Nada nuevo, pero todo muy desagradable: intolerables
amenazas del consejero delegado, movimientos especulativos y saqueo del patrimonio
de Cajastur
La
nefasta gestión de la cúpula directiva de Liberbank genera, incluso en pleno
verano, un permanente goteo de noticias que, más allá de sus características propias,
forman parte de ese nefasto modelo de gestión que venimos sufriendo desde hace
años (en Asturias, desde 1.995, año en el que el actual consejero delegado, sin
experiencia alguna en el mundo de la banca, llegó a la presidencia de Cajastur
apadrinado por José Ángel Fernández Villa, otro referente ético y moral de las
cloacas político sindicales asturianas) basado en el palo a los trabajadores y
clientes, el pago de favores a costa de nuestros recortes y el despilfarro del
patrimonio acumulado durante décadas por Cajastur para beneficio de la oligarquía
asturiana y mexicana, los fondos buitres y, suponemos, de algunos personajes no
identificados públicamente pero cuya identidad es fácilmente deducible.
En
estos últimos días, se están produciendo movimientos especulativos muy intensos
en torno a Liberbank, coincidiendo con los rumores acerca de una operación
corporativa en la que tomaría parte nuestra entidad. Tanto en estos movimientos
como en la ola de rumores, no cabe duda de que el actual consejo de administración
tiene una activa participación en defensa no de unos hipotéticos intereses de
la entidad, sino en los suyos propios y en los de los diversos grupos especuladores
que controlan dicho consejo.
Ante la serie de noticias interesadas
publicadas por diversos medios informativos, desde la CSI recomendamos a los compañeros
lo mismo que hemos recomendado en similares situaciones que se han dado
previamente: calma, tranquilidad y cartuchos al cañón.
Es
obvio que, en caso de una hipotética compra/fusión/absorción, sería fundamental,
cara al futuro, el relevo inmediato del actual consejero delegado (lo de
investigar la privatización y el saqueo de Cajastur, ya sería para nota) que,
por lo que a nosotros respecta, hace mucho tiempo que ha demostrado
sobradamente su falta de capacidad y su falta de cualquier mínimo liderazgo
social imprescindible para ejercer dicho cargo.
En
todo caso, pase lo que pase, con fusión o sin ella, aguantando a esta
lamentable dirección o con una dirección nueva, lo que garantizamos desde la
CSI es lo que, creemos, deberían garantizar todos los sindicatos (¿en un mundo
ideal? No nos llaméis ilusos porque tengamos una ilusión): la pelea, como hasta
ahora, por los derechos de nuestros compañeros en todos los frentes: en la
calle, en las mesas de negociación, en los juzgados….
Por
si alguien la necesitaba (no es nuestro caso, obviamente), la última videoconferencia
del consejero delegado es una evidente demostración de que, incluso en un sector
que no se caracteriza por la altura moral de sus directivos, el caso de
Liberbank es una anomalía negativa digna de estudio (para un tratado sobre la
sociopatía en las relaciones laborales, por ejemplo).
De
esta esperpéntica intervención, resaltamos unos detalles que nos ahorran
adjetivos a la hora de definir lo que pensamos acerca de la gestión del
consejero delegado:
Con
toda la desfachatez del mundo, sigue amenazándonos con duras represalias, despidos
colectivos entre ellas, si la Audiencia Nacional tumba los recortes
fraudulentos que nos aplicó unilateralmente desde principios de este año, al no
conseguir, por vez primera desde hace mucho tiempo, el apoyo de la mayoría
sindical para sus planes de ajuste.
O
sea que, si la AN dictamina que es ilegal su plan de seguir metiéndonos la mano
en el bolsillo a los trabajadores para contribuir a financiar el reparto de
dividendos, las dietas del consejo de administración, su escandaloso sueldo
(1.220 euros al día, incluidos domingos, festivos y fiestas de guardar), el
consejero delegado nos castigará por ello.
Esto
apesta a amenaza mafiosa y como tal nos la tomamos.
Con
todo el desprecio y sin ningún tipo de miedo, que es un lujo que, a estas
alturas, no nos podemos permitir.
Por
otro lado, el mismo consejero delegado se permite la lamentable vanagloria de presentarse
como un precursor de los ERTES por fuerza mayor relacionados con el Coronavirus
e insiste en que su conocida teoría de la austeridad salarial (ajena) consiste,
en realidad, en repartir entre todos los esfuerzos y los sacrificios.
Se
le olvida, seguramente de forma involuntaria, aclarar que el virus que nos trajo
la pandemia que llevamos años sufriendo los trabajadores de lo que ahora es
Liberbank, ese virus de la privatización y el saqueo de Cajastur para beneficio
de unos pocos y perjuicio de la mayoría tiene mucho que ver con su nefasta
gestión (socializar pérdidas y privatizar beneficios) y que, para conocer su
grado de participación en esos esfuerzos y esos sacrificios que nos impone con
todo gusto a los demás, nos faltan muchos datos económicos que nos gustaría se
hicieran públicos, pero que solamente con los que son públicos (su escandaloso
salario y la ayuda a la vivienda que percibe) ya queda absolutamente descalificado
éticamente para hablar de ese tema.
Otro
detalle un tanto insultante de la intervención del consejero delegado es su
versión rural de la parábola de la cigarra y la hormiga llevada al terreno de
la humilde patata. Después de tanto palabro en inglés de chichinabo para
explicar los resultados de la entidad, el consejero delegado desciende a un
ejemplo lo más sencillo posible para que incluso gente que considera de escasas
entendederas como nosotros podamos entender su estrategia de permanentes recortes
fraudulentos a los trabajadores.
Patético
intento y falaz argumentación, por cierto, ya que hasta en eso falta a la
verdad: quienes hemos sido niños campesinos sabemos de sobra que las patatas no
pueden ser conservadas más allá de cierto tiempo prudencial antes de ser consumidas
o vueltas a sembrar.
Para
finalizar, la entidad anuncia el cierre del Monte de Piedad de Oviedo,
aprovechando la venta del edificio histórico enclavado en la plaza de la
catedral, construido en 1929 y propiedad de Cajastur durante décadas.
Según
la prensa, el edificio se vendió en 2019 por 3 millones de euros a una sociedad
que planea convertirlo en un hotel de lujo.
Continúa
el saqueo del patrimonio de lo que fue nuestra Caja de Ahorros, convirtiendo lo
que fue patrimonio de todos en beneficio privado de unos pocos, sin que, como
en otros casos, el de las colecciones de arte, por ejemplo, se aclare dónde está
yendo a parar esa riqueza que la dirección de Liberbank administra como si
fuera suya, con el silencio cómplice de la Fundación Bancaria Cajastur y de la
clase política asturiana, que paga así los muchos favores recibidos.
En
todo caso, con más motivos que nunca y con el ánimo de siempre, a seguir en la
pelea por los derechos de todos.
Seguiremos
informando.
12
de agosto de 2020
En
breve:
Las últimas mentiras del Sindicato
Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!
Circular
que, debido a la incansable actividad parasitaria del Sindicato Amarillo STC y
de su reciente maniobra en torno a las cartas que la dirección envió a un grupo
de compañeros, tiene que modificar su título:
Ahora
será Las penúltimas mentiras del Sindicato
Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!