Desinformación, opacidad, arbitrariedad….
El ERE de Unicaja, con el lamentable estilo de Liberbank
El viernes pasado, la empresa procedió a comunicar a los compañeros que así lo habían solicitado la aceptación o el rechazo, en su caso, de la solicitud de acogerse al ERE.
El día antes había tenido lugar una reunión de la comisión de seguimiento de dicho ERE, entre la dirección y los sindicatos firmantes.
Hasta ahora, ni la dirección ni esos sindicatos han proporcionado a los trabajadores una serie de informaciones que son imprescindibles para evaluar, tanto a nivel colectivo como a nivel individual, los criterios utilizados para la aceptación o rechazo de las solicitudes y la correcta aplicación de dichos criterios.
La información que deberíamos conocer todos los trabajadores (y no solamente los sindicalistas firmantes del ERE) sería, a nuestro entender, la siguiente:
Número de solicitudes, desagregado por provincias, distinguiendo dentro de esas provincias, el número de solicitudes en oficinas y en servicios centrales.
Criterios de aceptación y rechazo por provincias, tanto en oficinas como en servicios centrales.
Número de aceptaciones y rechazos en cada provincia, desagregados entre oficinas y servicios centrales.
Relación de solicitudes aceptadas ordenadas por fecha de nacimiento, excluyendo las derivadas de situaciones especiales (cuyo número se debe hacer constar), desagregadas por provincias y diferenciando entre oficinas y servicios centrales.
Además de esta información, debe habilitarse un canal de consultas y, en su caso, reclamaciones para aquellos compañeros que consideren que el rechazo a su solicitud no se ajusta a lo firmado en el ERE.
Una vez más, queda de manifiesto que la firma del ERE con nocturnidad y alevosía fue, en el mejor de los casos, una manifiesta imprudencia por parte de quienes, hasta horas antes de dicha firma nos convocaban a huelgas y manifestaciones para luego acabar firmando lo que la empresa quería.
La información que algunos de esos sindicatos firmantes nos remiten a los trabajadores (mientras otros optan por un prudente y elocuente silencio) estos últimos días habla por sí misma.
SumaT-CIC dice que “Ante el enorme número de adhesiones, muy por encima de las requeridas, se nos ha informado de los criterios fijados por la empresa para la decisión por provincias”, pero no nos traslada a los trabajadores esa información.
¿Están en la comisión de seguimiento para defender los derechos de los trabajadores (todos, afiliados o no afiliados, miembros de sus ejecutivas o simples peatones), uno de los cuales es el derecho a la información, más aún en situaciones tan relevantes como esta o consideran que hay una serie de datos que sólo pueden ser conocidos por un élite empresarial y sindical?
Y, ya para nota, CCOO publica lo siguiente: “CCOO ya ha empezado a realizar gestiones con la empresa y a buscar soluciones para dar salida a todas las personas, especialmente a las de más edad, que han quedado excluidas de este ERE, para antes de que acabe este año”
Vaya, resulta que ahora CCOO va a desarrollar su propio plan estratégico para Unicaja y promover un ERE para dar salida a las personas que han quedado fuera del actual en base a los criterios que ellos mismos le firmaron a la dirección.
Una lamentable y patética huida hacia adelante que, además, genera expectativas de muy difícil cumplimento entre los compañeros que han visto rechazada su solicitud de salida de la entidad.
Hoy, la prensa asturiana, citando unas desconocidas fuentes sindicales (¿serán esos mismos sindicatos firmantes del ERE que no nos informan a los trabajadores y sí lo hacen a los periódicos?) indica que, en Asturias, se recibieron cerca de 265 peticiones de adhesión al ERE, 200 de oficinas y el resto de servicios centrales, superando con mucho la media de peticiones en Unicaja.
Esta cifra de peticiones en Asturias, lejos de poner en valor las (muy pocas) bondades del ERE, pone de manifiesto la irrespirable situación tóxica generada por demasiados años de una nefasta gestión de personal que ha llevado a muchos trabajadores a solicitar la salida de la entidad por una pura cuestión de equilibrio y salud mental.
Bajo el mandato del actual consejero delegado de Unicaja, tanto Cajastur como posteriormente Liberbank se ha convertido en la manzana podrida de un sector que no se destaca precisamente por la empatía de sus directivos.
Siempre hemos dicho que a todo alto ejecutivo bancario le ampara la presunción de indecencia: no se llega ahí siendo buena persona, hay que besar muchos traseros y cortar muchas cabezas.
El grado de sociopatía que se transmite desde las alturas del banco y que algunos jefecillos con ínfulas se encargan de trasladar a los trabajadores con un entusiasmo que los define (para mal, obviamente), es la mejor explicación para entender el alto número de peticiones de abandono de la entidad en Asturias.
Como es público y notorio, desde siempre, la CSI mantiene la teoría de que aquí no sobramos trabajadores, sino malos gestores.
Y, además, somos partidarios de un ERE extintivo (sin indemnización y con exigencia de responsabilidades) para el consejero delegado.
Mientras ese acto de justicia llega (que no nos llamen ilusos por tener una ilusión), a seguir en la pelea por los derechos de todos (los que se van, los que nos quedamos, los que quieren y pueden irse, los que no quieren y/o no pueden…)
15 de febrero de 2022
P.D.: Al parecer, se va a habilitar un sistema para gestionar las peticiones de traslados. Aunque no debería ser necesario hacerlo constar, visto lo visto, esperamos que, antes de abrir el proceso de peticiones, se informe de las oficinas que van a ser cerradas, dato esencial a la hora de solicitar el traslado, tanto para quienes trabajan en dichas oficinas como para quienes pudieran querer ser trasladados a ellas.
A ver si, por una vez y que sirva de precedente, las cosas se hacen con una mínima lógica.