En fechas recientes, la prensa recogía una relación ordenada de los salarios percibidos por altos cargos del mundo de la política tanto a nivel nacional como internacional. En Asturias, mientras son públicos los salarios de Alcaldes, Consejeros, Directores Generales e incluso del Presidente del Principado, se desconoce el sueldo que percibe el profesional de la política que más poder acumula (y que más cobra): Manuel Menéndez. Para reparar esta falta de transparencia, seguramente involuntaria, por parte del Presidente de la Caja, el equipo de investigación de CSI ha elaborado la siguiente circular en la que se desvela de manera indudable que nuestro Presidente no se aplica a sí mismo la política de recortes salariales que con aguerrido fervor, que ya resulta un poco cansino después de 10 años de mandato, nos hace padecer a los trabajadores de la Caja
UN CASO PRÁCTICO ACERCA DE LA ÉTICA EN LA GERENCIA DE EMPRESAS:
EL SALARIO DE MENÉNDEZ
No hay plazo que no se venza ni deuda que no se pague. Martín Fierro
Como ya hemos dejado claro, calificamos la gestión de Menéndez como un absoluto desastre y opinamos que cada minuto que permanece en la Presidencia es un minuto más que la Caja pierde para recuperar su trayectoria de liderazgo financiero en Asturias. Aunque Menéndez cobrase el salario mínimo interprofesional, cosa que obviamente no sucede, eso no cambiaría nuestro juicio sobre su lamentable desempeño al frente de la Caja
Las cifras que se exponen en esta circular son relativas unica y exclusivamente al sueldo de Menéndez como Presidente de Caja de Asturias, sin hacer mención al dinero que pueda percibir como Presidente de HC y como Presidente de Naturcorp. En cuanto a esta acumulación de cargos y funciones, consideramos que es absolutamente intolerable y que está causando un grave perjuicio a los intereses de la Caja. Como muestra del nivel de dedicación de Menéndez, cabe señalar que en la reunión de directivos de celebrada en el recinto de la Feria de Muestras de Gijón para presentar el plan estratégico, manifestó: ”.....esta reunión debíamos haberla tenido hace tiempo, pero el asunto de HC nos ha impedido hacerlo” (sin comentarios).
Los datos utilizados en esta circular se han extraído del Informe Anual de Gobierno Corporativo correspondiente al ejercicio 2004 que, cumpliendo una obligación legal, figura por primera vez en la web de la Caja www.cajastur.es/conozcacajastur/infolegal/infolegal.html. No dudamos de que en un futuro podremos ampliar nuestros conocimientos acerca de lo que ha supuesto, en materia económica, la escalada política de Manuel Menéndez.
En dicho Informe, el montante del salario presidencial no aparece aislado sino que figura agregado al de otros 5 altos cargos por lo que, a la hora de efectuar los cálculos pertinentes, hemos optado por la moderación y hemos sido, por una vez y sin que sirva de precedentes, conscientemente conservadores, por lo que cuando se lea Manuel Menéndez cobra más de......., debe entenderse Manuel Menéndez cobra mucho más de .......... Aún aplicando esta moderación, las cantidades son suficientemente esclarecedores sobre todo si se comparan con los salarios resultantes de la aplicación de las personales teorias de Menéndez acerca de lo que debemos cobrar los trabajadores de la Caja.
Según el Informe de Gobierno Corporativo, la remuneración percibida en 2004 por el personal clave de la dirección y por los miembros del Consejo de Administración en su calidad de directivos asciende a 1.161.000 Euros (193 millones de pesetas). El personal incluido en este grupo, siempre según el Informe de Gobierno Corporativo, es el siguiente: Presidente Ejecutivo, Director General, Director de Administración y Control, Director de Banca Comercial, Director de Medios y Director de Negocio Centralizado.
La media salarial de este grupo de directivos sería de 193.000 Euros (32 Millones de Pesetas). Es conveniente recordar que estos directivos forman parte de los autoexcluidos de la paga 125 aniversario. Ahora queda claro que esta autoexclusión propagandística no debió de impedirles llegar más o menos bien a fin de mes.
Partiendo de estos datos y una vez realizados los cálculos pertinentes, podemos afirmar que Manuel Menéndez cobró en el año 2004 más de 360.000 Euros (60 millones de pesetas) como Presidente de la Caja. Esta cantidad coloca a Menéndez en un lugar destacado entre los profesionales de la política del mundo mundial (por fin conseguimos destacar en algo), sin que tenga que pasar por el trámite siempre engorroso de presentarse a las elecciones.
Las comparaciones, en este caso, son particularmente odiosas. La nota exótica del gobernador de Jalisco se queda en poca cosa cuando la comparamos con lo que percibe el presidente de una empresa regional de 1.200 trabajadores que le permite además, contra toda lógica, compatibilizar este desorbitado salario con el ejercicio de otras presidencias cuya remuneración directa o indirecta se ignora.
Teniendo en cuenta el importe de nuestros salarios en el año 2004, podemos establecer que:
Sólo como Presidente de la Caja, Menéndez cobra mas de 15 veces lo que percibe cada uno de los compañeros ingresados después de 1999.
En tres años como Presidente, Menéndez cobra más que lo que cobraría un trabajador de la Caja ingresado después de 1999 en el transcurso de su vida laboral (suponiendo una duración de esa vida laboral de más de 40 años).
Menéndez lleva 10 años como Presidente y pretende seguir unos cuantos más, ya que al parecer no le afecta la limitación de mandatos. Teniendo en cuenta la cuantiosa fortuna que ha acumulado en estos años gracias a lo percibido en concepto de salario, parece ser que tampoco le afecta la norma ética que establece unos límites entre lo que se percibe en el desempeño profesional y lo que se debería cobrar cuando se accede a un cargo político. Según nuestros cálculos Menéndez cobra más de siete veces lo que cobraría como profesor de universidad.
Sobre la participación de Menéndez en el establecimiento de su propio salario, nos remitimos a John Kenneth Galbraith, un economista de verdad, en un comentario acerca de su libro “La Economía del Fraude Inocente”, que trata sobre la insaciable codicia de los altos directivos corporativos:
“ El fraude oculta un cambio muy importante en el papel que el dinero juega en la economía moderna. Hace un tiempo el consenso era que el dinero confería a su propietario control sobre la empresa. Este es el caso todavía en la pequeña empresa. Pero en todas las grandes empresas el poder decisivo lo ostenta una burocracia que controla, pero no posee, el capital requerido. Las escuelas de administración enseñan a sus estudiantes a navegar por estas burocracias, y es a éstas a donde los graduados de dichas escuelas se dirigen. Pero la motivación y el poder de las burocracias no son temas dignos de estudio para los economistas. La gestión empresarial existe, pero su dinámica interna no se estudia, ni se explica porqué determinadas conductas son recompensadas con dinero y poder. Estas omisiones son otra manifestación del fraude. Puede que no sea del todo inocente. Permite evadir ciertos hechos, a menudo desagradables: la estructura burocrática, la competencia interna, la autopromoción, y muchos otros.
Este fraude, inocente o no, oculta un factor de crucial importancia en la distribución de la renta: en la cima de las burocracias empresariales, la remuneración la fijan aquellos que la reciben. Este hecho indiscutible no encaja bien en las teorías económicas ortodoxas, y por tanto se le ignora. En los libros de texto no existen ni las aspiraciones burocráticas, ni la anexión burocrática mediante fusiones y adquisiciones de otras empresas, ni la remuneración establecida por el recipiente. Ignorar todo esto constituye un fraude no del todo inocente.
En este asunto, es bastante evidente que es importante expresar lo que ocurre en lenguaje claro. Podremos así disfrutar de la incomodidad ajena que causan aquellos que dicen la verdad.”
Esta circular debería ser publicada por la empresa el lunes 28 de Noviembre. Este mismo día se celebra la Asamblea General de la Caja. Una ocasión muy oportuna para que Menéndez nos ofrezca su versión de estos hechos y, si cabe, desmienta estas cifras. Como no podría ser menos, autorizamos a cualquiera de los 30 representantes de los trabajadores en la Asamblea General a que, si lo estiman conveniente (que va a ser que no), utilicen estos datos para plantearle al Presidente las preguntas pertinentes acerca del asunto de sus retribuciones y del contraste con su política salarial respecto a los trabajadores de la Caja.
Lo que se comunica para general conocimiento
25 de Noviembre de 2005