado la dirección de Liberbank y dicha entidad?

¿Cuál es el futuro de lo que hoy es Liberbank y de nuestros puestos de trabajo?

Es dentro de ese plan de futuro donde habría que abordar las bajas que ahora se nos ofrecen y no como un proceso aislado que cada día que pasa se parece más a un sálvese quien pueda, cuando sin un plan de futuro, una vez más, no se salva nadie.

Sin ese plan que nos permita confiar en la permanencia de la entidad (con las transformaciones necesarias), ni tienen asegurado el futuro los compañeros que permanecen en la entidad ni lo tienen quienes se acojan a las bajas (recordemos que será Liberbank quien se haga cargo de los pagos del salario y las cotizaciones a la seguridad social a los compañeros que se vayan durante un periodo de hasta once años).

Una vez establecida la urgente necesidad de que los trabajadores conozcamos el alcance real de los planes de la dirección y centrándonos en las reuniones que se están llevando a cabo en Madrid, desde la CSI recordamos lo siguiente:

La dirección ha apostado, una vez más, por constituir una mesa a su medida en la que se incluye a Banco CCM  para contar con una mayoría sindical afín, cuestión que podría dar lugar a impugnaciones legales en caso de que se firmase un acuerdo que incluyera medidas lesivas para los trabajadores (ya sean despidos o cualquier medida que, como en el acuerdo de prejubilaciones del 2011, deteriorase aún más la situación de los compañeros que continúen en la entidad)

La dirección no ha aportado documentación alguna que justifique la necesidad de esta reconversión y que ponga de manifiesto que no es, una vez más (como en el caso de los ERES fraudulentos) la antesala de otro nuevo proceso de recortes y despidos.

La dirección no ha retirado la amenaza de despidos (medidas traumáticas los llama) en el caso de no alcanzar su objetivo de bajas voluntarias. Para la CSI, la retirada de dicha amenaza es cuestión obligatoria para poder abordar cualquier negociación de este tipo.

La dirección nos presenta a los sindicatos un modelo de baja incentivada basado en supuestas excedencias anuales renovables (sin ninguna posibilidad de retorno, en realidad) por el cual quien se hace cargo del pago de los salarios y las cotizaciones a la seguridad social es la propia Liberbank (durante un periodo de más de diez años en algunos casos), sin que dicho pago esté garantizado por una póliza suscrita con una compañía de seguros. Teniendo en cuenta el historial de incumplimientos por parte de la dirección, tanto de acuerdos como de sentencias judiciales, reconocido incluso por los propios sindicatos del Régimen, consideramos una irresponsabilidad manifiesta la posibilidad de que algún sindicato firmase un acuerdo de estas características cuyo cumplimiento quedaría, ante la falta de garantías externas, a la libre voluntad de la dirección de Liberbank, de la que no nos fiamos en absoluto, por motivos obvios.   

En todo caso, si  la dirección retirase las amenazas de despido o de cualquier medida que, como en el acuerdo de prejubilaciones del 2011, deteriorase aún más la situación de los compañeros que continúen en la entidad,  y se plantearan bajas realmente voluntarias, la CSI haría como en el proceso similar llevado a cabo el año pasado: convocar reuniones con los compañeros a los que alcanzase esta oferta, informarles de las muchas lagunas legales que encontramos en ella, respetando, obviamente, la voluntad de los compañeros y su decisión de acogerse o no a ellas en base a su situación personal.

Seguiremos informando.

31 de mayo de 2016