Cuentas y
cuentos del ERE de Unicaja con fétido olor a Liberbank
A poco menos de una semana para finalizar el plazo de adscripción a las
desvinculaciones de la entidad, los sindicatos firmantes (con la nocturnidad,
alevosía y premeditación habitual) del ERE se autoimponen las habituales
medallas porque, al alcanzar el número de solicitudes establecido en dicho ERE,
no van a producirse despidos.
Para
más abundamiento, señalan que ellos (¿solamente ellos?) ya sabían que la cifra
de solicitudes iba a ser superior al objetivo de bajas fijadas en el acuerdo y
que, por tanto, todas esas bajas serían voluntarias.
Razón
de más para que sigamos preguntándonos el motivo por el cual, en el acuerdo del
ERE, se incluye el infame párrafo en el que los sindicatos firmantes aceptan
que, si hubiera sido necesario, se llevaran a cabo despidos basados en “la menor idoneidad para el desempeño del
puesto o menor polivalencia funcional”
¿fue
una hábil maniobra de los sindicalistas firmantes para despistar a la dirección
(que, tal vez, al contario que ellos, ignoraba que las solicitudes superarían
el objetivo fijado)?
O,
más bien ¿fue otra cesión a los deseos de la dirección que abre el camino para
futuros despidos de ese tipo o como mínimo, para que los jefecillos de Liberbank
que ahora están muy ansiosos para revalidar sus cargos conseguidos a base de
mucho sudor (ajeno) puedan seguir utilizando como amenaza esa posibilidad, cosa
que ya venían haciendo mucho antes de que la firma de la mayoría sindical
blanquease ese despido a la carta?
¿en
qué parte de los argumentos mediante los cuales convocaron las huelgas previas
a la firma del ERE figuraba esta posibilidad de despido como reivindicación de
los trabajadores cara a dichas huelgas?
Mientras
estas preguntas, al igual que muchas otras acerca de la aplicación real de lo
firmado en el ERE siguen sin ser contestadas, creemos conveniente efectuar un
somero análisis de las cifras que la propia entidad ha publicado en torno al
coste de este proceso y al ahorro que supondrá en el futuro inmediato y
compararlas con los argumentos esgrimidos por la dirección durante el proceso
de negociación para no asumir la equiparación salarial de los trabajadores
procedentes de Liberbank que llevan sufriendo una discriminación en salario desde
hace años (desde 1999 los procedentes de Cajastur).
Por
si alguien no se hubiera enterado, conviene recalcar que los recortes
salariales, los ERES fraudulentos y todas las trapacerías que hemos vivido
desde ese tiempo tan lejano son fruto de la retorcida voluntad y de la nefasta
gestión del actual consejero delegado de Unicaja (antiguo consejero delegado de
Liberbank y antiguo presidente de Cajastur, entidades hoy ya fenecidas), cuya
primera medida en su nuevo cargo fue aumentarse el salario un 25% (de 1.200 a
1.500 euros al día) y autoconcederse una aportación a su fondo de pensiones de
170.000 euros al año.
Según
los datos publicitados por la propia entidad, el importe total de este ERE se cifraría en 368 millones de euros,
mientras que el ahorro en costes de personal sería de 97 millones de euros al
año, una vez ejecutadas las salidas contempladas en dicho ERE.
En menos de 4 años, la entidad habrá
ahorrado lo que va a gastar para llevar a cabo su plan de ajuste de personal.
Sin
embargo y a pesar de estas cifras, durante el proceso de negociación, los representantes de la dirección
rechazaron la homologación salarial de los trabajadores provenientes de
Liberbank porque, según ellos, el coste anual (unos 6 millones de euros,
dijeron) es inasumible (sic).
En
el mismo ERE, la dirección y los sindicatos firmantes se comprometieron a
abordar un proceso de negociación acerca de dicha homologación, ligándola a la
reforma de los planes de pensiones de los trabajadores.
Al parecer, el consejero delegado de
Unicaja pretende realizar su sueño de recortarnos no solo los salarios actuales
sino también lo que percibiremos después de jubilarnos.
Veremos
si consigue una vez más la colaboración de una mayoría sindical cómplice.
En
todo caso, a seguir en la pelea.
Por
la cuenta que nos trae a todos.
10
de enero de 2022
P.D.:
al ahorro derivado de las salidas de la entidad, hay que sumar el generado
durante las dos jornadas de huelga a las que fuimos llamados para que los
sindicatos convocantes, una vez más (y ya van demasiadas), acabaran firmando lo
que la empresa quería y sabía desde un primer momento que iban a firmar.
El teatrillo mediante el cual los
sindicalistas habitualmente atechaditos tuvieron su momento de gloria
reivindicativo y pudieron enviar a amigos y parientes los videos en los que
interpretaban, un tanto sobreactuados, el número de la cabra revolucionara y
dinamitera, nos costó, según nuestros cálculos, en torno a 3 millones de euros que fueron directamente a engordar, como ahorro de
costes, los resultados de la entidad, para alegría de la alta dirección y de
los fondos buitre a los que representan, aparte de a sí mismos, dicha alta
dirección y sus cómplices en las Fundaciones Bancarias que, en teoría deben defender
los intereses de las cajas de ahorro origen de la entidad y, en realidad y por
motivos fácilmente comprensibles, son un grupo de palmeros (muy desafinados,
por cierto) del consejero delegado de Unicaja.
De
las excursiones a Málaga de sindicalistas amarillos de Asturias para participar
allí en movilizaciones que también estaban convocadas en Asturias (donde
resultaría demasiado patético su fervorín reivindicativo, dada su conocida
trayectoria) y del papel en esas excursiones y en esa mascarada del personaje
siniestro ya jubilado que, primero desde CCOO, después desde la amarilla
Candidatura Independiente de Servicios Centrales y Oviedo OP y más tarde desde
el Sindicato Amarillo STC ha sido cómplice activo de la privatización y de
todos y cada uno de los atropellos contra los trabajadores llevados a cabo por
el actual consejero delegado de Unicaja, hablaremos más extensamente en otro
momento.
Y
de la extraña (o no tanto) casualidad de que no se convocaran en Asturias
concentraciones en los días de huelga hasta que lo hizo la CSI, también
hablaremos en su momento.
Y
de la idea de que esa extraña (o no tanto) casualidad indica que se pretendía
preparar argumentos para presentarnos a quienes trabajamos en Asturias como
personas cuyos derechos no merecían ser defendidos porque no éramos lo
suficientemente reivindicativos, también hablaremos.
Porque
ahora, lo urgente es saber por qué no se exigió como condición para la firma
del acuerdo la eliminación de cualquier referencia a despidos forzosos y la
exigencia de que no se descontara el importe de los días de huelga ni se dejase
de cotizar a la Seguridad Social por esos días.
¿aclararán
los sindicalistas firmantes estas cuestiones o consideran que no tienen que dar
explicaciones a los trabajadores en general y a quienes fuimos a la huelga en
particular?
Permanecemos,
estoicamente, a la espera de dichas aclaraciones.