Hoy, en el
mercadillo dominical de Gijón, entre herramientas oxidadas, espantosos cuadros
en relieve de la Sagrada Familia, sifones y botellas de Gaseosa Rosi y viejos
muñecos desorejados que algún día muy lejano alegraron infancias hoy ya senectas,
nos topamos con un ejemplar de “Ejercicios para el proceso de selección de Caja
de Asturias”
¡¡Cuántas
desgracias y cuántos disgustos nos habríamos ahorrado si Alguno (ese Alguno que
todos sabemos) hubiera, en su momento, comprado y estudiado este libro y no
hubiera suspendido las pruebas para entrar a trabajar en la Caja!!
Dicen que “un
libro ayuda a triunfar”.
En este caso,
podría decirse que “no estudiar un libro, ayuda a triunfar” o mejor dicho “no
estudiar un libro y ser apadrinado por José Ángel Fernández Villa (antes el factótum
al que le besaban las nalgas todos estos personajes, ahora ese sindicalista
corrupto del que usted me habla), ayuda a triunfar”
Patético y
verídico, en todo caso.
No hay nada peor
que un resentido con poder.
Que nos lo
pregunten a nosotros.
2 de enero de
2022