A la dirección de Liberbank el mundo de la banca se le
queda pequeño, ahora va a revolucionar el streaming: que tiemble Netflix!
Despues de Narcos y Stranger Things, llega la
miniserie
El
discurso (interruptus) del Consejero Delegado
Basada en hechos reales y calificada como 3R
(mayores de 40 años con muchos reparos) por la Conferencia Episcopal
Lo previsto, lo
previsible, lo esperable, más de lo mismo, la nada entre dos platos, el parto
de los montes, la enfatización de lo obvio, parole, parole, parole, a qué
huelen las nubes?, una banalidad con balcones a la calle, mucho ruido y pocas
nueces, la versión Paulo Coelho de la realidad bancaria, un patético corta y
pega de libro de autoayuda, carta de los apóstoles privatizadores a los
creyentes y, sobre todo, a los crédulos, quién se ha llevado tu queso?, otra
habitual monserga neoliberal, sin propósito de enmienda (de examen de
conciencia y dolor de corazón, ya ni hablamos), no fuimos nosotros, fue la
crisis, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, no son fondos
buitre, son honrados inversores que tienen residencia fiscal en las Bahamas y
las Islas Caimán por aquello del clima, por qué lo llaman meritocracia cuando
quieren decir sumisión a los de arriba y arrogancia con los de abajo?
Cualquiera de las anteriores
expresiones valdría para definir brevemente el discurso del Consejero Delegado
en la videoconferencia transmitida por la intranet que había generado expectativas
y rumores de todo tipo, a pesar de que, como nos enseña nuestra larga y
lamentable experiencia, los trabajadores siempre somos los últimos en
enterarnos de cualquier decisión de importancia, incluso en las que se refieren
a temas que nos afectan directamente como ERES, recortes, privatizaciones y
operaciones corporativas.
Al parecer, el
colmo de la modernez discursiva en materia empresarial consiste, además de ese
empeño paleto en llamar C.E.O. al mandamás de toda la vida, en este tipo de
intervenciones, que incluyen presentador haciendo de colega de toda la vida con
tuteo democratizante y todo. Es la cara supuestamente amable de una entidad en
la que lo que prevalece es el desprecio y el trato vejatorio a los trabajadores,
la presión desmedida para realizar objetivos comerciales exigiendo prácticas
contrarias a la ética profesional y personal, las amenazas en términos soeces y
las represalias en forma de traslados forzosos.
Más allá de la
supuesta innovación del método elegido, acerca del contenido del discurso, nada
que añadir.
Una pérdida de
tiempo como tantas otras.
En cuanto a las
preguntas que podíamos enviar los trabajadores para que, convenientemente
lijadas, pulidas y alicatadas, fueran contestadas por el Consejero Delegado,
nosotros habíamos remitido las siguientes:
“¿Va a efectuarse algún cambio en la intolerable
política de personal de la entidad?
Más concretamente:
¿Van a anularse los injustos recortes salariales
actualmente en vigor?
¿Cuándo van a abonarse las cantidades que se nos
adeuda a los trabajadores a raíz de la anulación del ERE de 2013 por parte de
la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo?
¿Cuándo van a cesar las presiones, las amenazas y los traslados
forzosos en torno a las campañas comerciales?
¿Cuándo vamos a dejar de sentirnos ignorados,
despreciados, infravalorados y maltratados los trabajadores de Liberbank?
¿Cuándo va a terminar este insoportable clima de
incertidumbre acerca del futuro de Liberbank, achacable exclusivamente a la
nefasta gestión del equipo directivo y que estamos padeciendo los trabajadores?”
Después de hacer
como que respondía a algunas preguntas sin
decir ni que sí ni que no, sino todo lo contrario, le tocaba al Consejero Delegado
definirse (o no) sobre el abono de las cantidades ilegalmente sustraídas de nuestros
salarios gracias al primer ERE fraudulento
firmado por CCOO y UGT y anulado en base a las demandas de la CSI y, justo en ese momento, aunque parezca increíble
(incluso a quienes estamos curados de todos los espantos), se produce un
fundido en negro y se da por finalizada la transmisión.
Ante este
inconmensurable disparate, dos hipótesis, ambas tremebundas:
¿Se tratará de la
vieja estrategia comercial de cortar un episodio en el momento álgido, dejando
por resolver alguna de las tramas esenciales de la serie para asegurarse la
fidelidad de la audiencia en próximos episodios?
¿Será más bien una
demostración práctica de la falsedad de todo el discurso de modernidad,
digitalización, adaptación a los cambios, agilidad e innovación en sus justas
proporciones y todos los demás palabros altisonantes y vacíos que habíamos
escuchado antes?
A ti, qué te parece?
Imagínate a
nosotros.
En todo caso, a seguir
en la pelea.
Por la cuenta que
nos trae a todos.
21 de noviembre de
2017