31 mayo 2010

¿SIP O RIP? REUNIÓN (DES)INFORMATIVA

REUNIÓN (DES)INFORMATIVA
A primera hora del jueves, nos convocan, de manera urgente y sin orden del día previo, a una reunión con la dirección de la empresa. No estamos en absoluto conformes con este tipo de convocatorias a salto de mata, pero, dado el actual estado de cosas, acudimos a dicha reunión con la intención de recabar toda la información posible acerca de lo que está ocurriendo y lo que puede ocurrir en el desarrollo de este nuevo embolado financiero en el que estamos inmersos.

Por parte de la dirección, acudieron el Director del Área de Medios y el Director de Recursos Humanos, para informarnos oficialmente de las líneas generales del protocolo presentado al Banco de España una vez aprobada la creación del SIP con Caja de Ahorros del Mediterráneo, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

En una exposición de aproximadamente veinte minutos, nos explican que en el actual escenario de los nuevos requerimientos derivados de Basilea III (liquidez, solvencia, capital, etc.), Cajastur pacta con otras tres cajas un SIP que, a grandes rasgos, consiste en la creación de una nueva entidad que asume las redes ajenas al territorio natural de las cajas firmantes y centralizará varias áreas de negocio.

Por nuestra parte, manifestamos que toda la información genérica que nos ofrecen ya la conocemos por la prensa y que nuestra principal preocupación es el mantenimiento de los puestos de trabajo y las condiciones laborales en Cajastur, cuestiones acerca de las cuales no se hacía ninguna referencia concreta.

A nuestro entender, si ya la absorción de CCM era una empresa complicada, al sumar ahora un SIP con otras entidades se pueden plantear problemas en la red de expansión y en servicios centrales, por lo que se hace imprescindible la firma de un protocolo laboral que despeje cualquier inquietud en este sentido.

La dirección afirma que los solapamientos entre oficinas serán mínimos y que se estudiará la “dimensión adecuada” de los servicios centrales de la nueva entidad, optando en todo caso por “soluciones no traumáticas”, en caso de ser necesarias.

Insistimos en demandar un compromiso de mantenimiento de los puestos de trabajo y de garantía de las condiciones laborales de los actuales empleados de Cajastur que se puedan ver obligados a pasar a la nueva entidad resultante del SIP. También pedimos confirmación sobre la figura jurídica de la nueva entidad (un Banco o una Caja de Cajas).

Por parte de la dirección, se manifiesta que han advertido posibilidades de crecimiento para la nueva marca en algunas regiones (¿?) y que la figura jurídica de la nueva entidad será un banco. Respecto a nuestras petición de garantías del mantenimiento de los puestos de trabajo y del respeto a las condiciones laborales afirman que se mantendrá la legalidad de los compromisos (quiera esto decir lo que quiera decir, pero mucho nos tememos que, con la que está cayendo y en vísperas de la reforma laboral que viene, no quiere decir nada bueno).

Esto es todo lo poco que dio de sí esta reunión, en la que, como nos barruntábamos (por aquello de que el que se quemó con leche, cuando ve una vaca llora), solamente se pretendía cumplir el trámite de convocar a los representantes de los trabajadores para evitar futuras demandas judiciales.

Seguiremos informando
28 de mayo de 2010

P.D.:
Según la Prensa del Movimiento, los representantes de CCOO y CSICA en el Consejo de Administración votaron a favor del SIP con el entusiasmo habitual (desconocemos si hicieron la Ola Hawaiana con Doble Tirabuzón Hacia Adelante o se conformaron con el simple Aplauso Entusiasta Modelo Soviet Supremo y la tradicional Adhesión Inquebrantable a Cualquier Iniciativa Presidencial).

Una vez más (y ya van demasiadas), quienes en teoría nos representan a todos los trabajadores en el Consejo de Administración, avalan con su voto decisiones cuyo alcance real y cuyas consecuencias finales son, como mínimo, dudosos.

Aunque últimamente, al igual que la altísima dirección, sólo se dirigen a los simples mortales por medio de los periódicos, tenemos la osadía de dirigir unas preguntas a quienes votan, en nuestro nombre, a favor de esta decisión presidencial:

¿Han conseguido los dirigentes sindicales que apoyan el SIP algún tipo de información adicional que justifique dicho apoyo?

¿Podríamos los trabajadores conocer esa información o tal vez no estaremos capacitados para entenderla y valorarla de manera responsable y constructiva?

¿Han conseguido los dirigentes sindicales que apoyan el SIP alguna garantía acerca del mantenimiento de los puestos de trabajo en la Red de Expansión?

¿Han conseguido los dirigentes sindicales que apoyan el SIP alguna garantía acerca del mantenimiento de los puestos de trabajo en Servicios Centrales?

Y por último,

¿No consideran los dirigentes sindicales de CCOO, UGT y CSICA que esta situación debe abordarse desde la unidad de acción sindical, abandonando la absurda idea de que los sindicatos cogestionan y codirigen la empresa que tantos desastres nos ha ocasionado?

¿No es necesaria la convocatoria de los órganos de representación unitaria de los trabajadores en vez de seguir en la estrategia de división sindical que sólo beneficia a la dirección?

Por nuestra parte, seguimos en ello.

27 mayo 2010

¿S.I.P. o R.I.P.?

CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DE LAS CAJAS
¿S.I.P. o R.I.P.?
A la espera de que se despeje la intensa nube de incienso que brota de los órganos de propaganda del movimiento y mientras se confirma el recuento definitivo de víctimas del bombardeo publicitario habitual, constatamos que continúa el paseo militar hacia la privatización de las cajas, para regocijo de privatizadores y privatizantes, mientras que a los privatizados y privatizables (clientes y trabajadores) no acabamos de encontrar motivo de alegría alguno en todo este nuevo montaje del S.I.P. de Cajastur, CCM , Caja Cantabria y Caja Extremadura.

Mientras que, según la prensa, ya se ha procedido al reparto de puestos de altísima dirección (y correspondiente remuneración, suponemos), sobre el futuro de los 14.000 empleos de las cuatro cajas incluidas en el S.I.P. no se ha dicho nada, ni se ha firmado ningún acuerdo laboral previo a la “Fusión Fría” (¿vendrá después la “Fusión Caliente”?) que despeje las más que razonables inquietudes sobre el futuro del empleo en las Cajas implicadas.

A falta de conocer los entresijos de esta operación (si es que alguna vez llegamos a conocerlos), hay una serie de preguntas que consideramos pertinentes:

¿Qué justificación tiene la participación de Cajastur en una operación de esta trascendencia antes de que se haya conocido el resultado final de la operación de compra de CCM?

¿Qué eficacia se puede esperar de este modelo de fusión que crea una nueva estructura de dirección a sumar a las ya existentes, lo que nos lleva (en los tiempos que corren) a acumular cinco consejos de administración y cuatro asambleas generales para dirigir a 14.000 trabajadores?

¿Cómo se puede justificar la petición de 1.600 millones de ayudas del FROB cuando, según los datos de las propias cajas, todas ellas presentaban beneficios?

Más pertinentes aún y, sobre todo, más urgentes, nos parecen las siguientes cuestiones:

¿Qué garantías se han establecido para los puestos de trabajo actualmente existentes en las cuatro cajas?

¿Cómo va a influir esta operación en nuestras condiciones laborales?

¿Qué va a pasar con los trabajadores de las correspondientes redes de expansión?

¿Qué va a pasar con los trabajadores de los correspondientes servicios centrales?
25 de Mayo de 2010

13 mayo 2010

GOOD BUSINESS

(CIRCULAR SECUESTRADA POR LA DIRECCIÓN)

GOOD BUSINESS

Una nueva sentencia del TSJA, que se suma a las anteriormente existentes en el mismo sentido, anula el plan parcial de La Talá, poniendo una vez más de actualidad un suculento (para algunos) negocio realizado en julio de 2008, mediante la compra por parte de Beyos y Ponga S.A., sociedad cuyo único accionista es Cajastur, de una parcela de 222.118,50 metros cuadrados en La Talá (Llanes) por el módico precio de 47.56 millones de euros (7.913 millones de pesetas). En el momento de esta compra ya habían sido dictadas, como fruto de las demandas presentadas por la Agrupación de Vecinos y Amigos de Llanes (AVALL) dos sentencias que impedían la construcción de centenares de viviendas en este paraje de la costa llanisca.

El grupo Nozar, vendedor de la parcela a Beyos y Ponga, la había adquirido a su anterior propietario, en julio de 2006, por 36 millones de euros, consiguiendo en dos años una plusvalía de 11,5 millones de euros (1.900 millones de pesetas). Un buen negocio para ellos, sin duda.

A su vez, quienes vendieron al grupo Nozar habían pagado a sus anteriores propietarios 3 millones de euros, consiguiendo unos bonitos beneficios de 32 millones de euros (5.300 millones de pesetas). Un buen negocio para ellos, obviamente.

Quienes vendieron La Talá a quienes posteriormente la revendieron (a aquellos que a su vez la revendieron a Beyos y Ponga) habían pagado en 1990 1,8 millones de euros por esa misma parcela, consiguiendo al venderla un beneficio de 1,2 millones de euros (200 millones de pesetas). A todas luces, un buen negocio para ellos.

Esta mezcla de trabalenguas financiero y relato (in)moral acerca de la especulación que nos llevó a la crisis actual se resume de la siguiente manera:

La Caja pagó 47,56 millones de euros (7.913 millones de pesetas) por una parcela en la que, ni cuando se efectuó la compra ni mucho menos actualmente, se puede realizar actividad económica alguna que justifique dicho desembolso.

¿Un buen negocio para la Caja?
¿Qué te parece?

Las cifras son lo suficientemente escandalosas por si mismas, pero puestas en perspectiva resultan aún más indignantes. Veamos algunas comparaciones:

Con lo pagado por una parcela cuyo único destino a día de hoy sólo puede ser la siembra intensiva de cebollín y/o la alimentación de asnos, rucios y jumentos varios, se hubiesen cubierto la mitad de los gastos de personal de todo el Grupo Cajastur durante el año 2009.

Lo pagado por La Talá supone el equivalente al 88% de los beneficios netos de Cajastur en el primer trimestre de 2010. Como si, durante ese trimestre, hubiésemos trabajado 79 días para generar el beneficio equivalente a lo pagado a los exdueños de La Talá. O como si, de cada jornada laboral de ese trimestre, hubiésemos dedicado más de 6 horas de trabajo a conseguir el beneficio equivalente a lo pagado por esa parcela.

Lo pagado por esta parcela equivale a más de 1.566.000 llamadas a trabajadores, parados, pensionistas y clientes diversos para recordarles lo que ya saben de sobra: que cada día está más complicado llegar a fin de mes y que el modelo de gestión actual está dando lugar a actuaciones y situaciones que, al margen de que el Banco de España las autorice, son intolerables.

Lo que se pagó por La Talá equivale a más de 40 veces lo percibido como paga variable por todo el personal adscrito a niveles durante el año 2009.

Como ves, queda bastante claro el motivo por el cual los trabajadores llevamos años perdiendo poder adquisitivo, mientras que, en sólo dos años (2008 y 2009), las retribuciones globales del equipo directivo han aumentado en un 25%: hay que ahorrar en nuestros salarios para poder financiar operaciones como la compra de La Talá, que como sabes, forma parte de la gestión que año tras año aprueban los representantes de los trabajadores en los Órganos de Gobierno. (Por cierto: ¿A ti te dieron alguna explicación acerca de esta reiterada y lamentable actitud de sumisión y/o complicidad con la Alta Dirección? A nosotros, lo mismo)


12 de mayo de 2010

06 mayo 2010

DESPIDOS EN CCM

CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DE LAS CAJAS

Despidos en CCM


A finales de marzo de 2009, el Banco de España intervenía CCM para poner orden en una entidad a la cual la gestión de su equipo directivo había llevado a una situación insostenible. A raíz de dicha intervención, han tenido lugar una serie de actuaciones preocupantes por parte de los distintos grupos de presión que aspiran a hacerse con el botín (nunca mejor utilizado el término) resultante de la privatización y desguace de las Cajas de Ahorros, sin que la actuación del Banco de España haya permitido en ningún momento esclarecer el futuro de CCM y del resto de las Cajas. Una vez más, el organismo que debería ser el árbitro de la situación y debería velar por los intereses de la sociedad a la que sirven las Cajas parece que ha fichado por el equipo contrario (aquellos que aprovechan la crisis para forrarse, todavía más, la cartera).

Mientras permanecemos a la espera (bastante estoica, lógicamente) de que se depuren las responsabilidades de quienes llevaron a CCM a su situación actual, tenemos noticia de que, desde que el Banco de España intervino esta Caja, se han abierto más de treinta expedientes disciplinarios a trabajadores de CCM, con el resultado de seis despidos, uno de los cuales ya ha sido declarado improcedente por los tribunales.

Teniendo en cuenta que los directivos del Banco de España que aplican esta política de garrotazo y tentetieso contra los trabajadores fueron los mismos que daban por buenos las cifras y los beneficios de CCM hasta el año anterior a su intervención, resulta cuanto menos sorprendente la desfachatez y la falta de respeto a la lógica y al sentido común de este tipo de actuaciones.

Teniendo en cuenta igualmente la estrecha colaboración entre la alta dirección del Banco de España y la altísima dirección de Cajastur en todo el proceso de absorción de CCM por el resucitado Banco Liberta, nos planteamos (y planteamos a los compañeros) las siguientes reflexiones:

¿Será esta política de amedrentamiento de los trabajadores de CCM parte de la estrategia pactada entre la dirección del Banco de España y la dirección de nuestra Caja, para preparar el desembarco del nuevo equipo directivo sin que haya posibilidad de resistencia?

¿Sabe algo de esta estrategia de expedientes y despidos el presidente de Cajastur o se ha enterado por la prensa?

¿Está a favor, está en contra o no sabe/no contesta?

5 de mayo de 2010

¿Qué opinas tú?
Imagínate nosotros

P.D.:
¿Cómo debemos interpretar, a la luz de estos sucedidos, el reciente recordatorio de las normas de auditoria y del grado de incumplimiento por parte de las oficinas?

¿Para cuándo una encuesta telefónica a clientes y empleados, unos cuantos mystery directives shopping (o como se diga en la cultiparla habitual) y/o unos informes de auditoria social acerca de la gestión del equipo directivo y, muy especialmente en estos momentos, sobre la política de precios y comisiones que han implantado?