10 enero 2022

Cuentas y cuentos del ERE de Unicaja con fétido olor a Liberbank

Cuentas y cuentos del ERE de Unicaja con fétido olor a Liberbank

A poco menos de una semana para finalizar el plazo de adscripción a las desvinculaciones de la entidad, los sindicatos firmantes (con la nocturnidad, alevosía y premeditación habitual) del ERE se autoimponen las habituales medallas porque, al alcanzar el número de solicitudes establecido en dicho ERE, no van a producirse despidos.

Para más abundamiento, señalan que ellos (¿solamente ellos?) ya sabían que la cifra de solicitudes iba a ser superior al objetivo de bajas fijadas en el acuerdo y que, por tanto, todas esas bajas serían voluntarias. 

Razón de más para que sigamos preguntándonos el motivo por el cual, en el acuerdo del ERE, se incluye el infame párrafo en el que los sindicatos firmantes aceptan que, si hubiera sido necesario, se llevaran a cabo despidos basados en “la menor idoneidad para el desempeño del puesto o menor polivalencia funcional”

¿fue una hábil maniobra de los sindicalistas firmantes para despistar a la dirección (que, tal vez, al contario que ellos, ignoraba que las solicitudes superarían el objetivo fijado)?

O, más bien ¿fue otra cesión a los deseos de la dirección que abre el camino para futuros despidos de ese tipo o como mínimo, para que los jefecillos de Liberbank que ahora están muy ansiosos para revalidar sus cargos conseguidos a base de mucho sudor (ajeno) puedan seguir utilizando como amenaza esa posibilidad, cosa que ya venían haciendo mucho antes de que la firma de la mayoría sindical blanquease ese despido a la carta?

¿en qué parte de los argumentos mediante los cuales convocaron las huelgas previas a la firma del ERE figuraba esta posibilidad de despido como reivindicación de los trabajadores cara a dichas huelgas? 

Mientras estas preguntas, al igual que muchas otras acerca de la aplicación real de lo firmado en el ERE siguen sin ser contestadas, creemos conveniente efectuar un somero análisis de las cifras que la propia entidad ha publicado en torno al coste de este proceso y al ahorro que supondrá en el futuro inmediato y compararlas con los argumentos esgrimidos por la dirección durante el proceso de negociación para no asumir la equiparación salarial de los trabajadores procedentes de Liberbank que llevan sufriendo una discriminación en salario desde hace años (desde 1999 los procedentes de Cajastur).

Por si alguien no se hubiera enterado, conviene recalcar que los recortes salariales, los ERES fraudulentos y todas las trapacerías que hemos vivido desde ese tiempo tan lejano son fruto de la retorcida voluntad y de la nefasta gestión del actual consejero delegado de Unicaja (antiguo consejero delegado de Liberbank y antiguo presidente de Cajastur, entidades hoy ya fenecidas), cuya primera medida en su nuevo cargo fue aumentarse el salario un 25% (de 1.200 a 1.500 euros al día) y autoconcederse una aportación a su fondo de pensiones de 170.000 euros al año.

Según los datos publicitados por la propia entidad, el importe total de este ERE se cifraría en 368 millones de euros, mientras que el ahorro en costes de personal sería de 97 millones de euros al año, una vez ejecutadas las salidas contempladas en dicho ERE.

En menos de 4 años, la entidad habrá ahorrado lo que va a gastar para llevar a cabo su plan de ajuste de personal.

Sin embargo y a pesar de estas cifras, durante el proceso de negociación, los representantes de la dirección rechazaron la homologación salarial de los trabajadores provenientes de Liberbank porque, según ellos, el coste anual (unos 6 millones de euros, dijeron) es inasumible (sic).

En el mismo ERE, la dirección y los sindicatos firmantes se comprometieron a abordar un proceso de negociación acerca de dicha homologación, ligándola a la reforma de los planes de pensiones de los trabajadores.

Al parecer, el consejero delegado de Unicaja pretende realizar su sueño de recortarnos no solo los salarios actuales sino también lo que percibiremos después de jubilarnos.

Veremos si consigue una vez más la colaboración de una mayoría sindical cómplice.

En todo caso, a seguir en la pelea.

Por la cuenta que nos trae a todos.

10 de enero de 2022

P.D.: al ahorro derivado de las salidas de la entidad, hay que sumar el generado durante las dos jornadas de huelga a las que fuimos llamados para que los sindicatos convocantes, una vez más (y ya van demasiadas), acabaran firmando lo que la empresa quería y sabía desde un primer momento que iban a firmar.

El teatrillo mediante el cual los sindicalistas habitualmente atechaditos tuvieron su momento de gloria reivindicativo y pudieron enviar a amigos y parientes los videos en los que interpretaban, un tanto sobreactuados, el número de la cabra revolucionara y dinamitera, nos costó, según nuestros cálculos, en torno a 3 millones de euros que fueron directamente a engordar, como ahorro de costes, los resultados de la entidad, para alegría de la alta dirección y de los fondos buitre a los que representan, aparte de a sí mismos, dicha alta dirección y sus cómplices en las Fundaciones Bancarias que, en teoría deben defender los intereses de las cajas de ahorro origen de la entidad y, en realidad y por motivos fácilmente comprensibles, son un grupo de palmeros (muy desafinados, por cierto) del consejero delegado de Unicaja.

De las excursiones a Málaga de sindicalistas amarillos de Asturias para participar allí en movilizaciones que también estaban convocadas en Asturias (donde resultaría demasiado patético su fervorín reivindicativo, dada su conocida trayectoria) y del papel en esas excursiones y en esa mascarada del personaje siniestro ya jubilado que, primero desde CCOO, después desde la amarilla Candidatura Independiente de Servicios Centrales y Oviedo OP y más tarde desde el Sindicato Amarillo STC ha sido cómplice activo de la privatización y de todos y cada uno de los atropellos contra los trabajadores llevados a cabo por el actual consejero delegado de Unicaja, hablaremos más extensamente en otro momento.

Y de la extraña (o no tanto) casualidad de que no se convocaran en Asturias concentraciones en los días de huelga hasta que lo hizo la CSI, también hablaremos en su momento.

Y de la idea de que esa extraña (o no tanto) casualidad indica que se pretendía preparar argumentos para presentarnos a quienes trabajamos en Asturias como personas cuyos derechos no merecían ser defendidos porque no éramos lo suficientemente reivindicativos, también hablaremos.

Porque ahora, lo urgente es saber por qué no se exigió como condición para la firma del acuerdo la eliminación de cualquier referencia a despidos forzosos y la exigencia de que no se descontara el importe de los días de huelga ni se dejase de cotizar a la Seguridad Social por esos días.

¿aclararán los sindicalistas firmantes estas cuestiones o consideran que no tienen que dar explicaciones a los trabajadores en general y a quienes fuimos a la huelga en particular?

Permanecemos, estoicamente, a la espera de dichas aclaraciones.