Martes 14 de julio, juicio en la
Audiencia Nacional por los recortes fraudulentos actualmente en vigor
Después
de varios aplazamientos y retrasos, mañana, 14 de julio, tendrá lugar en la Audiencia
Nacional la vista de la demanda contra los recortes fraudulentos actualmente en
vigor, impuestos de manera unilateral por la dirección de Liberbank para los
años 20, 21 y 22 (y de manera definitiva en el caso de algunos beneficios sociales).
A
día de hoy, ya sumamos 7 años consecutivos de estafa y fraude a los
trabajadores, utilizando la reforma laboral de 2012 (que, por cierto, se hizo
para eso: para abaratar el despido, precarizar el empleo y para facilitar el
saqueo a la clase obrera).
Incluso
dentro de un sector que no se caracteriza precisamente por la vocación
altruista de sus altos ejecutivos, el Caso Liberbank destaca como la anomalía
negativa en lo referente en la falta de respeto a los derechos y la dignidad de
los trabajadores, sino también por su permanente burla a la legalidad, a las
sentencias judiciales y al menor sentido de la decencia.
Como
ejemplo de lo que afirmamos cabe señalar las palabras claramente amenazadoras
del Consejero Delegado acerca de “las consecuencias” que, según él, tendría una
sentencia de la Audiencia Nacional favorable a los trabajadores que anulase los
actuales recortes fraudulentos.
Es
lamentable que el ordenamiento legal impida que los altos ejecutivos y los
consejos de administración tengan que asumir personalmente las responsabilidades
penales y económicas derivadas de ilegalidades como el ERE de 2013 de Liberbank
y de la estrategia de recurrir permanentemente todas las sentencias
condenatorias sin tener ninguna posibilidad de triunfo legal y sólo como forma
de ganar tiempo para seguir trampeando las cuentas de la entidad y para seguir
negando lo evidente: que los trabajadores de Liberbank no nos rendimos ni nos
ponemos de rodillas y que algunos
sindicatos cumplimos con nuestra obligación de defender los derechos y la
dignidad de todos los compañeros.
En
esta ocasión, por primera vez (y que sirva de precedente), la dirección no ha
conseguido la firma de una mayoría sindical para apoyar sus recortes
fraudulentos, lo cual resulta muy positivo tanto en el terreno de lo moral
(que, aunque para una dirección que carece de ninguna moral no es relevante, sí
lo es para los trabajadores) como en el terreno estrictamente legal, ya que la
firma de la mayoría sindical avalaría una vez más los recortes fraudulentos, evitándole
a la dirección la necesidad de probar la necesidad de éstos.
Como,
a estas alturas, la ingenuidad es un lujo que no nos podemos permitir, tenemos
que señalar que los sindicatos amarillos (CSIF y el Sindicato Amarillo STC) no
han firmado estos recortes porque su firma no le valdría absolutamente para
nada a la empresa (todo aquello que no sea la firma de la mayoría sindical no
aporta nada a los planes de la dirección) y son mucho más útiles como topos de
la dirección, haciendo labor de zapa tanto en el periodo de negociación como posteriormente
que evidenciando aún más para qué están en el sindicalismo, cuáles son los
espurios intereses que defienden y el motivo por el que la dirección promociona
sus candidaturas de forma descarada, como en el caso del inmoral pucherazo en
Servicios Centrales de Asturias y Oviedo O.P. en el que el Sindicato Amarillo STC
consiguió la totalidad de los miembros de ese Comité (13 delegados, mala suerte….para
los trabajadores) por el democrático procedimiento de manipular el censo
electoral para que sólo hubiera una candidatura (la de los sindicalistas
amarillos patrocinados por la dirección, obviamente)
En
todo caso, a pesar de estos lamentables personajes, esta vez la dirección no
tiene el aval moral ni legal de la mayoría de la representación de los
trabajadores de Liberbank.
Como
no debería haberla tenido nunca, por otra parte.
Porque
no olvidemos que tan fraudulentos e injustificados como éstos fueron los anteriores
recortes, que contaron con la firma de una mayoría sindical que pretendía que
quienes no los firmábamos y, en el colmo de la osadía y la irresponsabilidad, peleábamos
contra ellos (en nuestro caso, en los tribunales y en la calle) y, ya para nota,
conseguíamos su anulación (como en el caso del ERE del 2013 y las medidas
unilaterales previas a él, anulados en los tribunales por las demandas de la
CSI) poníamos en peligro los puestos de trabajo de todos los compañeros.
La
actual situación derivada de la pandemia nos impide acompañar a nuestra abogada
en la sala del juicio y concentrarnos delante de la Audiencia Nacional.
La
delegada del gobierno en Asturias, con retorcidos argumentos supuestamente
legalistas, pretende negarnos el derecho a estar en la Escandalera coincidiendo
con el juicio en Madrid para recordar lo que nos está pasando.
Al
parecer, como en el caso la huelga de hambre de los trabajadores de la EHBI y las
movilizaciones del ALSA, la citada delegada del gobierno quiere hacer méritos
ante los poderes económicos que manejan Asturias.
Por
nuestra parte, a seguir en la pelea por los derechos y la dignidad de todos los
compañeros.
En
los tribunales y en la calle.
Seguiremos
informando.
13
de julio de 2020
En
breve:
Las últimas mentiras del Sindicato
Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!
Circular
que, debido a la incansable actividad parasitaria del Sindicato Amarillo STC y
de su reciente maniobra en torno a las cartas que la dirección envió a un grupo
de compañeros, tiene que modificar su título:
Ahora
será Las penúltimas mentiras del
Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!