23 diciembre 2019

Registro horario de jornada laboral

Registro horario de jornada laboral

El pasado jueves tuvo lugar la presentación a los representantes de los trabajadores del sistema de registro horario de la jornada laboral que entrará en vigor a partir del próximo 1 de enero.

La implantación de este sistema tendría (nótese el término verbal) como objetivo el control de las jornadas laborales en un sector en el que la prolongación fraudulenta (sin retribución y sin cotización a la Seguridad Social) de dichas jornadas es habitual, público y notorio.

Eso (la implantación de una aplicación destinada a acabar con el fraude en el horario laboral) podría suceder, obviamente, en empresas donde las relaciones laborales sean razonables.

Obviamente, nada que ver con Liberbank.

Sin ser agoreros ni apostar al cuanto peor, mejor (muy al contrario), nos tememos que la dirección y/o algunos directivillos de medio pelo pretendan utilizar este sistema como un nuevo elemento más de presión y de amenaza sobre los trabajadores.

Por si valiera como algo más allá de la anécdota, decir que, cuando por parte de la CSI reprochamos a un representante de la dirección que afirmase, muy suelto de cuerpo, que este sistema valdría para evitar los retrasos a la entrada del trabajo (nada dijo de los habituales y generalizados retrasos a la salida), la respuesta tuvo más de desafío tabernario que de debate acerca de la realidad de lo que sucede en el día a día en nuestros puestos de trabajo.

Ese es el nivel.

En todo caso, de la aplicación más o menos fraudulenta de este sistema por parte de la dirección dependerá su utilidad real.

Por nuestra parte, tomaremos las medidas pertinentes para denunciar, en su caso, el uso indebido de este sistema por parte de dicha dirección.

23 de diciembre de 2019

P.D.:

En general y, más aún cuando habla de las negociaciones con los sindicatos, la dirección de Liberbank maneja dos registros distintos: o miente o no dice la verdad.

En el caso del sindiós de los diferentes horarios en función de las entidades de procedencia de los trabajadores, miente descaradamente cuando pretende achacarnos a los sindicatos este nuevo desastre, fruto de su incapacidad y/o de su mala fe: la única responsable de que no haya habido ningún proceso de homologación de condiciones laborales (ni horarios, ni salarios, ni planes de pensiones, ni nada de nada) desde la creación del banco es, únicamente y exclusivamente, de la dirección.

Hay que recordar que en una de esas intervenciones video mediante (estética Bucarest 1977 y ética tal cual) el Consejero Delegado comentó que una homologación no podría suponer sólo mejoras, sino que tendríamos que estar dispuestos (los trabajadores, obviamente) a “poner de nuestra parte”.

Por si acaso, y ante nuestro muy relativo entusiasmo acerca de su teoría de la redistribución salarial (ajena), el Consejero Delegado se encarga de homologarnos a su manera e involuntariamente, consigue equiparar lo que pensamos (sea cual sea nuestra entidad de origen) acerca de su gestión: peor, imposible.

En todo caso, a seguir en la pelea.

Por la cuenta que nos trae a todos.