Para nuestro asombro, muy relativo (ya las hemos visto de todos los colores), la dirección de Unicaja mantiene como director de la Territorial Norte a un individuo que, en su momento, se distinguió por llevar a cabo con todo entusiasmo la lamentable política de personal del menendismo: garrotazo y tentetieso.
Amenazas, continuas faltas de respeto, represalias de todo tipo, modales de patán, ese era el día a día de la relación de algunos directivos del antiguo régimen con los trabajadores de las oficinas.
A nosotros no nos lo contaron, lo sufrimos en vivo y en directo.
Y por experiencia sabemos que este tipo de personajes (sociópatas de libro que subliman sus múltiples y justificados complejos con actitudes soberbias y prepotentes) se crecen cuando se sienten respaldados por la alta dirección.
En la Territorial Norte, parece que este extraviado e intolerable modelo de dirección heredado del viejo régimen es compartido también por el subdirector, otro que tal.
Como ejemplo, valga el correo enviado por éste con instrucciones para remitirlo a todas las oficinas de la Territorial en el que, a cuenta de las cifras de contratación de seguros el día 16 de agosto (con las oficinas bajo mínimos por vacaciones, bajas no cubiertas y otros desastres), afirma textualmente:
“La cifra es enviar un mensaje claro de pasotismo, desidia, dejadez, abandono, etc. En resumen, una falta absoluta de profesionalidad”
Posteriormente, insiste en su particular concepto de los compañeros:
“…. creo que la conclusión de falta de profesionalidad no es ninguna hipérbole”
Y, para finalizar, siguiendo en la misma línea: “por favor, pongamos a hacer nuestro trabajo desde ya mismo…”
Este tipo de actuaciones, solamente pueden provenir de dos situaciones (a cada cual más preocupante):
La Territorial Norte de Unicaja es una franquicia, un protectorado, una colonia de ultramar o un virreynato en la que el director y subdirector mandan a su capricho porque la dirección de Unicaja les ha concedido una autoridad ilimitada sobre los trabajadores a su cargo, que seriamos súbditos sin dignidad ni derechos.
Muy mal, entonces.
Este lamentable estilo de dirección, más propio de otros tiempos y otras geografías y otras coyunturas históricas que de una empresa medianamente civilizada, desarrollado por el director y el subdirector de la Territorial Norte de Unicaja no corresponde a una iniciativa propia, sino que emana de directrices de la dirección de la entidad.
Peor todavía.
En todo caso, es obvio que quienes tienen tan bajo concepto de los trabajadores y quienes han dado muestras sobradas de esa falta de profesionalidad que ellos achacan a los demás, no pueden seguir gobernando esta Territorial como señores de horca y cuchillo.
Y es obvio también que la dirección de Unicaja no puede ignorar estas actuaciones directivas que nos llevan nuevamente a situaciones que deberían ser superadas de manera inmediata.
Por la cuenta que nos trae a todos.
20 de agosto de 2024