Cartas
de apercibimiento:
negligencia
y mala fe por parte de la dirección
La remesa de cartas de apercibimiento
entregadas por los jefes de zona, que interrumpieron muy brevemente su trabajo
desde casa para cumplir con esta tarea, a trabajadores de oficinas (los mismos
que estamos sometidos a presiones y cargas de trabajo inéditas, además de
expuestos en primera fila a las consecuencias de la pandemia) ha supuesto una
escalada intolerable dentro de las ya por sí lamentables relaciones laborales
en Liberbank.
Al hecho, conocido por todos, de que las
prácticas ligadas a la consecución de Puntos de Productividad Comercial (PPC)
fueron, en muchos casos, alentadas y promovidas por los superiores jerárquicos
de quienes ahora han recibido las cartas de apercibimiento, se suman diversas circunstancias
que consideramos necesario resaltar:
Estas prácticas llevan muchos meses
efectuándose, sin que, al igual que se hace con cualquier operación que no se
ajusta a los manuales o a las instrucciones en vigor, se haya comunicado a los
interesados su improcedencia y la necesidad de no reincidir en dichas
prácticas, con más motivo si, según es también conocido por todos, durante
mucho tiempo se consintieron y se alentaron, justo lo contrario a lo que
debería haberse hecho.
El hecho de que, lejos de advertir caso
por caso de manera inmediata una vez detectadas estas operatorias, como debería
haber hecho el Departamento de Auditoría Interna, se haya esperado a la
acumulación de operaciones para preparar una remesa abundante de cartas de
apercibimiento por éstos y otros motivos revela que se está utilizando este
Departamento de una manera artera e ilegítima, como parte de una estrategia de
amedrentamiento de los trabajadores por parte de la Dirección que desvirtúa de
forma grave la credibilidad de los mecanismos de control internos, extremo éste
que nos perjudica a todos, en la medida en que la garantía de que dichos
controles funcionen adecuadamente es también la garantía de protección de
nuestros derechos frente a acusaciones que pueden acarrear consecuencias
disciplinarias muy graves.
Ni que decir tiene que estas cartas de
apercibimiento contradicen de manera evidente los mensajes hipócritas y
grandilocuentes acerca de lo mucho que aprecia la dirección nuestro
sobreesfuerzo, nuestra dedicación y nuestro compromiso y contradice también su
supuesta intención de avanzar en el restablecimiento de unas relaciones
laborales decentes y dignas de tal nombre.
Desde la CSI, hemos dirigido al Director
de Relaciones el siguiente mensaje:
“Muy
señor nuestro:
Con
fecha 11 de junio, varios trabajadores han recibido cartas de apercibimiento
con acuse de recibo entregadas por personal jerárquico de la entidad.
Dichas
cartas hacen referencia a operaciones que la dirección considera no ajustadas
al código ético y a diferentes manuales operativos vigentes en Liberbank.
Como
a usted debería constarle, en muchos casos, dichas operaciones fueron aconsejadas
y promovidas por directivos de la entidad y, hasta el momento, no había sido
notificada a la plantilla por su parte ni por parte del Departamento de
Auditoría Interna, ni por parte de dichos directivos, su improcedencia, lo cual
hubiera evitado la acumulación de centenares de estas operaciones y su
prolongación a lo largo de los meses.
A
los efectos legales pertinentes, solicitamos se nos informe de los siguientes
extremos:
Número
de los trabajadores a los que se ha hecho entrega de las cartas de apercibimiento,
indicando el tipo de operaciones a las que se hace referencia en cada caso.
Número
de operaciones de cada tipo similares a las notificadas detectadas en la
totalidad del banco.
Fecha
de las operaciones en las que se basan las cartas de apercibimiento, en cada
caso, cara a la posible prescripción de la supuesta falta.
En todo caso, dada la situación generada
por el coronavirus y la sobrecarga de trabajo y de presión que hemos tenido que
asumir los trabajadores de las oficinas y la supuesta voluntad de la dirección
de propiciar una necesaria e imprescindible mejora de las relaciones laborales
solicitamos que por parte de la dirección se anulen las comunicaciones citadas
y, tanto en este caso como en otros posibles, no se espere a acumular motivos o
disculpas para sancionar a los trabajadores, sino que, tanto por parte del
Departamento de Auditoría Interna como por parte de la estructura jerárquica de
la entidad se advierta inmediatamente de cualquier problema en las prácticas y
procedimientos para que se corrija sin ningún retraso cualquier error y se
eviten situaciones intolerables como la generada por esta iniciativa de la
dirección”
En
todo caso, a seguir en la pelea por los derechos de todos los compañeros.
Con
más motivos que nunca después de todo lo que nos está pasando y con el mismo
empeño de siempre.
Por
la cuenta que nos trae a todos.
17
de junio de 2020
P.D.
: la urgencia de denunciar lo que nos está pasando retrasa, pero no anula, las
necesarias aclaraciones a la última circular amarillenta con más trampas que
una película de Fu Manchú.
En
breve: Las últimas mentiras del
Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!