CONTRA LA PRIVATIZACIÓN DE LAS CAJAS
¿Un Buen Negocio? ¿Para Quién?
Desde el Sindicalismo Cogestor (Órgano Staff) nos llega un ocurrente argumento para justificar el aplauso y/o los tímidos carraspeos acerca de la sorprendente operación por la que, utilizando una ingente cantidad de dinero público, se exhuma el cadáver de un banco inoperante para que se haga cargo de CCM, en lo que constituye a todas luces la apertura del proceso de privatización de las Cajas de Ahorros en nuestro país.
Según los Dirigentes Sindicales Adscritos a Presidencia, todo este montaje político-financiero constituiría un buen negocio para nuestra Caja, por lo que, una vez más, sólo cabe apoyar a nuestro Presidente en su excelsa gestión, cosa que ellos hacen en cumplimiento de sus responsabilidades sindicales y sin coste adicional alguno.
Ante esta ultima ocurrencia (ocurrencia: dícese de aquel proceso mental ligeramente superior al mecanismo cerebral del bostezo pero que no llega a la categoría de argumento) para justificar lo injustificable, la complicidad por acción u omisión en este proceso privatizador, nos hacemos las siguientes preguntas:
• ¿Estamos de acuerdo los trabajadores de Cajastur en que se realicen buenos negocios privatizando CCM? Aunque no hubiese resultado tan buen negocio, ¿No sería más justo que, con el mismo dinero que se va a utilizar para su privatización, se hubiera reflotado CCM?
• ¿Nos gustaría que, el día de mañana, se hiciera un buen negocio privatizando nuestra Caja?
• ¿En que parámetros se basan estos directivos sindicales para definir lo que es un buen negocio? ¿En los parámetros que define el Presidente?
• ¿Fue, entonces, un buen negocio el acuerdo del 25 de enero de 1999? ¿Para quién?
• ¿Fue un buen negocio el cierre del Centro de Proceso de Datos de la Caja? ¿Para quién?
• ¿Es un buen negocio Infocaja? ¿Para quién?
• ¿Es un buen negocio La Talá? ¿Para quién?
Como vemos todo buen negocio tiene dos caras, hay quienes se benefician y quienes salen perjudicados. En los ejemplos anteriores, creemos que es obvio quienes son unos y quienes son otros, pero si tienes alguna duda puedes remitirnos un correo a csilacaja@yahoo.es y te la aclararemos gustosamente.
La experiencia histórica nos demuestra que los procesos de privatización han sido un espectacular negocio para quienes se han lucrado con ellas, mientras que han supuesto un desastre para usuarios y trabajadores. Son de sobra conocidos los casos de directivos de medio pelo convertidos en potentados de la noche a la mañana gracias a su participación en este tipo de procesos de rapiña. También es conocido el deterioro de los servicios prestados por estas compañías y el recorte en empleos y salarios que han traído consigo estos buenos negocios.
En tiempos de una crisis generada por la avaricia de directivos a los que todavía no se les ha exigido responsabilidad alguna, resulta intolerable que, lejos de nacionalizar las entidades a las que se les adjudica dinero público para su saneamiento, se proceda a abrir un proceso de privatización de lo más parecido a la banca pública que tenemos (las Cajas de Ahorro). Más intolerable todavía resulta que esta nueva versión del viejo axioma neoliberal privatizar los beneficios, socializar las pérdidas se lleve a cabo con la complicidad de algunos dirigentes sindicales.
Esperemos que en este año que comienza, la tozuda realidad obligue a posicionarse a quienes parecen haber olvidado que, por muy seductor que sea el frufrú de la moqueta de los despachos directivos, los intereses de los trabajadores a los que representamos no suelen coincidir con los intereses de quienes nos dirigen (más bien al contrario).
Esperemos también que, dejando de lado el sectarismo estéril, todos los sindicatos podamos ponernos de acuerdo en estrategias y reivindicaciones comunes, sin dejar que la dirección de la empresa sea la que dirija también la actuación sindical.
En ello estamos.
30 de Diciembre de 2009