Las penúltimas mentiras del Sindicato
Amarillo STC.
¡Qué cansino es el cuñadismo sindical!
(Circular
que iba a titularse Las últimas mentiras
del Sindicato Amarillo STC. ¡Qué cansino es el cuñadismo sindical! pero
que, debido a la incansable actividad parasitaria del Sindicato Amarillo STC y
su reciente maniobra en torno a las cartas que la dirección envió a un grupo de
compañeros, tuvo que modificar su título)
Según los directivos del Sindicato Amarillo STC, las
fuentes del derecho laboral en nuestro país son tres:
Las leyes y reglamentos referidos a dicha materia.
La jurisprudencia de los altos tribunales.
La docta opinión de los directivos del Sindicato
Amarillo STC.
En caso de conflicto entre las diferentes fuentes,
prevalecerá siempre, obviamente, la tercera.
Coincidiendo
con
el anuncio por parte de la dirección
de que, después tantos años (y después de tantos bofetones judiciales que les
hemos arreado los trabajadores), renunciaba a continuar con esa patética
escalada de recursos que supone el pago de hasta el 50% de intereses de demora
en algunos casos y miles de euros en concepto de costas judiciales derivadas de
su mala fe procesal, el Sindicato Amarillo STC publicaba una circular en la
que, una vez más, mentía descaradamente en torno a su papel (totalmente
inexistente) en la anulación del ERE del 2013 y en la anulación de las medidas
unilaterales previas a dicho ERE.
Como
ya hemos manifestado, por mucho que, en sus visitas a oficinas, los
sindicalistas amarillos del Sindicato Amarillo STC se hayan dedicado a difamar
a la CSI, respecto a este y a otros asuntos y por mucho que, cínicamente y sin
ningún escrúpulo, se autoimpongan medallas derivadas del esfuerzo y del trabajo
de otros, la verdad es la verdad y no admite muchas interpretaciones.
Volvemos
a repetir lo realmente sucedido en torno a la pelea contra el ERE del 2013 y,
como ya hicimos en su momento, invitamos al Sindicato Amarillo STC a que nos
desmienta por escrito en vez de dedicarse a difamarnos de esa manera innoble y
torticera a la que están acostumbrados.
A
raíz de las asambleas de trabajadores celebradas en 2013, desde la CSI asumimos
el compromiso de impulsar, en la medida de nuestras posibilidades, la pelea
contra los ERES promovidos por Liberbank de forma unitaria con el resto de los
sindicatos, en todos los frentes: en la denuncia pública, en las movilizaciones
y en el terreno judicial.
En
este último terreno, la CSI planteó el enfoque de la demanda ante la Audiencia
Nacional por violación del derecho a la negociación colectiva, al excluir de la
negociación a los sindicatos distintos a UGT y CCOO.
La
CSI y su asesoría jurídica tenía una amplia experiencia en pelear contra los
ERES y en conseguir, en muchos casos, tumbarlos en los tribunales por ser
discriminada en el proceso de negociación.
Los
directivos del Sindicato Amarillo STC tenía experiencia en recortes, pero no en
pelear contra ellos, sino en apoyarlos: sus directivos eran directivos
empresariales y, a la vez, directivos sindicales en Cajastur cuando se firmó el
infame acuerdo del 25 de enero de 1999, cuyo lema era: el que venga detrás, que
se joda. Así, tal cual.
Del
nivel de deslealtad que tuvimos que aguantar por parte de estos personajes,
cabe decir que, a la salida de la vista en la Audiencia Nacional de nuestra
demanda contra el ERE de 2013, la secretaria general del Sindicato Amarillo
STC, encantada de escucharse y con el tono cuñadista habitual, manifestaba a
unos y a otros que la demanda de la CSI no tenía sentido y que había estado muy
mal expuesta ante el tribunal.
Cuando
la Audiencia Nacional (y posteriormente el Tribunal Supremo) nos dio la razón y
anuló el ERE del 2013 en base a la demanda de la CSI, el Sindicato Amarillo STC
pasó de intentar desprestigiar nuestro trabajo a intentar atribuírselo, de la
manera parasitaria que acostumbra y que sigue practicando hasta el día de hoy.
Una
vez anulado el ERE de 2013, hubo que anular también las medidas aplicadas
unilateralmente por la empresa de manera previa a dicho ERE.
La
Audiencia Nacional (y posteriormente el Supremo) declararon nulas dichas
medidas porque la dirección no había proporcionado la documentación que la CSI
(y sólo la CSI, según argumenta claramente la sentencia) había reclamado en el
periodo de negociación.
Tampoco
en este caso el Sindicato Amarillo STC hizo el trabajo que había que hacer y,
por lo tanto, no tuvo nada que ver, una vez más, con esa victoria de los
trabajadores (de todos, como siempre planteamos desde la CSI, incluso de
quienes nos critican y nos difaman, pero no renuncian a los frutos de esa lucha
que tan trasnochada les parece).
En
la escuálida circular del Sindicato Amarillo STC, una vez mentido lo suficiente
sobre su papel y su supuesto trabajo en la pelea contra el ERE del 2013,
efectúan un doble salto mortal con tirabuzón hacia adelante con el que llegan
hasta la fecha actual, olvidándose, seguro que por casualidad, de algunos
pequeños detalles que tal vez no les interese recordar por esa modestia que les
caracteriza y para no insistir demasiado en el homenaje que les debemos los
trabajadores de Liberbank. Hagamos un escueto resumen de algunos de esos
detalles involuntariamente (o no tanto) olvidados por estos sindicalistas
amarillos:
En
junio de 2017, el Sindicato Amarillo STC firmó el ERE que estuvo en vigor hasta
finales de 2019. Dicho ERE combinaba prejubilaciones con recortes salariales a
quienes continuamos en la empresa. En el patético comunicado con el que
pretendían, tomándonos por idiotas a los trabajadores, justificar su firma,
alegaban que, con el tiempo, los trabajadores entenderíamos las bondades de
dicho ERE fraudulento. Tal vez involuntariamente, se olvidaron de señalar que
la Secretaría General del Sindicato Amarillo STC, la misma persona humana que
firmaba el ERE, iba a cogerse a dicha prejubilación por aquello de que, para
los sindicalistas amarillos la defensa de los trabajadores empieza por ellos
mismos (y termina ahí mismo) y eso nos privó a los demás de entender los
beneficios (para algunos) de los recortes que nos aplicaron a los que seguimos trabajando.
En
2018, la dirección de Liberbank organizó un pucherazo mediante la elaboración
de un censo electoral fraudulento para que, en las elecciones para el comité de
Servicios Centrales de Asturias y Oviedo OP, sólo pudiera presentarse una única
lista: la del Sindicato Amarillo STC que consiguió la totalidad de los 13
delegados de dicho comité, cuya actividad sindical brilla por su ausencia con
pandemia y sin ella. Incluso si no fuera tan obvia la complicidad de estos
sindicalistas amarillos con la dirección de Liberbank, hay unas preguntas que
es necesario hacerse (y que se responden solas): ¿para que regala, pucherazo
mediante, la dirección de Liberbank los 13 delegados de este comité al
Sindicato Amarillo STC? ¿para que defienda los intereses de los trabajadores
frente a dicha dirección? ¿para aumentar el porcentaje de representación de sus
topos sindicales en las mesas de negociación y, además, disminuir la de otros
sindicatos, la CSI por ejemplo, menos proclives a la traición a los compañeros?
¿a ti, qué te parece?
Otra
cuestión que, seguro que involuntariamente, se le olvida comentar al Sindicato
Amarillo STC es la labor de zapa (fallida, afortunadamente) de su representante
en la mesa de negociación de los actuales recortes fraudulentos, intentando
ganar adeptos para su teoría de que algo hay que firmar y su defensa del
derecho de los fondos buitre a cobrar dividendos mientras los trabajadores
sufrimos recortes.
Y,
ya para finalizar, también se les olvida comentar su escandaloso papel en la
pelea contra la congelación de las tablas salariales de los compañeros que se
incorporaron a Cajastur después del acuerdo del 25 de enero de 1999.
A
raíz de la demanda contra dicha congelación presentada por la CSI, se llevaron
a cabo dos intentos de mediación en el SASEC (Servicio Asturiano de Solución
Extrajudicial de Conflictos) en Oviedo.
El
Sindicato Amarillo STC no compareció en ninguna de ellas porque, al parecer, el
tema no les interesa lo más mínimo o porque esos días tenían algo más interesante
en lo que utilizar las horas sindicales.
Para
más INRI, el argumento estrella de la dirección para oponerse a nuestra demanda
es una circular sindical firmada por el representante del Sindicato Amarillo
STC en la mesa de negociación de los recortes fraudulentos actualmente en vigor
en la que, sin vergüenza alguna, afirmaba que los compañeros ingresados en
Cajastur después del 25 de enero de 1999 ya habían cobrado lo que les
correspondía en virtud de la actualización de sus bandas salariales gracias al
anterior ERE fraudulento (el mismo que firmó para prejubilarse la Secretaria
General del Sindicato Amarillo STC), por lo que no cabe reclamación alguna
contra dicha congelación.
Como
hemos informado, el TSJA dio la razón a nuestra demanda y la Fiscalía del
Tribunal Supremo informó en el mismo sentido, contra el recurso presentado ante
dicho tribunal por la dirección de Liberbank.
Conociendo
sus antecedentes, nos tememos que estamos a dos telediarios de que el Sindicato
Amarillo STC se atribuya esta demanda y sume así un triunfo más a su supuesto palmarés
de lucha por los derechos de los compañeros (palmarés absolutamente falso, pero
el cuñadismo sindical es así: no dejes que la realidad te estropee una circular
autolaudatoria).
En
todo caso, reiteramos nuestra invitación al Sindicato Amarillo STC para que nos
desmienta en todo esto que relatamos.
Tenemos
curiosidad por conocer sus argumentos (en el improbable caso de que tuvieran
alguno) para defender su indefendible estrategia mentirosa y parasitaria.
Permanecemos
a la espera
26 de agosto de 2020
P.D.:
sobre el papel de los representantes del Sindicato Amarillo STC en la Comisión
de Control del Pecajastur y su retorcida coherencia (aquí también practican con
soltura y descaro eso de que la defensa de los intereses de los trabajadores
empieza por ellos mismos y termina en el mismo lugar en el que empieza),
seguiremos informando.