Se va Menéndez (al fin)
(Ahora toca desmontar su modelo sociopático de gestión)
Todos los tiranos son inmortales
hasta el día en el que mueren
En 1995, nombrado desde las cloacas de la política y el sindicalismo mafioso que controlaban Asturias, Manuel Menéndez llegó a la presidencia de nuestra Caja de Ahorros sin ningún mérito laboral ni profesional que justificase dicho nombramiento (trepar por el escalafón de la Universidad de Oviedo a base de genuflexiones no cuenta, la vida real es otra cosa).
Llegaba para un mandato máximo de dos periodos de cuatro años que sus cómplices en el Parlamento Asturiano renovaron las veces que fue necesario.
Hoy, 28 años después, abandona (porque, con muy buen criterio, le echan a patadas) la dirección de Unicaja, a la que no pudo someter al mismo proceso de acharratamiento y liquidación que llevó a cabo en Asturias, con el resultado de todos conocido.
Sobre su nefasta gestión y sobre la inmoralidad de su estilo de dirección, poco se puede decir que no hayamos dicho durante todos estos largos años de dura pelea.
En nuestro blog está recogido todo el proceso de saqueo de nuestra Caja y todos los atropellos contra los trabajadores que, sin ningún escrúpulo, llevó a cabo este oscuro personaje.
Y, también, la lucha que dimos contra tanta injusticia y tanta ignominia.
No nos salió gratis, por cierto.
Pero era el precio que había que pagar por nuestra dignidad personal y profesional.
Ahora, mientras esperamos
que Netflix o la Fiscalía (para nosotros mejor la Fiscalia, obviamente) le
dediquen su atención al mayor atraco de la historia de Asturias desde que
Buenaventura Durruti y los Solidarios hicieran un reintegro sin libreta de
500.000 pesetas de la época en el Banco de España de Gijón en 1923, le deseamos al cesado consejero delegado lo
que se merece: que la vida le traiga lo peor de lo peor.
El cese de Menéndez era condición necesaria, o más bien imprescindible, para despejar el futuro de Unicaja como entidad y para el establecimiento de unas relaciones laborales razonables que reparen todo el daño que su modelo sociopático ha causado a los trabajadores.
Ahora, sin ninguna duda, es el momento de que se note el cambio en las alturas de Unicaja y de que la dirección tome las medidas necesarias para desmontar tanta injusticia y tanta arbitrariedad.
Esperamos que lo haga a la mayor brevedad posible.
31 de julio de 2023