Continúa el sindiós de Liberbank
Nuevas instrucciones para la anormalidad
de siempre, escandaloso patrocinio/latrocinio de los negocios de Florentino Pérez
y otro juicio más en la Audiencia Nacional.
El
nivel de actividad negativa y tóxica que emana de la dirección de Liberbank
hace que, con pandemia o sin ella, sea cual sea la época del año, no hay mes
que no nos traiga ecos negativos de dichas actividades.
Esta
semana pasada, al día siguiente del juicio por la demanda contra los recortes
fraudulentos actualmente en vigor donde la empresa manifestaba que dichos
recortes (como los anteriores, los anteriores a los anteriores, los anteriores
a los anteriores a los anteriores y los anteriores a los anteriores a los
anteriores a los anteriores) son imprescindibles para la supervivencia de la
entidad, se hacía público que Liberbank se convertía en el patrocinador oficial
del Real Madrid, sustituyendo a Caixabank.
Otra
huida hacia adelante con dinero ajeno de esta dirección, cuyo ego y cuyas
ambiciones personales son demasiado grandes para dirigir un banco de
dimensiones tan reducidas como Liberbank y cuyas capacidades son demasiado
pequeñas para dirigir algo que sea mayor que Liberbank.
Mostrando
su habitual generosidad (para según qué cosas) con el dinero ajeno, los
directivos de Liberbank se comprometen a patrocinar los negocios y los
proyectos megalómanos de Florentino Pérez (y de alguno más, seguramente)
durante cinco años (¡!), ampliando el patrocinio a todas las secciones de
fútbol y baloncesto, con una cantidad económica que, según señala la prensa “no
ha sido dada a conocer” (tal cual) pero que, dado que bancos mucho mayores no
quisieron asumir dicho patrocinio, cabe pensar que no será moco de pavo.
Podríamos
decir que, esperamos que, liquidada la obra social y cultural de Cajastur, esta
escandalosa decisión y este intolerable latrocinio tendrá radicalmente enfrente
a la Fundación Bancaria Cajastur (heredera de los derechos de nuestra extinta Caja)
y a la clase política asturiana en su totalidad, empezando por el presidente del
Principado, Adrián Barbón, pero nuestra amarga experiencia nos obliga a ser
razonablemente cautos en cuanto a esta esperanza.
En
todo caso, una razón más, por si alguien la necesitaba o necesitase (no es
nuestro caso, obviamente), que justifica nuestro convencimiento de que, para
quien no tiene criterios morales, cualquier inmoralidad, siempre que convenga a
sus intereses particulares, es válida.
Y
una razón más (que tampoco necesitábamos, ya tenemos de sobra) para seguir
peleando contra este modelo de gestión basado en el palo al trabajador y al
cliente y la zanahoria rellena para los amigos y los socios.
Por
otro lado, esta misma semana hemos recibido nuevas instrucciones acerca de la
atención al público en las oficinas que hacen que las cosas que dijimos desde
un primer momento estén de actualidad sea cual sea el día, la semana y el mes
en que los compañeros las lean.
Para
la dirección, los trabajadores de las oficinas somos prescindibles.
Manifiestamente
prescindibles, además.
Si
resistimos, bien.
Si
reventamos, por la presión, las amenazas, los insultos y los conatos de
agresión, bien también.
¿Quieren
hacernos un ERE de fuerza mayor por motivos psiquiátricos?
De
esta gente, cabe esperar cualquier cosa.
Ninguna
buena.
Por
otra parte, mañana, martes 21 de julio, tendrá lugar en la Audiencia Nacional
el juicio derivado de la demanda presentada por CCOO, y a la que desde la CSI
nos hemos adherido, contra la modificación sustancial de condiciones de trabajo
que la dirección impuso a los compañeros de Banca Privada y Centros APIS al
modificarles, manu militari, sin respetar los procedimientos establecidos en
las leyes, sus horarios de trabajo por otros claramente más perjudiciales.
Allí
estaremos.
Seguiremos
informando.
20
de julio de 2020
En
breve:
Las últimas mentiras del Sindicato
Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!
Circular
que, debido a la incansable actividad parasitaria del Sindicato Amarillo STC y
de su reciente maniobra en torno a las cartas que la dirección envió a un grupo
de compañeros, tiene que modificar su título:
Ahora
será Las penúltimas mentiras del
Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!