24 enero 2017

Nadie se salva solo: Solidaridad con las trabajadoras de las cafeterías del Grupo Covadonga y del Campus de Gijón



En el caso de la cafetería del Grupo Covadonga, los compañeros de Cajastur que son socios pueden dirigirse a la dirección de dicho grupo para mostrar su preocupación por la situación de las trabajadoras de dicha cafetería y su deseo de que se respeten sus derechos laborales y sus puestos de trabajo, además de comentarlo con otros socios para que hagan lo mismo.  


Nadie se salva solo: Solidaridad con las trabajadoras de las cafeterías del Grupo Covadonga y del Campus de Gijón

En la actualidad, se están desarrollando dos conflictos en el sector de la hostelería de Gijón derivados de la intención de los empresarios a los que se han adjudicados las cafeterías del Campus y del Grupo Covadonga de eliminar  las condiciones laborales y salariales sujetas a convenio de las trabajadoras que llevan años en dichas cafeterías para sustituirlas por las condiciones precarias que, incumpliendo la legalidad en muchos casos, constituyen una deleznable práctica común en el sector de la hostelería.

Las adjudicaciones de estas cafeterías conllevan la obligación legal de subrogar la plantilla existente en las mismas condiciones de salario y antigüedad que mantenían previamente, por lo que la estrategia de estos empresarios consiste en, una vez conseguida la adjudicación con el compromiso de subrogación de la plantilla, proceder a una serie de maniobras (despidos, falta de pago de nóminas, presión y acoso….) para incumplir esta obligación legal, violando los derechos de las trabajadoras que, después de muchos años trabajando en estos establecimientos, ven como se les pretende privar de sus empleos y sus salarios por la avaricia de quienes, a sus abundantes ganancias, pretenden sumar el beneficio ilegítimo generado por la precarización de las condiciones de quienes sólo quieren seguir ganándose la vida honradamente como han venido haciendo hasta ahora.

Los responsables directos de estas intolerables situaciones son, obviamente, los empresarios adjudicatarios, pero también tienen una responsabilidad ineludible las instituciones propietarias de dichas instalaciones que no pueden ignorar lo que está sucediendo en estas cafeterías y el fraude a las condiciones de adjudicación de dichos negocios.

Es necesario que tanto la Universidad de Oviedo como el Grupo Covadonga obliguen a los adjudicatarios de las cafeterías a cumplir con los términos de dicha adjudicación en lo referido al respeto a las condiciones de las trabajadoras o que, en su caso, revoquen la concesión de las cafeterías por incumplimiento del contrato.

Desde la CSI de Cajastur llamamos a la solidaridad con las trabajadoras de las cafeterías del Campus de Gijón y del Grupo Covadonga, participando en las movilizaciones convocadas en apoyo a la lucha por sus puestos de trabajo y sus condiciones laborales.