26 agosto 2020

Las penúltimas mentiras del Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!


Las penúltimas mentiras del Sindicato Amarillo STC.

¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!



(Circular que iba a titularse Las últimas mentiras del Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical! pero que, debido a la incansable actividad parasitaria del Sindicato Amarillo STC y su reciente maniobra en torno a las cartas que la dirección envió a un grupo de compañeros, tuvo que modificar su título)



Según los directivos del Sindicato Amarillo STC, las fuentes del derecho laboral en nuestro país son tres:

Las leyes y reglamentos referidos a dicha materia.

La jurisprudencia de los altos tribunales.

La docta opinión de los directivos del Sindicato Amarillo STC.

En caso de conflicto entre las diferentes fuentes, prevalecerá siempre, obviamente, la tercera.



Coincidiendo con el anuncio por parte de la dirección de que, después tantos años (y después de tantos bofetones judiciales que les hemos arreado los trabajadores), renunciaba a continuar con esa patética escalada de recursos que supone el pago de hasta el 50% de intereses de demora en algunos casos y miles de euros en concepto de costas judiciales derivadas de su mala fe procesal, el Sindicato Amarillo STC publicaba una circular en la que, una vez más, mentía descaradamente en torno a su papel (totalmente inexistente) en la anulación del ERE del 2013 y en la anulación de las medidas unilaterales previas a dicho ERE.



Como ya hemos manifestado, por mucho que, en sus visitas a oficinas, los sindicalistas amarillos del Sindicato Amarillo STC se hayan dedicado a difamar a la CSI, respecto a este y a otros asuntos y por mucho que, cínicamente y sin ningún escrúpulo, se autoimpongan medallas derivadas del esfuerzo y del trabajo de otros, la verdad es la verdad y no admite muchas interpretaciones.



Volvemos a repetir lo realmente sucedido en torno a la pelea contra el ERE del 2013 y, como ya hicimos en su momento, invitamos al Sindicato Amarillo STC a que nos desmienta por escrito en vez de dedicarse a difamarnos de esa manera innoble y torticera a la que están acostumbrados.



A raíz de las asambleas de trabajadores celebradas en 2013, desde la CSI asumimos el compromiso de impulsar, en la medida de nuestras posibilidades, la pelea contra los ERES promovidos por Liberbank de forma unitaria con el resto de los sindicatos, en todos los frentes: en la denuncia pública, en las movilizaciones y en el terreno judicial.



En este último terreno, la CSI planteó el enfoque de la demanda ante la Audiencia Nacional por violación del derecho a la negociación colectiva, al excluir de la negociación a los sindicatos distintos a UGT y CCOO.



La CSI y su asesoría jurídica tenía una amplia experiencia en pelear contra los ERES y en conseguir, en muchos casos, tumbarlos en los tribunales por ser discriminada en el proceso de negociación.



Los directivos del Sindicato Amarillo STC tenía experiencia en recortes, pero no en pelear contra ellos, sino en apoyarlos: sus directivos eran directivos empresariales y, a la vez, directivos sindicales en Cajastur cuando se firmó el infame acuerdo del 25 de enero de 1999, cuyo lema era: el que venga detrás, que se joda. Así, tal cual.



Del nivel de deslealtad que tuvimos que aguantar por parte de estos personajes, cabe decir que, a la salida de la vista en la Audiencia Nacional de nuestra demanda contra el ERE de 2013, la secretaria general del Sindicato Amarillo STC, encantada de escucharse y con el tono cuñadista habitual, manifestaba a unos y a otros que la demanda de la CSI no tenía sentido y que había estado muy mal expuesta ante el tribunal.



Cuando la Audiencia Nacional (y posteriormente el Tribunal Supremo) nos dio la razón y anuló el ERE del 2013 en base a la demanda de la CSI, el Sindicato Amarillo STC pasó de intentar desprestigiar nuestro trabajo a intentar atribuírselo, de la manera parasitaria que acostumbra y que sigue practicando hasta el día de hoy.



Una vez anulado el ERE de 2013, hubo que anular también las medidas aplicadas unilateralmente por la empresa de manera previa a dicho ERE.



La Audiencia Nacional (y posteriormente el Supremo) declararon nulas dichas medidas porque la dirección no había proporcionado la documentación que la CSI (y sólo la CSI, según argumenta claramente la sentencia) había reclamado en el periodo de negociación.



Tampoco en este caso el Sindicato Amarillo STC hizo el trabajo que había que hacer y, por lo tanto, no tuvo nada que ver, una vez más, con esa victoria de los trabajadores (de todos, como siempre planteamos desde la CSI, incluso de quienes nos critican y nos difaman, pero no renuncian a los frutos de esa lucha que tan trasnochada les parece).



En la escuálida circular del Sindicato Amarillo STC, una vez mentido lo suficiente sobre su papel y su supuesto trabajo en la pelea contra el ERE del 2013, efectúan un doble salto mortal con tirabuzón hacia adelante con el que llegan hasta la fecha actual, olvidándose, seguro que por casualidad, de algunos pequeños detalles que tal vez no les interese recordar por esa modestia que les caracteriza y para no insistir demasiado en el homenaje que les debemos los trabajadores de Liberbank. Hagamos un escueto resumen de algunos de esos detalles involuntariamente (o no tanto) olvidados por estos sindicalistas amarillos:



En junio de 2017, el Sindicato Amarillo STC firmó el ERE que estuvo en vigor hasta finales de 2019. Dicho ERE combinaba prejubilaciones con recortes salariales a quienes continuamos en la empresa. En el patético comunicado con el que pretendían, tomándonos por idiotas a los trabajadores, justificar su firma, alegaban que, con el tiempo, los trabajadores entenderíamos las bondades de dicho ERE fraudulento. Tal vez involuntariamente, se olvidaron de señalar que la Secretaría General del Sindicato Amarillo STC, la misma persona humana que firmaba el ERE, iba a cogerse a dicha prejubilación por aquello de que, para los sindicalistas amarillos la defensa de los trabajadores empieza por ellos mismos (y termina ahí mismo) y eso nos privó a los demás de entender los beneficios (para algunos) de los recortes que nos aplicaron a los que seguimos trabajando.



En 2018, la dirección de Liberbank organizó un pucherazo mediante la elaboración de un censo electoral fraudulento para que, en las elecciones para el comité de Servicios Centrales de Asturias y Oviedo OP, sólo pudiera presentarse una única lista: la del Sindicato Amarillo STC que consiguió la totalidad de los 13 delegados de dicho comité, cuya actividad sindical brilla por su ausencia con pandemia y sin ella. Incluso si no fuera tan obvia la complicidad de estos sindicalistas amarillos con la dirección de Liberbank, hay unas preguntas que es necesario hacerse (y que se responden solas): ¿para que regala, pucherazo mediante, la dirección de Liberbank los 13 delegados de este comité al Sindicato Amarillo STC? ¿para que defienda los intereses de los trabajadores frente a dicha dirección? ¿para aumentar el porcentaje de representación de sus topos sindicales en las mesas de negociación y, además, disminuir la de otros sindicatos, la CSI por ejemplo, menos proclives a la traición a los compañeros? ¿a ti, qué te parece?



Otra cuestión que, seguro que involuntariamente, se le olvida comentar al Sindicato Amarillo STC es la labor de zapa (fallida, afortunadamente) de su representante en la mesa de negociación de los actuales recortes fraudulentos, intentando ganar adeptos para su teoría de que algo hay que firmar y su defensa del derecho de los fondos buitre a cobrar dividendos mientras los trabajadores sufrimos recortes.



Y, ya para finalizar, también se les olvida comentar su escandaloso papel en la pelea contra la congelación de las tablas salariales de los compañeros que se incorporaron a Cajastur después del acuerdo del 25 de enero de 1999.



A raíz de la demanda contra dicha congelación presentada por la CSI, se llevaron a cabo dos intentos de mediación en el SASEC (Servicio Asturiano de Solución Extrajudicial de Conflictos) en Oviedo.



El Sindicato Amarillo STC no compareció en ninguna de ellas porque, al parecer, el tema no les interesa lo más mínimo o porque esos días tenían algo más interesante en lo que utilizar las horas sindicales.



Para más INRI, el argumento estrella de la dirección para oponerse a nuestra demanda es una circular sindical firmada por el representante del Sindicato Amarillo STC en la mesa de negociación de los recortes fraudulentos actualmente en vigor en la que, sin vergüenza alguna, afirmaba que los compañeros ingresados en Cajastur después del 25 de enero de 1999 ya habían cobrado lo que les correspondía en virtud de la actualización de sus bandas salariales gracias al anterior ERE fraudulento (el mismo que firmó para prejubilarse la Secretaria General del Sindicato Amarillo STC), por lo que no cabe reclamación alguna contra dicha congelación.



Como hemos informado, el TSJA dio la razón a nuestra demanda y la Fiscalía del Tribunal Supremo informó en el mismo sentido, contra el recurso presentado ante dicho tribunal por la dirección de Liberbank.



Conociendo sus antecedentes, nos tememos que estamos a dos telediarios de que el Sindicato Amarillo STC se atribuya esta demanda y sume así un triunfo más a su supuesto palmarés de lucha por los derechos de los compañeros (palmarés absolutamente falso, pero el cuñadismo sindical es así: no dejes que la realidad te estropee una circular autolaudatoria).



En todo caso, reiteramos nuestra invitación al Sindicato Amarillo STC para que nos desmienta en todo esto que relatamos.



Tenemos curiosidad por conocer sus argumentos (en el improbable caso de que tuvieran alguno) para defender su indefendible estrategia mentirosa y parasitaria.



Permanecemos a la espera



26 de agosto de 2020



P.D.: sobre el papel de los representantes del Sindicato Amarillo STC en la Comisión de Control del Pecajastur y su retorcida coherencia (aquí también practican con soltura y descaro eso de que la defensa de los intereses de los trabajadores empieza por ellos mismos y termina en el mismo lugar en el que empieza), seguiremos informando.

12 agosto 2020

Nada nuevo, pero todo muy desagradable: intolerables amenazas del consejero delegado, movimientos especulativos y saqueo del patrimonio de Cajastur


Nada nuevo, pero todo muy desagradable: intolerables amenazas del consejero delegado, movimientos especulativos y saqueo del patrimonio de Cajastur

La nefasta gestión de la cúpula directiva de Liberbank genera, incluso en pleno verano, un permanente goteo de noticias que, más allá de sus características propias, forman parte de ese nefasto modelo de gestión que venimos sufriendo desde hace años (en Asturias, desde 1.995, año en el que el actual consejero delegado, sin experiencia alguna en el mundo de la banca, llegó a la presidencia de Cajastur apadrinado por José Ángel Fernández Villa, otro referente ético y moral de las cloacas político sindicales asturianas) basado en el palo a los trabajadores y clientes, el pago de favores a costa de nuestros recortes y el despilfarro del patrimonio acumulado durante décadas por Cajastur para beneficio de la oligarquía asturiana y mexicana, los fondos buitres y, suponemos, de algunos personajes no identificados públicamente pero cuya identidad es fácilmente deducible.

En estos últimos días, se están produciendo movimientos especulativos muy intensos en torno a Liberbank, coincidiendo con los rumores acerca de una operación corporativa en la que tomaría parte nuestra entidad. Tanto en estos movimientos como en la ola de rumores, no cabe duda de que el actual consejo de administración tiene una activa participación en defensa no de unos hipotéticos intereses de la entidad, sino en los suyos propios y en los de los diversos grupos especuladores que controlan dicho consejo.

Ante la serie de noticias interesadas publicadas por diversos medios informativos, desde la CSI recomendamos a los compañeros lo mismo que hemos recomendado en similares situaciones que se han dado previamente: calma, tranquilidad y cartuchos al cañón.

Es obvio que, en caso de una hipotética compra/fusión/absorción, sería fundamental, cara al futuro, el relevo inmediato del actual consejero delegado (lo de investigar la privatización y el saqueo de Cajastur, ya sería para nota) que, por lo que a nosotros respecta, hace mucho tiempo que ha demostrado sobradamente su falta de capacidad y su falta de cualquier mínimo liderazgo social imprescindible para ejercer dicho cargo.

En todo caso, pase lo que pase, con fusión o sin ella, aguantando a esta lamentable dirección o con una dirección nueva, lo que garantizamos desde la CSI es lo que, creemos, deberían garantizar todos los sindicatos (¿en un mundo ideal? No nos llaméis ilusos porque tengamos una ilusión): la pelea, como hasta ahora, por los derechos de nuestros compañeros en todos los frentes: en la calle, en las mesas de negociación, en los juzgados….

Por si alguien la necesitaba (no es nuestro caso, obviamente), la última videoconferencia del consejero delegado es una evidente demostración de que, incluso en un sector que no se caracteriza por la altura moral de sus directivos, el caso de Liberbank es una anomalía negativa digna de estudio (para un tratado sobre la sociopatía en las relaciones laborales, por ejemplo).

De esta esperpéntica intervención, resaltamos unos detalles que nos ahorran adjetivos a la hora de definir lo que pensamos acerca de la gestión del consejero delegado:

Con toda la desfachatez del mundo, sigue amenazándonos con duras represalias, despidos colectivos entre ellas, si la Audiencia Nacional tumba los recortes fraudulentos que nos aplicó unilateralmente desde principios de este año, al no conseguir, por vez primera desde hace mucho tiempo, el apoyo de la mayoría sindical para sus planes de ajuste.

O sea que, si la AN dictamina que es ilegal su plan de seguir metiéndonos la mano en el bolsillo a los trabajadores para contribuir a financiar el reparto de dividendos, las dietas del consejo de administración, su escandaloso sueldo (1.220 euros al día, incluidos domingos, festivos y fiestas de guardar), el consejero delegado nos castigará por ello.

Esto apesta a amenaza mafiosa y como tal nos la tomamos.

Con todo el desprecio y sin ningún tipo de miedo, que es un lujo que, a estas alturas, no nos podemos permitir.

Por otro lado, el mismo consejero delegado se permite la lamentable vanagloria de presentarse como un precursor de los ERTES por fuerza mayor relacionados con el Coronavirus e insiste en que su conocida teoría de la austeridad salarial (ajena) consiste, en realidad, en repartir entre todos los esfuerzos y los sacrificios.

Se le olvida, seguramente de forma involuntaria, aclarar que el virus que nos trajo la pandemia que llevamos años sufriendo los trabajadores de lo que ahora es Liberbank, ese virus de la privatización y el saqueo de Cajastur para beneficio de unos pocos y perjuicio de la mayoría tiene mucho que ver con su nefasta gestión (socializar pérdidas y privatizar beneficios) y que, para conocer su grado de participación en esos esfuerzos y esos sacrificios que nos impone con todo gusto a los demás, nos faltan muchos datos económicos que nos gustaría se hicieran públicos, pero que solamente con los que son públicos (su escandaloso salario y la ayuda a la vivienda que percibe) ya queda absolutamente descalificado éticamente para hablar de ese tema.

Otro detalle un tanto insultante de la intervención del consejero delegado es su versión rural de la parábola de la cigarra y la hormiga llevada al terreno de la humilde patata. Después de tanto palabro en inglés de chichinabo para explicar los resultados de la entidad, el consejero delegado desciende a un ejemplo lo más sencillo posible para que incluso gente que considera de escasas entendederas como nosotros podamos entender su estrategia de permanentes recortes fraudulentos a los trabajadores.

Patético intento y falaz argumentación, por cierto, ya que hasta en eso falta a la verdad: quienes hemos sido niños campesinos sabemos de sobra que las patatas no pueden ser conservadas más allá de cierto tiempo prudencial antes de ser consumidas o vueltas a sembrar.

Para finalizar, la entidad anuncia el cierre del Monte de Piedad de Oviedo, aprovechando la venta del edificio histórico enclavado en la plaza de la catedral, construido en 1929 y propiedad de Cajastur durante décadas.

Según la prensa, el edificio se vendió en 2019 por 3 millones de euros a una sociedad que planea convertirlo en un hotel de lujo.

Continúa el saqueo del patrimonio de lo que fue nuestra Caja de Ahorros, convirtiendo lo que fue patrimonio de todos en beneficio privado de unos pocos, sin que, como en otros casos, el de las colecciones de arte, por ejemplo, se aclare dónde está yendo a parar esa riqueza que la dirección de Liberbank administra como si fuera suya, con el silencio cómplice de la Fundación Bancaria Cajastur y de la clase política asturiana, que paga así los muchos favores recibidos.

En todo caso, con más motivos que nunca y con el ánimo de siempre, a seguir en la pelea por los derechos de todos.

Seguiremos informando.

12 de agosto de 2020

En breve:

Las últimas mentiras del Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!

Circular que, debido a la incansable actividad parasitaria del Sindicato Amarillo STC y de su reciente maniobra en torno a las cartas que la dirección envió a un grupo de compañeros, tiene que modificar su título:

Ahora será Las penúltimas mentiras del Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!