Un necesario ajuste de personal no productivo
Mañana,
jueves 18 de mayo, estaremos en Madrid atendiendo a la convocatoria de la
dirección de Liberbank para que nos den traslado de sus planes de ajuste,
derivados del proceso de liquidación de Cajastur (en beneficio de la dirección
y de sus socios en el accionariado especulador y en perjuicio de trabajadores,
clientes y la sociedad asturiana en general) provocado por la implantación del
nuevo sistema de oficinas, pensado para seguir deteriorando la relación con
nuestros clientes que justifiquen más y más recortes, en coherencia con la
trayectoria privatizadora y la nefasta gestión de Manuel Menéndez, presidente
de Cajastur (por la gracia de Jose Ángel Fernández Villa) desde 1995,
presidente de Liberbank hasta que le convino y actual Consejero Delegado del
banco privado nacido de la privatización/liquidación de Cajastur.
Frente
a quienes, falsamente, acusan a la CSI de ser un sindicato poco constructivo,
desde esta sección sindical queremos aportar nuestro modesto granito de arena a
los nuevos propósitos de la dirección y, en aras del recorte en gastos,
proponemos una ajuste en personal no productivo, más bien al contrario (y
carísimo, además).
Estos
son, grosso modo, quienes, a nuestro entender, constituyen un peso muerto en la
gestión de Liberbank y cuya salida de la entidad es absolutamente necesaria
para garantizar su viabilidad y su futuro:
El Consejero Delegado Manuel Menéndez (1.227 euros día sí, día también). Además de reputado
teórico de la Austeridad Salarial Ajena y la Acumulación de Cargos y Salarios
Propia, este directivo nos estuvo machacando durante años con la patética
pamema de la Retribución por Objetivos, en la que se cobraría por el resultado
final de unos objetivos prefijados.
Una
vez analizada su gestión durante más de 20 años, sólo caben dos alternativas: o
su objetivo era privatizar, liquidar y desguazar Cajastur, por lo que debería
haber sido cesado hace tiempo e investigadas a fondo sus decisiones, una vez
devueltos los millones de euros que cobró durante estos años en los múltiples
puestos que atesoraba a nuestra costa o bien (en el mejor de los casos) su
torpeza, su incapacidad y su falta de acierto han hecho que, al final, fuese
cual fuese su objetivo, el resultado haya sido el mismo: nefasto para la Caja y
beneficioso para un pequeño grupo de depredadores financieros, con lo cual,
según sus propias teorías, no debería haber percibido los suculentos salarios
que se autoconcedió durante estos años. Le sale a pagar, en todo caso.
Los miembros del Consejo de
Administración de Liberbank, que han
demostrado su incapacidad de elaborar un plan de futuro que nos permita
contemplar con optimismo los años venideros (más bien al contrario). Eso no ha
impedido que cobraran sin ponerse colorados de vergüenza ni nada, desde 2012
hasta ahora, en torno a 450.000 euros cada uno que, obviamente, deberían
devolver, visto el desastre de su gestión.
De
este personal improductivo y altamente remunerado que forma parte del Consjeo
de Administración de Liberbank, cabe señalar especialmente a los siguientes:
El Ciudadano Luis Garicano, teórico del Capitalismo de Amiguetes que hizo en
Liberbank las prácticas de eso mismo hasta hace escasas fechas. Dimite para
postularse como ministro de economía (con lo bien que lo hizo aquí, cabe pensar
lo bien que lo hará en ese puesto) alegando cínicamente “que no tiene tiempo”
(sic) para dedicarlo al banco, como si nos creyésemos que levantar la patita a
una orden del consejero delegado fuese una labor que requiriese demasiado
tiempo o esfuerzo.
El exdirector General de Cajastur,
Felipe Fernández, que se incorporó al
Consejo de Administración de Liberbank inmediatamente después de cobrar una
indemnización de más de 600.000 euros por nueve años de permanecer en el puesto
citado en Cajastur (obviamente, no decimos por nueve años de trabajo porque
trabajar es otra cosa, nada que ver). Otro al que le sale a la vez a pagar y a devolver los
salarios percibidos durante su permanencia en Cajastur.
Los prejubilados de oro que, una vez percibida la prejubilación de Cajastur,
pasaron inmediatamente a formar parte del Consejo de Administración de Liberbank,
compatibilizando, hasta que se hizo público, esta canonjía con la prestación de
desempleo.
Ya
fuera del Consejo de Administración, y sin querer establecer una relación
exhaustiva de quienes, a nuestro entender, ser objetivo urgente del recorte de
personal, podemos citar como ejemplo de
parasitismo político al marido de la
señora Cospedal que cobraba (y no sabemos si cobra todavía) 7.000 euros al
mes por “asesoramiento oral” (por muy mal que suene esto) a la cúpula de
Liberbank.
Y,
obviamente, no podemos olvidarnos de aquellos
jefecillos, normalmente rebotados de otras entidades que todavía están
celebrando el haberse deshecho de ellos, cuya única labor consiste en
presionar, amenazar y hacer la vida imposible a los trabajadores. No son
muchos, pero son y no podemos dejar de referirnos a ellos al citar al personal
improductivo que sobra y cuya presencia no aporta nada bueno a esta entidad.
En
todo caso, la CSI estará mañana en Madrid defendiendo, como siempre hemos
hecho, los derechos de todos los
compañeros, sin creernos las mentiras de la dirección y sin participar en
ningún amaño ni pasteleo.
Seguiremos
informando.
17 de mayo de 2016