Agosto: Lluvia de Perseidas y de circulares sindicales
Los trabajadores necesitamos la unidad sindical y no un estéril guirigay que no resuelve nada
«El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos» (Antonio Gramsci)
Con el cese de Manuel Menéndez como consejero delegado se cumple la condición necesaria (imprescindible más bien) para que Unicaja no estuviera abocada a ser la nueva versión del Banco Horrible Liberbank, como pretendía el cesado consejero delegado y sus aliados tanto en Andalucía como en Asturias como, sobre todo, en las Islas Caimán.
Condición necesaria, pero no suficiente.
Ahora, obviamente, el nuevo consejero delegado debe dirigirse a la plantilla para manifestar cuál es su proyecto de relaciones laborales y, sobre todo, debe tomar medidas urgentes y tajantes para desmontar el nefasto modelo de gestión del cesado consejero delegado que desde hace 28 años y hasta el último momento (véase la aplicación del fracasado modelo distribución objetivo) ha llevado a cabo todo tipo de atropellos y tropelías contra los trabajadores mientras, sin escrúpulo ninguno, se adjudicaba salarios inmerecidos y estratosféricos.
Durante la última junta de accionistas de Unicaja, todos los sindicatos coincidimos en las críticas a la gestión de Menéndez y apostamos por un cambio que, ineludiblemente, pasaba por su cese.
Una vez que se ha producido ese cese y que se le ha sustituido por una persona procedente de la entidad y no por ningún paracaidista ni ningún mercenario (cosa que, obviamente, nos parece lógica y positiva) desde la CSI dábamos por supuesto que esta nueva etapa se abordaría desde la unidad sindical, ya que todos los sindicatos nos habíamos manifestado de acuerdo no solo en la necesidad del cese de Menéndez, sino también en necesidad de abordar una serie de medidas urgentes en defensa de los derechos y los intereses de los trabajadores.
Para nuestra relativa sorpresa (llevamos mucha mili hecha para permitirnos el lujo de ser ingenuos, a pesar de nuestra permanente apuesta por el optimismo lúcido, organizado y combativo), nos encontramos con que, lejos de promover plataformas de negociación unitarias, diversos sindicatos se han precipitado, en grupo o en solitario, a la publicación de una avalancha de circulares en las que en el afán de demostrar su teórico ardor guerrero y de diferenciarse del resto de los sindicatos disparan contra todo que, como es sabido, es la mejor manera de no disparar contra nada.
Desde hace muchos años, por primera vez (y que sirva de precedente) quienes procedemos de Cajastur y de Liberbank tenemos la posibilidad de conseguir acuerdos justos y razonables que liquiden la inmoral estructura salarial con congelación permanente derivada del acuerdo del 25 de enero de 1999.
La homologación salarial (a igual trabajo, igual salario), debe ser la primera medida que se aborde no sólo por motivos morales (que también) en esta nueva etapa, porque si no se lleva a cabo esta homologación de manera previa, cualquier mejora en los salarios de Unicaja para combatir la pérdida de poder adquisitivo derivada de la subida de la inflación, dejaría fuera a todos los compañeros afectados por la podrida estructura salarial implantada por ese cesado consejero delegado que se lo sigue llevando calentito sin vergüenza alguna.
La dirección debe
presentar, a la mayor brevedad posible, una propuesta de homologación justa y
razonable para que podamos acreditar su voluntad de que haya una sola Unicaja
en todos los territorios y para que quede claro que los tiempos han cambiado y
que no solamente han cesado a Menéndez (y esperamos que, en breve, a sus cabos
de vara) sino que van a desmontar todas las bombas de relojería contra Unicaja
que ha dejado en funcionamiento de manera consciente y deliberada.
En todo caso, apostando por esa unidad sindical que le debemos a nuestros compañeros (tanto en la negociación como, en su caso, en la movilización) y en aras de rebajar esa inflamación reivindicativa un tanto sobreactuada que incrementa peligrosamente este asfixiante calor húmedo (como de tarde de linchamiento en Alabama) del ferragosto asturiano que no baja a pesar del botijo, el pañuelo de cuatro nudos y el paypay de bazar oriental, recordamos, sin explayarnos en siglas, que los atropellos de Menéndez contaron con muy amplias complicidades sindicales y que el penoso convenio colectivo de cinco años de duración actualmente en vigor con congelación salarial durante dos años y unas patéticas subidas sin ninguna referencia al IPC durante los otros tres fue firmado por una amplia mayoría sindical, con todos sus equipos de economistas, expertos y asesores varios que, al parecer, no estuvieron muy finos en su trabajo de asesoramiento.
Abríamos la circular con una cita de Gramsci.
La cerramos con otra: Contra el pesimismo de la razón, el optimismo de la voluntad.
A seguir en la pelea.
21 de agosto de 2023