01 febrero 2017

Pago de atrasos de convenio 2015/16 en Cajastur: Los amargos y podridos frutos del acuerdo del 25/01/99



Una nueva tomadura de pelo para muchos compañeros o de cómo Manuel Menéndez (1.220 euros al día, incluidos domingos y festivos) nos sigue aplicando su afamada teoría de la austeridad salarial ajena

Pago de atrasos de convenio 2015/16 en Cajastur: Los amargos y podridos frutos del acuerdo del 25/01/99

Este lunes hemos recibido el abono de los atrasos de los años 2015 y 2016 derivados de la actualización de las tablas salariales del convenio colectivo. En Cajastur, para muchos compañeros, la cantidad a percibir por dicho concepto (un 1% de salario base y antigüedad por cada uno de esos dos años) ha supuesto un ingreso que, en algunos casos, no llega a un euro y en otros muchos casos supone cantidades irrisorias. Increíble, pero cierto.

Para encontrar el origen de este atropello (específico de Cajastur, donde llevamos sufriendo recortes salariales desde la llegada del actual consejero delegado de Liberbank a la presidencia de nuestra Caja, por la gracia no de dios, sino de José Ángel Fernández Villa, que en aquel tiempo era más que dios en Asturias) hay que remontarse al año 1999, cuando los sindicatos del régimen de aquella época (UGT y la hoy desaparecida USO) firmaron un acuerdo por el que, a los compañeros incorporados a partir de aquel momento, se les aplicaba el salario mínimo de convenio colectivo, quitándoles los complementos específicos de Cajastur que suponían en torno a un cuarenta por ciento del salario que percibíamos los trabajadores de nuestra Caja.

Ante este brutal e injustificado recorte, una posterior movilización de los trabajadores hizo que la dirección implantase un complemento no consolidable y absorbible por futuras subidas (CNNC) por importe de 50.000 pesetas al mes (300 euros actuales).

Diecisiete años después, las subidas salariales han sido tan magras que parte de ese complemento salarial sigue vigente para muchos compañeros a pesar de haber absorbido sucesivos incrementos, por lo que es obvio que la intención primera de quienes firmaron ese podrido acuerdo era que los compañeros ingresados a partir de dicha fecha cobraran mucho menos todavía.

Para nadie era un secreto en aquella época que al actual consejero delegado de Liberbank le ofendían los salarios que percibíamos los trabajadores de Cajastur, más aún cuando los comparaba, muy indignado, con el que percibía como profesor de esa inmensa fábrica de parados que era la Universidad de Oviedo donde él trabajaba.

Desde un primer momento (y así sigue pasando en la actualidad, que nadie se engañe) uno de los objetivos prioritarios de dicho consejero delegado de Liberbank fue, además de mantener secreto el número y el montante de las retribuciones que se autoadjudicaba, rebajarnos el salario a quienes habíamos entrado a trabajar en Cajastur sin que ningún Fernández Villa nos hubiese enchufado, sino porque superamos el proceso selectivo pertinente al contrario que otros (sí, sí, ése que imagináis se presentó y no aprobó).

Para este objetivo, con la complicidad de unos dizquesindicalistas que en el caso del acuerdo de 25/01/99 recibieron como pago a su traición ascensos y aumentos salariales que no guardaban ninguna relación con sus mediocres desempeños profesionales, se transformó la estructura salarial existente en Cajastur, conocida, transparente y con criterios comunes para todos los trabajadores, por una maraña de conceptos arbitrariamente interpretables por la dirección que han conseguido que, a día de hoy, descifrar los términos reales de nuestras posibilidades de evolución salarial sea una tarea poco menos que imposible.

Al brutal recorte del 25/01/99 se sumaron la implantación de las bandas salariales después de un sesudo estudio de esos a tantos miles de euros el folio de embustes encargado por la dirección en el que, como era fácilmente predecible, se concluía que la inmensa mayoría de nosotros percibía un salario mucho mayor que el que nos merecíamos (qué casualidad, lo mismo que opinaba desde siempre el entonces presidente de Cajastur).

Para mayor escarnio, en la liquidación de atrasos realizada este lunes podría ser que, una vez más, la dirección haya hecho la interpretación más perjudicial para los trabajadores de un acuerdo ya nefasto en sí mismo, aplicando la absorción por el CNNC de la revisión salarial del convenio colectivo en todas las pagas, incluidas las pagas extras, en las que no se percibe dicho complemento.

En cuanto a las bandas salariales, puestos en contacto con Recursos Humanos para consultar si una vez efectuada la revisión salarial de convenio colectivo se revisarían a su vez dichas bandas, se nos responde que no hay nada previsto respecto a ese tema.

La firma de estos acuerdos llenos de calculadas ambigüedades que permiten las más torcidas interpretaciones por parte de la dirección hace difícil concretar si aparte de ser inmorales, cosa que es obvia, podrían ser ilegales estas aplicaciones concretas de dichos acuerdos dando espacio a la posibilidad de reclamaciones en los tribunales con posibilidades de éxito.

En todo caso, queda de manifiesto que, para la dirección de Liberbank todos y cada uno de los trabajadores (en Cajastur, por desgracia, desde hace muchos más años), incluso el que menos pueda cobrar, cobramos demasiado y, hoy con los ERES fraudulentos y la disculpa de la crisis y ayer con acuerdos corruptos como el del 25/01/99 y el mentiroso discurso de la competitividad, el objetivo primordial de quienes ya han demostrado sobradamente su manifiesta incapacidad como directivos es seguir recortando nuestros salarios mientras inflan de manera inmoral los suyos.

Por eso no nos queda otra alternativa obligada que la denuncia continua de sus atropellos.

Por nuestra parte, en la medida de nuestras capacidades, en ello estamos.

Por la cuenta que nos trae a todos.

01 de febrero de 2017

Próxima circular:

“Crónica de un desastre anunciado: Cierres y cambios en oficinas, política comercial, plan de excedencias…. La dirección de Liberbank sigue liquidando Cajastur”